Se ha revelado que el actor Sean Penn estuvo vigilado por la inteligencia mexicana durante el periodo previo a su encuentro clandestino, en octubre de 2015, con el líder del Cartel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, recapturado hace poco.
Esta semana se han conocido nuevos detalles de la controvertida entrevista para Rolling Stone, realizada por el actor estadounidense Penn. El 11 de enero, el diario mexicano El Universal publicó varias fotografías granuladas que muestran a Penn con su intermediaria, la actriz mexicana Kate del Castillo, al llegar al aeropuerto de Guadalajara y reunirse con miembros de la comitiva de Guzmán.
Las autoridades mexicanas han hecho nuevas declaraciones asegurando que las comunicaciones entre Castillo y Guzmán y sus abogados se monitoreaban rigurosamente desde agosto de 2014. Guzmán fue el primero en acercarse a la actriz de televisión después de que ella publicara una petición en Twitter en 2012 para que el capo “traficara con el bien”, añadiendo que creía “más en el Chapo Guzmán que en los gobiernos que me esconden verdades”.
El diario sinaloense Ríodoce también reveló que el último lugar de reunión con Guzmán —en ese entonces el hombre más buscado de México— fue en un parque ecológico propiedad de la Universidad Autónoma de Sinaloa. El parque se encuentra ubicado cerca de la ciudad de Cosalá en la frontera entre los estados de Sinaloa y Durango, en una zona remota del noroeste mexicano, que se conoce como “el triángulo dorado”.
Análisis de InSight Crime
Para muchos observadores, el uso hecho por Guzmán de un parque propiedad de una universidad, que incluye un museo, un hotel y un observatorio, es una evidencia más de la presunta complicidad de las autoridades locales en su protección y ocultamiento. Lo que debe ser una pequeña sorpresa es que pudiera sostener ese encuentro en su estado, donde su considerable poder implicaba que pocos alguna vez hablarían.
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Es cierto que Penn señala en su artículo que durante el trayecto al punto de encuentro, dos soldados del gobierno en un retén militar se mantuvieron lejos del vehículo, “y parecieron avergonzados”, al ver al pasajero que venía con él, Alfredo, hijo de Guzmán, por la ventana abierta.
En cuanto al alcance de la vigilancia, aún deben hacerse públicos más detalles sobre lo que las autoridades mexicanas sabían con precisión sobre esta reunión. Hasta qué punto la entrevista de Penn incidió en la captura de Guzmán sigue sin aclararse. Las autoridades mexicanas señalaron que fue “esencial”, y la procuradora general de de México Arely Gómez afirmó que las autoridades estaban analizando si Penn y Del Castillo infringieron alguna ley. Como respuesta, Penn ha defendido vehementemente sus acciones, declarando a The Associated Press que no tiene “nada que esconder”.