Un estudio que relaciona un gran porcentaje de los homicidios en México con el crimen organizado ofrece una visión de la creciente violencia diferente a la que presentan las cifras de homicidio del gobierno, que no discriminan entre los asesinatos en su totalidad y los relacionados con grupos criminales.

De enero a septiembre de 2016, el crimen organizado causó 8.815 homicidios, lo cual representa el 58 por ciento de los homicidios durante este período y un aumento del 47 por ciento con respecto al mismo período del año anterior, según un estudio realizado por Semáforo Delictivo y Lantia Consultores. Los datos fueron obtenidos mediante un rastreo en los medios de comunicación, según Animal Político, y contrastando el número de asesinatos con las estadísticas oficiales sobre homicidios.

Según el Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP), el número total de homicidios durante los primeros tres trimestres de 2016 alcanzó 15.201, un aumento del 20 por ciento en comparación con los 12.660 homicidios registrados durante el mismo período en el año 2015 (pdf). En septiembre se registraron 1974 homicidios, ubicándose como el mes más violento desde que el presidente Enrique Peña Nieto asumió el cargo en 2012.

Si se utilizan los datos oficiales, los estados más violentos en 2016 han sido Colima, Guerrero, Sinaloa, Baja California y Morelos. Pero después de aplicar su metodología, Semáforo Delictivo obtuvo un listado diferente —de estados con el mayor número de homicidios relacionados con el crimen organizado—, en el cual Guerrero ocupa el primer lugar, seguido por los estados de México, Michoacán, Chihuahua y Sinaloa.

Al combinar los datos oficiales con los de Semáforo Delictivo, se obtiene el porcentaje de homicidios por estado cometidos por el crimen organizado. Y en esos términos, Baja California Sur, Quintana Roo, Tamaulipas, Aguascalientes y Michoacán son los más violentos. Según el estudio, por lo menos el 90 por ciento de los asesinatos en esos estados durante los primeros nueve meses de 2016 fueron perpetrados por el crimen organizado.

Debido a las discrepancias entre las fuentes, Baja California Sur tiene un porcentaje superior al 100 por ciento, una cifra absurda que proviene del hecho de que Lantia Consultores detecta una cobertura mediática de 131 asesinatos relacionados con el crimen organizado, mientras que el gobierno sólo registró un total de 123 homicidios. (Vea gráficos del InSight Crime abajo).

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Análisis de InSight Crime

La metodología utilizada por Semáforo Delictivo y Lantia Consultores no es infalible —especialmente si se intenta determinar el responsable de los homicidios con base en informes de prensa—. Pero si se considera con suficiente margen de error, los datos son valiosos ya que ofrece una visión diferente a los registros de homicidio del gobierno, cuya metodología a la vez puede ser rebatida, y cuya exactitud ha sido cuestionada.

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Las cifras confirman la tendencia al aumento de la violencia este año, sobre lo que InSight Crime ya había informado, y algunos de los porcentajes de participación del crimen organizado en los asesinatos son escalofriantes.

Las cifras reflejan que la dinámica criminal está afectando a todo el país. No es de sorprender que Michoacán aparezca dos veces entre los estados más violentos, y que su vecino Guerrero tenga la mayor parte de los homicidios relacionados con el crimen organizado. El primero ha sido un semillero tanto para grupos criminales como para los de autodefensa, y este año ha habido importantes turbulencias su paisaje criminal. En cuanto a Guerrero, se ha convertido en el epicentro del creciente cultivo de amapola en México, y su territorio se lo disputan, según dicen algunos, por 50 grupos criminales diferentes. Los brotes de violencia han llevado a que en los titulares aparezca repetidamente su capital Acapulco, y el estado en general, como la parte más violenta del país en los últimos años.

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Asimismo, los estados de Chihuahua y Sinaloa han sido campos de batalla de organizaciones narcotraficantes rivales, mientras que Tamaulipas ha sido históricamente uno de los estados más corruptos y violentos de México. Sinaloa se ha visto desestabilizado particularmente en las últimas semanas por lo que parece ser un debilitamiento del Cartel de Sinaloa a medida que la extradición de su cabecilla, El Chapo Guzmán, a Estados Unidos es cada vez más probable. Esto ha llevado a los grupos rivales a comenzar una ofensiva.

La aparente vulnerabilidad del Cartel de Sinaloa también ha creado un incentivo para ataques fuera de su propio territorio, por lo que la capital de Baja California Sur ha experimentado un incremento en los homicidios, dado que los grupos rivales se pueden estar uniendo para enfrentar al debilitado cartel debilitado.

Esta cambiante dinámica dentro del panorama criminal no augura nada bueno para las cifras de homicidios de este año, ya sea que de manera general o específica estén relacionadas con el crimen organizado. Es muy probable que la tendencia al aumento de la violencia que se ha registrado este año continúe constante.