Las FARC participan en actividades criminales para financiar su lucha armada en contra del gobierno. No hay mucha diferencia entre la forma en la que las FARC y las Bacrim obtienen sus recursos. La única diferencia es a dónde va el dinero: para financiar una causa o para el enriquecimiento personal.

Este artículo hace parte de una serie sobre los retos del proceso de paz con las FARC en Colombia. Vea la serie completa aquí. También puede descargar el PDF completo.

Las FARC tienen dos flujos principales de ingresos. El más importante es el narcotráfico. El segundo es la extorsión. Después de esto viene la participación en minería, especialmente de oro, pero también de coltán, y luego sus inversiones legales en tierras y empresas en sus áreas de influencia. Las finanzas de algunos frentes fueron golpeadas cuando el grupo renunció al secuestro en febrero de 2012, una de las condiciones del gobierno para sentarse en la mesa de diálogos. Si algunos elementos de las FARC se escindieran, podrían regresar de nuevo al secuestro como forma de financiamiento.

Las FARC y el narcotráfico

“Quisiera serle taxativo en esto: ninguna unidad fariana, de acuerdo a los documentos y decisiones que nos rigen, pueden sembrar, procesar, comerciar, vender o consumir alucinógenos o sustancias psicotrópicas. Todo lo demás que se diga, es propaganda.”

– Comandante de las FARC, Alfonso Cano, en una entrevista con la publicación española Público, 11 de junio de 2011 1.

Otra negación más reciente sobre la participación de las FARC en el narcotráfico tuvo lugar el 17 de marzo de 2013, de parte de Ricardo González, alias “Rodrigo Granda”, uno de los negociadores de las FARC en La Habana, quien dijo que estas acusaciones le hicieron reír e insistió en que “no están hablando con ningunos narcotraficantes aquí, ustedes están hablando con un grupo armado”.

Así, pues, las FARC siguen afirmando que no son narcotraficantes, que simplemente imponen un impuesto sobre todas las actividades económicas en las zonas bajo su control, entre ellas el narcotráfico, lo que ellos denominan el “gramaje”. No obstante, existe abundante evidencia sobre la participación de las FARC en los diferentes eslabones de la cadena de las drogas, incluso en el ámbito transnacional y de las exportaciones. Todos los miembros del Secretariado de las FARC y el Estado Mayor Central tienen peticiones de extradición a Estados Unidos por cargos de narcotráfico. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) ni siquiera necesita construir casos individuales contra los líderes de las FARC. Basta demostrar que un líder de las FARC capturado pertenece a cualquiera de estas dos estructuras de mando insurgentes para asegurar una condena por narcotráfico 2.

En términos de números, capacidad militar, control territorial y ganancias del narcotráfico, las FARC son una de las redes de tráfico de drogas más poderosas de Colombia, y quizás del mundo.

La mayoría de los frentes de las FARC que operan en áreas de cultivo de coca cobran impuestos a los cocaleros (hasta US$50 por kilo de base de coca), y a los compradores de base de coca (alrededor de US$200 por kilo). También se cobran tarifas a los laboratorios de drogas en estas áreas, el tránsito de cargamentos de cocaína y a la salida de vuelos con drogas. A nivel local, las FARC no sólo cobran impuestos por la compra de base de coca y cocaína, sino que también tienen el monopolio de todas las transacciones de droga en su territorio. Cualquier cultivador de coca que trate de vender base de coca sin pagar a las FARC corre un alto riesgo. Cualquier comprador que busque comprar base de coca o cocaína en territorio de las FARC sin permiso, podría ser fusilado.

Sin embargo, la participación de varios frentes de las FARC en el negocio de las drogas va mucho más allá de la simple protección y los “impuestos”. Hay frentes que también se involucran en la cristalización de cocaína; ya sea directamente, operando laboratorios de cocaína o subcontratando a otros bajo su supervisión.

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Un kilo de base de coca cuesta alrededor de US$1.000 en Colombia. Sin embargo, las ganancias de la cocaína son mucho más elevadas, dependiendo de dónde se vendan las drogas. En el interior, un kilo de cocaína (con un 90% de pureza) se venderá por lo menos a US$2.000. Mueva ese mismo kilo a la frontera y vale US$3.000. Ese kilo en un país vecino (Venezuela, Ecuador, Brasil, Panamá) vale entre US$4.000 y US$6.000. Lleve ese kilo a Centroamérica y vale entre US$8.000 y US$12.000. La llegada a México asegura entre US$12.000 y US$15.000. En territorio estadounidense ese mismo kilo vale por lo menos US$25.000, mientras que en el Reino Unido esa cifra alcanza los US$60.000. Las FARC mueven habitualmente cocaína hacia los países vecinos, y existe evidencia de que también son capaces de transportar cargamentos hasta Centroamérica, si no más lejos.

Existe una gran discrepancia en las estimaciones de la cantidad de cocaína que se produce en Colombia. En 2010, la Casa Blanca presentó una cifra de 260 toneladas métricas. El informe International Narcotics Control Strategy del Departamento de Estado de los EE.UU. situó la cifra en 270 toneladas, mientras que las Naciones Unidas calculan unas 375 toneladas.

Si se realizan algunos cálculos —igualmente aproximados—, dividiendo la diferencia entre estas estimaciones, podría estimarse que la producción de cocaína está en unas 300 toneladas al año. En realidad, InSight Crime cree que esta cifra es bastante conservadora. Las FARC controlan alrededor del 60 por ciento de los cultivos de coca, o incluso más, según el gobierno. Si las FARC sólo estuvieran cobrando un “impuesto” a la pasta base, estarían ganando US$45 millones al año (el 60% de 300 toneladas equivale a 180 toneladas, multiplicadas por las ganancias de US$250 que las FARC obtienen por un kilo de base de coca). Partiendo de la base de que un químico competente obtenga un kilo de cocaína a partir de un kilo de pasta de coca, si las FARC estuvieran traficando cocaína al interior del país (a US$3.000 por kilo), entonces los ingresos brutos serían cercanos a los US$500 millones. Si las FARC estuvieran exportando esa misma cantidad de cocaína a Centroamérica, la cifra sería de US$1,8 mil millones. La realidad es una mezcla de los cálculos anteriores. La mayoría de los frentes guerrilleros trafican base de coca. Un porcentaje más pequeño también maneja algo de cocaína, mientras que los principales frentes narcotraficantes (ver mapa) se dedican a la exportación. Un cálculo realista de los ingresos de las FARC por concepto de narcotráfico estaría bien por encima de los US$200 millones.

Las FARC dieron el salto a la exportación de cocaína durante el fallido proceso de paz con el Presidente Andrés Pastrana (1999-2002). La clave para ello fue la zona de despeje de 42.000 km² dada a los guerrilleros; su condición previa para sentarse en la mesa de diálogos. Esta zona de despeje proporcionó el punto de encuentro perfecto para las FARC, tanto en el mundo legal como en el ilegal. Mientras los periodistas, políticos, empresarios y las delegaciones internacionales se dirigían a la “capital” de las FARC en San Vicente del Caguán, Caquetá, tras bambalinas, también la visitaron distribuidores de armas, narcotraficantes y miembros de otros grupos en las listas internacionales de organizaciones terroristas (entre ellos el grupo separatista vasco ETA y el IRA Provisional).

Durante los tres años de ocupación de las FARC, los cinco municipios de la zona de despeje vieron cómo se triplicó la siembra de cultivos de coca. Se hicieron contactos internacionales. Uno de los casos mejor documentados fue el de Carlos Charry, alias “El Doctor”, quien al parecer por orden del comandante del Bloque Oriental, alias el “Mono Jojoy”, estableció las conexiones con el Cartel de los Arellano Félix en Tijuana, México, en 2000 3. Este no fue un incidente aislado. En noviembre de 2002 un tribunal de Estados Unidos acusó al “Mono Jojoy” de negociar la entrega de 20 toneladas de cocaína al Cartel de Guadalajara 4. En 2003, Estados Unidos condenó a Eugenio Vargas Perdomo, alias “Carlos Bolas”, un guerrillero del Frente 16, de dirigir una red de cocaína a través de Surinam, la cual intercambia drogas por armas 5.

Desde 2008, ha habido un flujo constante de informes que señalan el vínculo entre las FARC y los carteles mexicanos 6. Parece haber una conexión de vieja data entre el Cartel de Sinaloa y el Frente 48 de las FARC. El Frente 48 mueve grandes cantidades de base de coca y cocaína hacia Ecuador a través del departamento colombiano de Putumayo 7. También se ha rastreado a las FARC moviendo cargamentos de cocaína hacia Venezuela, a través de los Frentes 33, 16 y 10. El Frente 57 de las FARC 8, situado a ambos lados de la frontera de Colombia con Panamá, también mueve cocaína hacia Centroamérica 9. En noviembre de 2012, la policía panameña se enfrentó con guerrilleros de las FARC en la frontera, matando a uno e incautando varias bolsas de cocaína 10. A lo largo de la costa del Pacífico, ha habido numerosos reportes de las FARC cargando submarinos o semisumergibles con droga, la mayoría con destino a México y Centroamérica. Estos envíos han sido asociados principalmente con los Frentes 29 y 30 11.

Lo que es cierto es que muchos líderes de las FARC tienen contactos con importantes organizaciones narcotraficantes transnacionales. También tienen acceso tanto a la base de coca como a la cocaína. Estas conexiones significan millones de dólares para quien las tenga, y pueden ser utilizadas por miembros de las FARC, hagan o no parte de esa organización.

Las alianzas con las Bacrim

Aunque en el último capítulo del conflicto civil en Colombia (1997-2006) hubo una guerra entre la guerrilla y los paramilitares de las AUC por el control de los cultivos de coca, los sucesores de los paramilitares, las Bacrim, no están interesadas en luchar contra la guerrilla. Son más estructuras mafiosas que ejércitos ilegales, y mientras tengan una capacidad militar limitada, no pueden aspirar a enfrentar a las FARC. En su lugar, quieren comprarles base de coca y cocaína para venderla a sus socios internacionales.

Esta es una situación ideal para las FARC. Mantienen el control de las zonas de producción de coca, lo que les asegura la influencia sobre una de sus bases políticas, los “cocaleros”, y los que cosechan la hoja de coca, los llamados “raspachines”. Ellos ganan dinero (en pesos) por sus operaciones diarias, vendiendo base de coca, y ocasionalmente cocaína, a las Bacrim y otros compradores independientes. No obstante, las compras de armas y municiones en el mercado negro internacional son realizadas en dólares. Y la manera más fácil para las FARC de ganar dólares es exportando ellos mismos la cocaína.

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Ha habido reportes de relaciones entre las FARC y las Bacrim en Antioquia 12, Cauca, Caquetá 13, Chocó, Córdoba (el ejército capturó juntos a miembros de los “Urabeños” y a un emisario del Frente 58 de las FARC en un laboratorio de drogas 14), Nariño 15, Norte de Santander 16, Meta 17, Putumayo 18 y Valle del Cauca 19.

Existe evidencia de que la naturaleza de la relación Bacrim-FARC ha ido mucho más allá de la compra y venta de base de coca. Durante una investigación de campo en Antioquia y Córdoba 20, salieron a la luz casos en los que las Bacrim habían pagado por la base de coca no sólo con dinero en efectivo, sino también con suministros, que a menudo son difíciles de conseguir para las FARC en el Nudo del Paramillo, donde están rodeadas por las fuerzas de seguridad y tienen poco acceso a los centros urbanos. Ha habido denuncias, en repetidas ocasiones, de que los “Rastrojos” han suministrado a las FARC armas a cambio de droga 21. Fuentes militares y policiales en Caucasia (Antioquia) también dijeron a InSight Crime que había evidencia de que ciertas figuras de las Bacrim, utilizando su infiltración en las fuerzas de seguridad, estaban proporcionando información de inteligencia a las FARC sobre operaciones del ejército. Incluso, ha habido rumores de que las FARC han proporcionado entrenamiento militar a los miembros de las Bacrim.

Aunque los negociadores de las FARC en La Habana han negado cualquier tipo de relación con las Bacrim 22, está claro que con el paso del tiempo algunos comandantes de las FARC han establecido vínculos, e incluso relaciones personales, con los líderes de las Bacrim. Nada les gustaría más a las Bacrim que asegurar el acceso a los cultivos de drogas y la base de coca, atrayendo elementos de la guerrilla a sus redes. Serían capaces de ofrecer incentivos muy elevados a los comandantes guerrilleros locales que puedan garantizar un suministro constante de droga, y esos frentes con contactos en las Bacrim representan un riesgo potencial mucho más alto de criminalización que otros. Es el mismo caso para los miembros de las FARC que cuentan con vínculos con grupos criminales transnacionales, como los carteles mexicanos. Los mexicanos ya se han movido a lo largo de la cadena de producción, buscando eliminar los intermediarios. A ellos les complacería asegurar una provisión estable de cocaína por parte de los guerrilleros y no tener que pagarles a las Bacrim por sus servicios de distribución.

Ganancias de las FARC por bloque y posibilidades de fragmentación o criminalización

Bloque Caribe o Martín Caballero

Este es el bloque más débil en términos económicos. Con base principalmente en Venezuela, tiene una presencia a lo largo de la frontera, tanto en los departamentos de Cesar como en La Guajira. Compuesto por los frentes 19, 41 y 59, percibe ingresos de la extorsión y es posible que participe del contrabando de gasolina desde Venezuela hacia Colombia. La criminalización de este bloque es poco probable, ya que está estrechamente controlado por Iván Márquez, tiene estrechos vínculos con Timochenko y el nuevo miembro del Secretariado, Hermilo Cabrera Díaz, alias “Bertulfo”. También cuenta con la mayor presencia en la mesa de negociación en La Habana. Además, carece de acceso a ingresos criminales significativos y, en términos militares, es sumamente débil; tal vez capaz de desplegar 300 guerrilleros en una sola acción.

Bloque Magdalena Medio (BMM)

Este es el bloque con lazos más estrechos con la actual dirección, debido a que Timochenko ha liderado a esta división de las FARC y sigue teniendo control del día a día de sus unidades en Norte de Santander. El actual comandante del bloque, Félix Antonio Muñoz Lascarro, alias “Pastor Alape”, es un cercano colaborador de Timochenko, y lidera las unidades del BMM en el Sur de Bolívar, Antioquia y Santander.

No obstante, este bloque está profundamente involucrado en el narcotráfico, no sólo imponiendo impuestos sobre la producción de coca en el sur de Bolívar y Norte de Santander, sino también traficando drogas hacia la vecina Venezuela. Tanto Timochenko como Pastor Alape han estado por largo tiempo bajo la mira de las agencias internacionales de seguridad; el Departamento de Estado de los EE.UU. ofrece hasta US$2,5 millones por información que conduzca al arresto de cualquiera de estos dos hombres.

Al igual que el Bloque Caribe, el BMM tiene presencia permanente en el lado venezolano de la frontera. Se cree que trabaja con elementos corruptos de las fuerzas de seguridad venezolanas, no sólo para asegurar apoyo logístico (armas, municiones y suministros médicos), sino también para contrabandear drogas. Un porcentaje significativo de las cerca de 200 toneladas de cocaína colombiana que pasan hacia Venezuela es manejado por las FARC, y parte de éste se entrega a los elementos corruptos de las Fuerzas Armadas de Venezuela, conocidos como el “Cartel de los Soles” 23.

Si bien es poco probable que este bloque, y sus unidades, se separen de la dirección central de las FARC, hay que reconocer que sí controla una gran cantidad de actividad criminal transnacional, y ofrecería importantes oportunidades para que miembros de las FARC continúen en actividades ilegales luego de una desmovilización. La existencia de cultivos ilícitos —al igual que minas de oro— en esta área de operaciones, el control de puntos de cruce fronterizos en las rutas del narcotráfico y los contactos con compradores internacionales de cocaína, significan que los integrantes de este bloque hacen parte de un patrimonio narcotraficante clave con todos los contactos que se requieren para operar en las más altas esferas del mundo del tráfico de drogas.

Bloque Oriental

El bloque de las FARC más poderoso en términos de números y territorio —el Bloque Oriental—, también ha tenido una participación más abierta en el narcotráfico. Aunque su jefe actual, Jaime Alberto Parra Rodríguez, alias “Mauricio Jaramillo” o “El Médico”, jugó un papel decisivo en las negociaciones secretas que condujeron al lanzamiento formal de las negociaciones de paz el año pasado, se retiró del proceso y actualmente no hay representantes en La Habana de la división más fuerte de las FARC.

Hasta 1999 y el comienzo del proceso de paz con el Presidente Andrés Pastrana, el Bloque Oriental fue uno de los más activos militarmente. Sin embargo, después de 2002 ha adoptado un perfil cada vez más bajo, y hoy, a pesar de su tamaño y capacidad militar, mantiene los niveles más bajos de hostilidades en comparación con su capacidad ofensiva. Este fue el caso incluso antes de que el “Mono Jojoy”, ex comandante del bloque y el mariscal de campo de las FARC, muriera en un bombardeo aéreo en septiembre de 2010. El Bloque Oriental era el principal objetivo de la Política de Seguridad Democrática del ex presidente Álvaro Uribe. Su fortín en La Macarena, en el departamento del Meta, se convirtió en la primera zona de consolidación del gobierno, y el objetivo de la primera Fuerza de Tarea Conjunta de los militares.

Todo esto ha hecho que el mando y el control del Bloque Oriental hayan sido uno de los más afectados. El bloque también se ha dividido efectivamente en dos, con los elementos del Norte (en el departamento de Arauca) aislados del resto del bloque, ya que la guerrilla perdió el control de los corredores estratégicos que cruzaban a través del departamento de Casanare.

Esta debilidad en el mando y el control, combinada con un profundo involucramiento en el narcotráfico, expone a las unidades del Bloque Oriental a un riesgo de criminalización mucho mayor. Bajo el mando del “Mono Jojoy”, el Bloque Oriental aprovechó las ganancias del narcotráfico. El Frente 16, en los departamentos de Guainía y Vichada, fue uno de los pioneros en la exportación masiva de cocaína. Bajo la dirección de Tomás Medina Caracas, alias el “Negro Acacio”, el Frente 16 llegó a exportar hasta 20 toneladas de cocaína al mes, trabajando con el narcotraficante brasileño Luiz Fernando da Costa, alias “Fernandinho Beira-Mar”. Esta sociedad criminal llegó a su fin después de que Beira-Mar fuera detenido por el ejército colombiano en abril de 2001, en las selvas del Guainía. Bajo el mando del “Negro Acacio”, el Frente 16 se convirtió en la principal fuente de ingresos para todo el Bloque Oriental. De hecho, pudo haberse convertido en la principal fuente de recursos de toda la guerrilla.

Esta fuente de ingresos provenientes del narcotráfico tuvo su fin en septiembre de 2007, cuando el Negro Acacio murió en un bombardeo aéreo junto con muchos de los altos mandos del Frente 16. Este fue un duro golpe a las finanzas del Bloque Oriental, pero esas redes de exportación, y el trabajo de la Comisión de Frontera en los límites con Venezuela y Brasil, están siendo reconstruidos por Élmer Mata Caviedes, alias “Albeiro Córdoba”. Él hace parte de la aristocracia de las FARC; hijo de Noel Matta Matta-Guzmán, alias “Efraín Guzmán”, uno de los fundadores y ex miembro del Secretariado de las FARC, quien murió en 2003. Albeiro Córdoba ahora controla un mini-bloque o Interfrente, formado por los frentes 1, 16, 39 y 44, y es el responsable de gran parte de las operaciones de narcotráfico del Bloque Oriental.

El Bloque Oriental es también el hogar de uno de los más notorios narcotraficantes de las FARC, el ex jefe del Frente 43, Gener García Molina, alias “Jhon 40”, quien presuntamente manejó hasta 100 toneladas de cocaína al año 24. “Jhon 40” se convirtió en sinónimo del crecimiento de la narco-cultura al interior de las FARC. Se hizo famoso por contratar prostitutas, llevar relojes Rolex y en general por darse la gran vida. Durante mucho tiempo sus excesos fueron perdonados, porque proveía a las FARC de un flujo constante de ingresos. No obstante, hay pruebas de que en 2010 fue llevado ante uno de los “tribunales revolucionarios” de las FARC y fue juzgado 25. Informes recientes de las fuentes de inteligencia sugieren que ha sido rehabilitado, y traído de vuelta al campo por el comandante del bloque, Mauricio Jaramillo, para que reconstruya las finanzas.

Debido a su participación del Bloque Oriental en el narcotráfico, las alianzas con las Bacrim y su carácter disperso, algunos elementos del bloque son muy vulnerables a apartarse de la guerrilla y tal vez criminalizarse. El control de los cultivos y las rutas de coca hacia Venezuela y Brasil, al igual que los contactos con las Bacrim (especialmente con los remanentes del Ejército Popular Revolucionario Antisubversivo de Colombia ?ERPAC?) y grupos de narcotraficantes brasileños, son todos componentes que alimentan el alto riesgo de criminalización en los escenarios 2 y 3.

Bloque Sur

La segunda división más poderosa de las FARC después del Bloque Oriental, el Bloque Sur, también está sin un representante en las conversaciones de paz en La Habana. Sin embargo, durante el proceso de paz de 1999, los dos principales comandantes del Bloque, Milton de Jesús Toncel Redondo, alias “Joaquín Gómez”, y José Benito Cabrera Cuevas, alias “Fabián Ramírez”, fueron negociadores principales.

Estos dos comandantes siguen a cargo del Bloque Sur, y como consecuencia de ello, es una de las divisiones mejor dirigidas y más disciplinadas del ejército guerrillero. Joaquín Gómez, quien es miembro del Secretariado, fue educado en la Unión Soviética, y es un marxista-leninista de línea dura. Él pertenece al ala más ortodoxa de las FARC, tiene una reputación militar muy fuerte en la guerrilla, y es poco probable que esté de acuerdo con nada que no sea un acuerdo de paz amplio, que tenga en cuenta la mayoría de las demandas de las FARC.

A diferencia del Bloque Oriental, el Bloque Sur ha mantenido un alto nivel de hostilidades, dirigidas contra las fuerzas de seguridad y la infraestructura petrolera.

El Bloque Sur también está profundamente involucrado en el narcotráfico. Su Frente 48, localizado a lo largo de la frontera con Ecuador, maneja grandes cantidades de cocaína, y bien puede tener vínculos directos con el Cartel de Sinaloa en México, el cual cuenta con personal en la provincia ecuatoriana de Sucumbíos 26.

Pese a su profunda implicación en el narcotráfico y sus vínculos con los narcotraficantes mexicanos, no es probable que los elementos del Bloque Sur se aparten de la guerrilla. El mayor riesgo en este caso sería en el segundo escenario, donde el liderazgo de este bloque puede presentar resistencia a cualquier acuerdo que no satisfaga a los elementos más reaccionarios de las FARC. Fuentes cercanas al comando del Bloque Sur señalaron que esta división de combate de las FARC continúa haciendo planes a largo plazo y llevando a cabo operaciones militares, y tiene poco interés en lo que está sucediendo en La Habana 27.

El Comando Conjunto de Occidente (también llamado “Bloque Alfonso Cano”)

Esta es la división de las FARC más activa militarmente, pues sostiene combates diarios contra las fuerzas de seguridad a lo largo de la costa del Pacífico y la Cordillera Occidental (Cordillera de los Andes). Bajo el mando de Jorge Torres Victoria, alias “Pablo Catatumbo”, quien fue el hombre de confianza del comandante de las FARC Alfonso Cano hasta su muerte, este bloque tiene acceso a cultivos de droga en el Cauca, Nariño, Valle del Cauca y el sur del Chocó, así como innumerables puntos de salida a lo largo de la costa Pacífica. No sólo trafica coca y cocaína, sino que también se cree que obtiene dinero de la marihuana y la heroína.

Jorge Torres Victoria, alias “Pablo Catatumbo”

Hay dos frentes narcotraficantes sumamente prolíficos en este bloque, el 29 y el 30. El 30 se ubica en el mayor puerto sobre el Pacífico, Buenaventura. El 29, por su parte, opera en Nariño donde se encuentran algunos de los cultivos de coca más extensos del país. Se cree que el poderoso Frente 6 maneja grandes cantidades de marihuana para consumo nacional e incluso para exportar a Venezuela 28.

Este bloque tiene un alto riesgo de criminalización o fragmentación. El líder del Frente 6, Miguel Ángel Pascuas Santos, alias “Sargento Pascuas”, es uno de los últimos sobrevivientes “marquetalianos”, los rebeldes que estaban con Manuel Marulanda cuando el ejército atacó en 1964 el pueblo de Marquetalia en Tolima, hecho que dio lugar al nacimiento de las FARC. Lograr que esta histórica figura de línea dura se sume a cualquier acuerdo de paz es crucial. Él cuenta con un estatus legendario dentro de las FARC, y el Frente 6 es uno de los más agresivos y activos militarmente en el país. Si no lo convence el acuerdo de paz, los prospectos de que se cree una facción separatista en el Cauca aumentan grandemente. Debido a los vínculos con el narcotráfico y la minería de oro, es probable que elementos guerrilleros se criminalicen en el tercer escenario, luego de la desmovilización, en los departamentos de Nariño, Cauca y Valle del Cauca.

El Comando Conjunto Central (también llamado “Bloque Adán Izquierdo”)

Este bloque, junto con el Caribe, es muy débil. Hasta la muerte de Alfonso Cano en noviembre de 2011, el bloque sufrió grandes pérdidas en la persecución del ejército a Cano y los duros golpes a las unidades que lo protegían. Ahora el bloque está en su mayor parte restringido al sur del departamento de Tolima, y depende casi exclusivamente de la extorsión para financiarse, aunque hubo un informe que señalaba que el frente 21 estaba vendiendo marihuana en los mercados locales 29.

El bloque ahora cuenta con quizás 400 combatientes. Debido al liderazgo de Alfonso Cano, éste era tradicionalmente uno de los bloques más ideológicamente comprometidos de las FARC, desarrollando un continuo trabajo político con las comunidades locales en el Tolima.

Es poco probable que el Comando Conjunto Central se criminalice, pero sin duda buscará un acuerdo de paz generoso, que justifique la muerte de Alfonso Cano, y satisfaga al grupo de combatientes incondicionales de las FARC en la zona donde nació la guerrilla en 1964. Este bloque corre el riesgo de mantenerse en la lucha armada, si cree que el acuerdo de paz que se firme con el gobierno es “deshonroso”.

Este artículo hace parte de una serie sobre los retos del proceso de paz con las FARC en Colombia. Vea la serie completa aquí.

Notas al pie:

[1] Público, “Siempre será posible construir escenarios de negociación con el Gobierno”, Junio 11, 2011. Disponible en: https://www.publico.es/internacional/siempre-sera-posible-construir-escenarios.html

[2] Entrevistas de InSight Crime con funcionarios de la Embajada de Estados Unidos, Bogotá, Enero 2013.

[3] Cambio, “Los cultivos de las FARC”, Marzo 13, 2002. Disponible en: https://www.derechos.net/colombia/messages/227.html

[4] International Crisis Group, “War and Drugs in Colombia”, Enero 27, 2005. Disponible en: https://www.crisisgroup.org/en/regions/latin-america-caribbean/andes/colombia/011-war-and-drugs-in-colombia.aspx

[5] Ibíd.

[6] Associated Press, “Colombian official ties FARC to Mexican drug cartels”, Octubre 7, 2008. Disponible en: https://www.nytimes.com/2008/10/08/world/americas/08mexico.html?_r=0

[7] InSight Crime realizó trabajo de campo en Putumayo en diciembre de 2012, investigando sobre el tráfico de drogas y el frente 48 de las FARC.

[8] InSight Crime, “New Colombian Addition to ‘Kingpin List’ Paid off FARC in Venezuela”, 26 de febrero de 2013. Disponible en: https://insightcrime.org/news-briefs/colombian-addition-kingpin-list-farc-role-trafficking

[9] InSight Crime realizó trabajo de campo en el Norte de Colombia y en Panamá en noviembre y diciembre de 2012.

[10] Reuters, “Panama’s Police Kill FARC Guerrilla, Capture 7 on Colombia Border”, Noviembre 30, 2012. Disponible en: https://articles.chicagotribune.com/2012-11-30/news/sns-rt-us-panama-farcbre8b0036-20121130_1_farc-communist-agrarian-movement-colombian-security-forces

[11] BBC News, “Farc’s Drug Submarine Seized in Colombia”, 25 de septiembre de 2011. Disponible en:https://www.bbc.co.uk/news/world-latin-america-15051108

[12] El Mundo, “Golpeada alianza Farc Bacrim”, 2 de agosto de 2010. Disponible en: https://www.elmundo.com/portal/resultados/detalles/?idx=155695&anterior=1&paramdsdia=5&paramdsmes=06&paramdsanio=&cantidad=25&pag=1405#.VdTkA_l_Oko

[13] Semana, “Presunta alianza entre FARC y Bacrim revela Mindefensa”, 23 de marzo de 2011. Disponible en: https://www.semana.com/nacion/articulo/presunta-alianza-entre-farc-bacrim-revela-mindefensa/237255-3

[14] Army News Service, “En una cocina artesanal capturados miembros de Bacrim y Farc”, 28 de febrero de 2013. Disponible en: https://www.ejercito.mil.co/?idcategoria=342975

[15] El Tiempo, “Alianza entre Farc y ‘Rastrojos’ estaría detrás del atentado en Tumaco”, 1 de febrero de 2012. Disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-11045401

[16] El Tiempo, “Siniestra alianza Farc, Eln y Bacrim azota municipios del Catatumbo”, 21 de enero de 2012. Disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-10980468

[17] RCN, “La U denuncia que en el Meta se aliaron Farc y bacrim para controlar el narcotráfico”, 15 de mayo de 2011. Disponible en: https://www2.rcnradio.com.co/node/86786

[18] El Colombiano, “Capturado jefe de ‘Los Rastrojos’ que servía de enlace con las Farc”, 22 de noviembre de 2010. Disponible en: https://www.elcolombiano.com/historico/caputurado_jefe_de_los_rastrojos_que_servia_de_enlace_con_las_farc-ODEC_112826

[19] El Tiempo, “‘Los Rastrojos’ arrendaban laboratorios de las Farc”, 3 de abril de 2010. Disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7523969

[20] InSight Crime pasó siete semanas en la región en 2012.

[21] El Liberal, “Incautan arsenal de las Farc y Los Rastrojos”, 25 abril de 2012. Disponible en:https://www.elespectador.com/noticias/judicial/hallan-poderoso-arsenal-de-farc-y-los-rastrojos-articulo-340613

[22] Verdad Abierta, “No tenemos alianzas con BACRIM: vocero de las FARC”, 21 de diciembre de 2012. Disponible en: https://www.verdadabierta.com/component/content/article/52-farc/4402-no-tenemos-alianzas-con-las-bacrim-vocero-de-las-farc/

[23] Vea el perfil de InSight Crime, “Cartel de los Soles”. Disponible en: https://es.insightcrime.org/noticias-sobre-crimen-organizado-en-venezuela/cartel-de-los-soles

[24] El Tiempo, “Géner García Molina, alias ‘Jhon 40’, el gran narco de las Farc”, 5 de diciembre de 2012. Disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-12425591

[25] El Tiempo, “‘John 40’, pasó de ser un capo de las Farc a ser prisionero de la guerrilla”, septiembre 11, 2010. Disponible en: https://www.eltiempo.com/archivo/documento/CMS-7902086

[26] InSight Crime llevó a cabo investigaciones en Putumayo, Colombia, en diciembre de 2012.

[27] Entrevista en Bogotá, 16 de mayo, 2013.

[28] El País, “Destruyen invernadero del Sexto Frente de las Farc en montañas de Corinto”, enero 11, 2012. Disponible en: https://www.elpais.com.co/elpais/judicial/noticias/destruyen-invernadero-del-sexto-frente-farc-en-corinto-0

[29] El Espectador, “Policía halla enterrada una tonelada de marihuana”, 6 febrero de 2013. Disponible en: https://www.elespectador.com/noticias/bogota/policia-halla-enterrada-una-tonelada-de-marihuana-articulo-403210

Jeremy McDermott is co-founder and co-director of InSight Crime. McDermott has more than two decades of experience reporting from around Latin America. He is a former British Army officer, who saw active...

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