Los Caballeros Templarios son un grupo que se desprendió de la una vez poderosa Familia Michoacana en marzo de 2011. Al igual que sus predecesores de la Familia, los Caballeros Templarios se presentan como un grupo de “autodefensa” comprometido en la lucha contra los grandes carteles criminales de México en nombre de la población Michoacana, y con frecuencia utilizan la religión en sus comunicados públicos.

El arresto o asesinato de varios de sus principales líderes en 2014 y 2015 ha puesto en duda el futuro de la organización criminal, pero el grupo ha logrado sobrevivir a estos obstáculos y continúa haciendo presencia en el sur de México.

Historia

Los Caballeros Templarios anunciaron su llegada al mundo del hampa de México en marzo de 2011, cuando a lo largo del estado de Michoacán colgaron pancartas que decían que se encargarían de las “actividades altruistas previamente realizadas por la Familia Michoacana”. Esto sucedió después de la supuesta muerte de Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, líder espiritual de la Familia, en 2011 (El Chayo fue abatido realmente por las fuerzas de seguridad mexicanas en marzo de 2014).

El grupo tomó su nombre de la orden medieval religioso-militar que se encargó de la defensa de los peregrinos en Tierra Santa, cuyos miembros eran conocidos por su piedad y su osadía en el campo de batalla. La elección del nombre es parte de la apuesta del grupo a ser visto como algo más que una banda de narcotraficantes. Los miembros usan cascos de guerreros romanos durante las ceremonias de iniciación y distribuyen propaganda, promocionándose como campeones de la lucha contra el “materialismo, la injusticia y la tiranía”. El grupo incluso llegó a anunciar un alto el fuego temporal por el viaje del Papa Benedicto XVI a México en marzo de 2012.

La ventaja de controlar a Michoacán es que el grupo tiene la capacidad de manejar a la ciudad portuaria de Lázaro Cárdenas. Desde ahí, los Caballeros Templarios tienen acceso a los envíos de cocaína de Suramérica y a los precursores químicos provenientes de Asia para la producción de metanfetaminas, los cuales procesa o envía a la frontera con Estados Unidos.

Sin embargo, su ubicación también es su debilidad. Al igual que la Familia, la base del poder en Michoacán significa que tienen relativamente poco control sobre el tráfico de drogas transfronterizo, por lo que se ven obligados a negociar con otros carteles para transportar productos ilegales hacia el norte.

Además del narcotráfico, los Caballeros reciben una gran cantidad de ingresos por extorsionar empresas en sus áreas de influencia. Este es otro legado de la Familia, que en su apogeo cobraba “cuotas de protección” a cerca del 85 por ciento de los negocios legales en el estado de Michoacán. Las actividades de extorsión de los Caballeros también se ven facilitadas por su influencia en los funcionarios del gobierno local, lo cual logran a través de la intimidación y el pago de sobornos de las ganancias del narcotráfico.

En un video publicado en agosto de 2012, Servando Gómez, alias “La Tuta”, describe a su organización como “una hermandad fundada por un conjunto de leyes y códigos”, dedicada a la protección de la gente de Michoacán del crimen organizado. Y señala a Los Zetas como uno de los grupos criminales que “causa terror” en el país.

El abatimiento en un periodo de unas pocas semanas de 2014 del líder del cartel, El Chayo, y del segundo al mando, Enrique “El Kike” Plancarte, dejó el liderazgo de los Caballeros Templarios en gran medida debilitado. Mientras tanto, las ofensivas contra el cartel por parte de grupos de autodefensa y las fuerzas de seguridad del Estado han reducido su poder e influencia en la región.

En junio del 2017, uno de los últimos presuntos líderes de los Caballeros Templarios, Ignacio Rentería Andrade, alias “El Cenizo”, fue arrestado por las fuerzas de seguridad mexicanas en Michoacán.

En 2020, los Caballeros Templarios y otras subfacciones del grupo siguen activos en todo el sur de México, en áreas de Michoacán y Guerrero, resistiendo el intento de expansión territorial de grupos como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Liderazgo

Hasta febrero de 2015, los Caballeros estaban encabezadas por La Tuta, un carismático líder que con solía utilizar las redes sociales para aumentar su notoriedad. Sin embargo, aún no es claro si alguien llenará el vacío de poder dejado por su captura. No es claro quién fue el líder principal del grupo entre 2015 y 2017. Sin embargo, “El Cenizo” presuntamente tuvo el mayor liderazgo territorial del grupo antes de su captura.

Dado que ya está bastante fragmentado y dividido en otros grupos como Los Viagras, no está claro si los Caballeros Templarios tienen algún líder visible hoy en día.

Geografía

Si bien el grupo está localizado principalmente en Michoacán, los Caballeros también están activos en todo el centro de México, sobre todo en los estados de Guanajuato, Morelos y Guerrero.

Aliados y enemigos

Los Caballeros han estado involucrados en un duro conflicto con los miembros remanentes de La Familia Michoacana. Sin embargo, más recientemente, el grupo fue sacado de muchas ciudades de Michoacán por los grupos de autodefensa respaldados por las fuerzas gubernamentales. Se cree que un número considerable de miembros de los Caballeros Templarios desertaron a otros grupos criminales, incluyendo a las fuerzas de autodefensa.

Actualmente, los remanentes del grupo, es decir, Los Viagras, se enfrentan a poderosos grupos como el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) por el control de áreas criminales clave.

Perspectivas

Las captura y dimisión de varios políticos en 2014 con presuntos vínculos con La Tuta sugieren que los Caballeros Templarios todavía ejercen una influencia importante en el suroeste del país. Sin embargo, la detención de La Tuta a principios de 2015 ha puesto en grave peligro el futuro de los Caballeros Templarios.

Y el arresto de “El Cenizo” en junio de 2017 precipitó el fin de cualquier tipo de control regional amplio que el grupo pudiera haber ejercido en años pasados. Hasta ahora el grupo ha logrado repeler las incursiones del CJNG a través de la frontera con Michoacán, pero falta ver cuánto tiempo más los remanentes de los Caballeros Templarios podrán sostener esta lucha. Sin embargo, la capacidad del grupo para sacar provecho de las comunidades y gobiernos locales en las áreas en las que actúa puede ayudar a su supervivencia.

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