La inseguridad en los estados del norte de México ha provocado un flujo de migración de empresas a otras zonas del país, demostrando los efectos económicos internos que puede causar el crimen en un país, y aumentando las preocupaciones de que las zonas marginadas de México queden atrapadas en ciclos de la criminalidad y la pobreza.

Según un informe basado en el último Índice de Desempeño Financiero de México, realizado por la consultoría Aregional, los niveles de inseguridad en el norte de México han llevado a las empresas a migrar de la zona, generando problemas financieros para los estados del norte, y beneficios económicos para las regiones centrales de México, informó Crónica.

El estudio -que abarca el período de 2010 a 2012- encontró que el estado de Querétaro se benefició de la mayor parte de los desplazamientos de empresas, en términos de inversión y crecimiento del empleo, porque las empresas se reubican en el estado y llegan de zonas de violencia desgarradora como Chihuahua y Nuevo León.

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En un estudio aparte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) estimó que el costo que generó el crimen a la economía mexicana fue del 1,3 por ciento del PIB del país –superando la tasa de crecimiento de la economía de 1,1 por ciento en 2013.

Análisis de InSight Crime

El impacto económico de la violencia generada por la guerra contra el narcotráfico en México es un tema de debate común. Sin embargo, la discusión normalmente está más centrada en el impacto que tiene la violencia sobre la inversión extranjera, ya sea como un elemento disuasorio para los inversores, o como un instigador de la fuga de capitales. En contraste, este último informe destaca cómo los efectos no sólo se sienten en términos de inversión extranjera directa (IED), sino también sobre la dinámica interna de la economía del país.

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La migración documentada en el informe esencialmente corresponde al desplazamiento interno de las empresas, algo que ha dejado, en términos económicos, claros ganadores y perdedores entre los estados mexicanos.

En 2013, Querétaro fue considerado como uno de los estados con mayor crecimiento en la IED en el mundo, logrando un incremento del 120 por ciento tan solo en proyectos de infraestructura, durante el primer semestre del año. En contraste, estados como Chihuahua no sólo están perdiendo inversión y viendo a las empresas irse de la zona, sino que también están acumulando deudas (pdf) a medida que la lucha por imponer el orden pasa factura a los presupuestos estatales.

La brecha entre los estados seguros y peligrosos podría volverse cada vez más grande, pues la fuga de capitales significa menos trabajo y oportunidades. De esta forma, más gente podría estar dispuesta a recurrir a los grupos de crimen organizado como una de las pocas formas de acceder a una vida digna.