Expertos de diferentes países de Latinoamérica han criticado la falta de resultados producidos por la militarización de la policía en la región, haciendo en su lugar un llamado a la depuración y el fortalecimiento de las fuerzas policiales.

Con la militarización de la lucha contra el crimen siendo un tema importante en el momento en la región, expertos de El Salvador, Guatemala, Chile, México y Nicaragua se reunieron el 24 de septiembre en Tegucigalpa, Honduras, para participar en el seminario “Reforma al sector Seguridad en América Latina, con énfasis en las instituciones policiales”.

Los participantes han hecho un llamado a reformar y fortalecer la policía en la región, ya que, según afirman, debe ser ésta fuerza la que reduzca efectivamente la violencia. Se expresó oposición a la militarización no sólo porque la participación de los militares en el combate a la violencia no ha dado los resultados esperados en algunos lugares, sino también debido a los casos de violaciones a los derechos humanos que se han presentado, informó EFE.

 Análisis de InSight Crime

El seminario se lleva a cabo en un momento en el que la militarización de la policía es un tema candente en la región. Varios países han optado por la aplicación de esta política, aunque la estrategia no ha provocado una reducción significativa de la violencia y los reportes de violaciones a los Derechos Humanos, como la tortura, las desapariciones y las ejecuciones extrajudiciales, han sido frecuentes.

El debate es particularmente oportuno para México y Honduras, los cuales se encuentran en el proceso de crear nuevas fuerzas policiales militares, en un intento por obtener un control sobre sus crisis de seguridad.

En México, el presidente Enrique Peña Nieto ha seguido dependiendo de las fuerzas militares para luchar contra el crimen organizado, mientras sigue adelante con los planes para crear una nueva fuerza de policía militarizada: la Gendarmería. En todo el país, los militares son más confiables que la policía, aunque han estado implicados en graves violaciones a los Derechos Humanos y en algunas zonas se han involucrado con el crimen organizado.

Honduras también ha tratado de abordar la crisis de seguridad a través de medidas para militarizar las fuerzas de seguridad, incluida la reciente aprobación de la creación de una Policía Militar Orden Público (POMP). También ha desplegado el ejército en las calles de la ciudad capital de Tegucigalpa, y en la ciudad más peligrosa del mundo: San Pedro Sula, y sus resultados aún no son claros.

La militarización de la policía tiene algunas ventajas, particularmente al evadir a policías corruptos y al contar con la capacidad para llevar a cabo operaciones de estilo militar contra los grupos del crimen organizado fuertemente armados. No obstante, y como sugieren los expertos, los resultados de estas medidas han sido hasta ahora mixtos y a menudo han estado acompañados de un alto precio a pagar.