Porfirio Lobo Sosa, hijo del expresidente de Honduras, se ha declarado culpable en Estados Unidos por cargos federales de tráfico de drogas, una decisión que podría indicar que está dispuesto a proporcionar información a las autoridades a cambio de obtener beneficios legales.

La Fiscalía de Estados Unidos en el Distrito Sur de Nueva York anunció el 16 de mayo que Fabio Porfirio Lobo había admitido su participación en una conspiración para introducir más de cinco kilogramos de cocaína a Estados Unidos.

La acusación que pesa sobre Fabio Lobo señala que la conspiración de tráfico de drogas se extendió desde aproximadamente 2009 hasta julio de 2014. El padre de Fabio, Porfirio, fue presidente de Honduras entre enero de 2010 y enero de 2014.

Según un comunicado de prensa de la Fiscalía estadounidense, en 2014 Fabio les ayudó a dos fuentes confidenciales, que se hacían pasar por narcotraficantes mexicanos, para transportar cocaína destinada a Estados Unidos a través de Honduras.

El comunicado también indica que Fabio les presentó los informantes confidenciales a “funcionarios de policía hondureños, quienes aceptaron haber participado en la transacción de la cocaína, proporcionando seguridad y apoyo logístico”.

La Fiscalía de Estados Unidos señaló que, según registros de correo electrónico y llamadas telefónicas, Fabio aceptó viajar a Haití en el año 2015 para recibir el pago por el negocio de cocaína. Pero por el contrario fue detenido en una supuesta redada y posteriormente extraditado a Estados Unidos.

Fabio enfrenta una sentencia mínima de 10 años y una pena máxima de cadena perpetua. Su juicio está programado para el 15 de septiembre de este año.

Análisis de InSight Crime

Un portavoz de la Fiscalía de Estados Unidos le dijo a InSight Crime que Fabio Lobo “se declaró culpable por decisión propia en la corte”, pero registros de la corte a los que InSight Crime tuvo acceso sugieren la posibilidad de que el equipo de defensa de Fabio haya estado negociando algún tipo de acuerdo con los fiscales.

En carta con fecha del 21 de marzo, el abogado de Fabio, Manuel Retureta, le solicita al juez encargado del caso “más tiempo para que las partes continúen discutiendo la resolución del caso en juicio breve”. Fabio había dicho anteriormente que estaba “dispuesto a negociar con el gobierno”, según documento de la corte del 19 de enero, revisado por Courthouse News Service.

Si existe un acuerdo, o si el mismo se está negociando, probablemente ello requiere que Fabio proporcione información sobre otros sospechosos bajo investigación de las autoridades estadounidenses. El hijo del expresidente ha sido vinculado a Los Cachiros, quienes alguna vez fueron una de las organizaciones narcotraficantes más poderosas de Honduras. Pero los líderes de Los Cachiros ya están bajo custodia de Estados Unidos, por lo que no está claro de qué manera las autoridades estadounidenses podrían considerar útiles las conexiones de Fabio con dicho grupo.

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Es de notar que varios miembros de la familia Lobo han sido vinculados con actores criminales, entre ellos Porfirio Lobo, quien alguna vez posó en una foto con el difunto narcotraficante José Natividad “Chepe” Luna.

Porfirio, sin embargo, ha negado su participación en actividades criminales.

“Mi carrera nunca estará empañada por actos ilícitos. La honestidad, la integridad y la rectitud me caracterizan donde sea que esté”, escribió el expresidente en su página de Facebook a finales de marzo, después de que comenzaran a circular rumores de que él enfrentaba cargos relacionados con drogas en Estados Unidos.

Al parecer, la familia Lobo no se ha pronunciado públicamente sobre la reciente decisión de Fabio de declararse culpable. Sin embargo, después del arresto de Fabio el año pasado, su padre Porfirio les dijo a los medios locales: “Si es culpable, debe responder ante la ley”.

El mensaje más reciente publicado en la cuenta de Twitter del expresidente, del 21 de agosto de 2015, dice: “Nadie está por encima de la ley”.