El director de la Policía Federal de Argentina ha recibido una amenaza de muerte que se cree que proviene de una de las “mafias del fútbol” del país –las pandillas violentas que controlan el deporte y tienen profundas conexiones con la policía, los criminales y los políticos–.

Una nota escrita en un periódico deportivo llegó recientemente a la casa de Román Di Santo, informó La Nación. Decía ” Di Santo te encontramos 5H” –en referencia al número del apartamento donde vive el jefe de la policía–.

Se cree que los autores son miembros de una pandilla de fútbol o personas que se benefician de sus tratos ilegales con tal grupo, incluidos agentes de la fuerza pública, según le dijeron fuentes policiales a La Nación. No fue coincidencia que la amenaza llegara un mes después del arresto de dos agentes de la División de Seguridad en Eventos Deportivos durante una investigación sobre los vínculos entre las pandillas de fútbol y la policía, dijeron las mismas fuentes.

” Esto no me va a amedrentar ni mucho menos; (…) vamos a seguir combatiendo y a seguir llevando hasta las últimas consecuencias el esclarecimiento de estos hechos”, dijo Di Santo.

Análisis de InSight Crime

Las pandillas de fútbol de Argentina, conocidas como “barras bravas”, han existido durante décadas. Oficialmente se trata de grupos organizados de aficionados que proporcionan apoyo en los partidos. Extraoficialmente ganan miles de dólares al año administrando esquemas de parqueaderos y entradas en los estadios, narcotráfico, arreglando las elecciones de los clubes, proporcionando apoyo en determinadas ocasiones a los políticos y como mano de obra contratada en las manifestaciones. Según un periodista argentino, que ha pasado años investigando la corrupción del fútbol, la barras obtienen hasta el 30 por ciento de los gastos de transferencia y el 20 por ciento de los cheques de pago de los jugadores, señaló The Guardian en 2011.

La corrupción es un problema importante en Argentina y se cree que las bandas tienen vínculos arraigados con políticos y con la policía. “La barras bravas son mafias organizadas en torno a empresas que incluyen a funcionarios de los clubes, políticos, jueces y la policía”, dijo Graciela Muñiz, defensora adjunta del pueblo de la ciudad de Buenos Aires, a Inforsur Hoy en diciembre pasado. “Una sola llamada telefónica de un político a un juez es suficiente para archivar un caso”.

El año pasado, 11 personas murieron en hechos violentos relacionados con las “mafias del fútbol”, advirtió la ONG Argentina Salvemos al Fútbol, la cual fue creada para combatir la corrupción al interior del deporte.