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Élites y crimen organizado en Guatemala: Los Huistas

ÉLITES Y CRIMEN / 1 SEP 2016 POR INSIGHT CRIME ES

En la zona noroeste de Guatemala, una organización criminal poco conocida llamada Los "Huistas" domina el hampa, en gran parte debido a sus vínculos con empresarios, autoridades policiales y políticos.

Introducción – Tres masacres en Huehuetenango

En la pista de carreras para caballos “Carriles la Frontera” ubicada en la Aldea Agua Zarca,  zona fronteriza del departamento de Huehuetenango, se realizaría el 30 de noviembre 2008, una competencia entre criadores de caballos de Guatemala y México.  Pese  a ser  una región remota, no se trataba de una carrera fuera de lo común,  se realizaban frecuentemente, y la actividad se anunció días antes por la radio K-Buena.

Entre los asistentes al evento estaban los señores Darío Molina, Walter Montejo y Aler Samayoa, tres reconocidos líderes de Los Huistas, un  grupo de narcotraficantes asociados al Cartel de Sinaloa de México.  Hasta ese momento, ninguno de los tres tenía orden de captura ni solicitud de extradición por parte de autoridades guatemaltecas o estadounidenses. Su presencia en la pista se acompañaba de un operativo que comprendía tres círculos de protección alrededor de Samayoa y un vasto aparato de vigilancia que llegaba a la Carretera Panamericana, aproximadamente a 20 kilómetros.

En Cuatro Caminos, municipio de La Democracia (Huehuetenango) se activaron las alertas por la presencia de una caravana de vehículos guatemaltecos y mexicanos en la que se transportaban más de una docena de “narcosicarios” que tenían por objetivo asesinar a Samayoa, y consolidar la presencia de Los Zetas en el departamento.

EcoGuatemalaEste artículo es parte de una serie que estudia la relación entre élites y crimen organizado. Lea el informe completo de Guatemala (pdf). Vea las otras partes de la serie aquí.

El sistema de seguridad de Los Huistas funcionó, y no sólo evitaron el fallido atentado contra su líder; además neutralizaron a los atacantes.  Del choque entre los grupos resultaron 17 personas muertas, aunque se especula que otros cadáveres fueron llevados del lado mexicano de la frontera. Se consolidaba así el poder de los Huistas y empezaba el declive del grupo rival local, asociado al Cartel del Golfo.

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Huehuetenango, diciembre de 2012.  Un vehículo en el que viajaba un empresario y algunos burócratas fue emboscado la noche del 23 de diciembre.  La escena del crimen fue dramática: las autoridades encontraron los cuerpos de las víctimas en dos coches, que habían sido quemados, con múltiples heridas de bala, y 200 casquillos de municiones en las inmediaciones.1  Entre los fallecidos se encontraron Luis Antonio Palacios, gerente de un hotel de lujo y empresario local, un funcionario del Ministerio Público, un funcionario de alto nivel de los programas sociales de la primera dama, junto con otras cuatro personas más.

Guatemala attack hotel HuistasPalacios tenía dos socios en el hotel, uno de los cuales también trabajó con él en un negocio de exportación de café, según el medio guatemalteco elPeriódico.2 El hotel, La Ceiba, tiene dos piscinas, una discoteca y un jacuzzi. El ataque del 23 de diciembre no detuvo el negocio. La página de Facebook del hotel tenía publicaciones anunciando la celebración de Año Nuevo y otras actividades que iban hasta el día de San Valentín.

Según Prensa Libre, las autoridades vincularon a Palacios con grupos narcotraficantes en la zona, y dijo que uno de los vehículos incendiados tenía un compartimiento oculto.3 No obstante, ni drogas ni dinero fueron encontrados en el auto. Lo que es más, no hay ninguna investigación oficial abierta sobre las actividades de Palacios.

Fuentes oficiales dijeron a InSight Crime que Palacios estaba lavando dinero para Aler Samayoa, alias "Chicharra", el líder de Los Huistas.

La muerte de Palacios, sin embargo, parece estar conectada a una disputa interna, según fuentes locales consultadas para esta investigación. Aparentemente el hotel, y otros negocios, son fachadas para el lavado de dinero para Los Huistas, según fuentes que no quisieron ser identificadas por temor a represalias. No está claro si los funcionarios que viajaban con Palacios tenían algún vínculo con el crimen organizado, o simplemente estaban en el lugar equivocado en el momento equivocado.

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Seis meses más tarde, la noche del jueves 13 de junio de 2013 un operativo similar se realizó en la cabecera municipal de Salcajá, Quetzaltenango. Una caravana de vehículos se detuvo frente a la estación de la Policía Nacional Civil (PNC),  donde una decena de hombres armados entraron y asesinaron a ocho agentes policiales (foto), y secuestraron a un oficial de dicha entidad.

Guatemala Police KilledPara informar sobre este hecho, la Radio Sonora, una importante cadena radial con cobertura nacional, invitó a los oyentes de la zona a reportar el movimiento de la caravana.  Entre las 8:00 y 11:00 de la noche se recibieron llamadas; algunas de las cuales fueron transmitidas al aire en las que las personas informaban el paso de la caravana por la carretera que conduce del municipio de Huehuetenango a La Mesilla,  aldea fronteriza del municipio de La Democracia,  señalando que la PNC y el ejército no actuaron contra los supuestos responsables del hecho y la complicidad de las autoridades con los grupos de narcotraficantes que operan en el departamento.

La semana siguiente aparecieron los restos del oficial de policía secuestrado, y las investigaciones realizadas establecieron que el asesinato de los policías fue ordenado por Eduardo Villatoro Cano en represalia por un “tumbe”5 (robo de droga). Villatoro Cano era para ese entonces enemigo de Los Huistas.

Una vez confirmado esto, la Policía y el Ministerio Público (MP) con el apoyo del ejército, lanzaron un operativo que involucró hasta a 2.000 funcionarios para desarticular el grupo: capturaron a más de una docena de personas, decomisaron vehículos, armas y drogas y, finalmente se logró la detención de Villatoro Cano, en México.

Con este operativo, se redujo a su mínima expresión ese grupo opositor a Los Huistas.  Además se demostraba que las fuerzas de seguridad del Estado podían, si se lo proponían, desarticular grupos criminales haciendo uso de la inteligencia y la acción policial.  La pregunta a responder, después de la captura de Villatoro Cano era ¿Por qué las fuerzas de seguridad responden con rapidez y contundencia en el caso de Villatoro Cano, pero en el caso de Los Huistas no ha habido ninguna acción concreta?

Este trabajo explora las posibles respuestas a esta y otras interrogantes sobre Los Huistas a través de indagar las relaciones entre la política, las élites y el crimen organizado en el departamento de Huehuetenango, Guatemala.

Este es nuestro intento de hacer público esos vínculos, pero este es un terreno difícil de investigar. Huehuetenango y sus alrededores son en gran parte un agujero negro en lo que respecta a las noticias y la información oficial. El núcleo de Los Huistas sigue activo y mantiene influencia sobre autoridades estatales y no gubernamentales. La mayoría de las fuentes para este informe preferían hablar en anonimato por temor a represalias.

Contexto - Huehuetenango: entre lo comunal y lo global

Huehuetenango es una región clave para la comprensión de las múltiples dimensiones de las relaciones entre crimen organizado, élites o grupos de poder local, comunidades y Estado.  Se trata de un departamento ubicado en la zona noroeste de Guatemala, es fronterizo con México y con los departamentos de San Marcos, Quiché, y Totonicapán.

Es un territorio profundamente integrado a dinámicas globales a través de al menos tres procesos: el ser un territorio de frontera, constituir una zona de paso de personas y mercancías y la migración internacional.

Desde el período colonial ha sido una región periférica respecto al valle de Guatemala, y por ende, a la dinámica política y económica ahí generada; y al mismo tiempo, una zona caracterizada por la fluidez comercial y cultural, y la vinculación con México. Su ubicación marginal respecto al centro de Guatemala, contribuyó a la consolidación de identidades comunitarias y el desarrollo de hecho de cierta autonomía.

Además, el departamento ha sido históricamente una zona de paso de personas y mercancías: los registros arqueológicos y etnohistóricos muestran la presencia de objetos en Huehuetenango procedentes de distintas zonas de Mesoamérica. Lo que hoy es considerado como contrabando, ha sido una forma de trabajo arraigada en la zona, que probablemente ha sido aprovechada por grupos dedicados al tráfico de sustancias ilícitas. No sorprenderá entonces que desde finales de la década de 1970 la población de varios municipios de Huehuetenango empezó a migrar a Estados Unidos. Inicialmente se trató de flujos individuales; posteriormente se establecieron redes que facilitan el tránsito y la inserción de los huehuetecos en el país del norte.4

Los grupos criminales huehuetecos estudiados, aunque tienen necesariamente vínculos con grupos transnacionales, son profundamente locales y han desarrollado una suerte de simbiosis con su entorno político, social y cultural que nace de alguna manera de la historia compartida de la zona incluso el flujo de artefactos y luego personas. Esos grupos criminales comparten algo con las élites políticas en el sentido que lo que se puede constatar es la existencia de “Redes político económicas ilícitas (RPEI),” un término que inventó la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) para explicar este fenómeno.5 Las RPEI mantienen un control sobre posiciones políticas claves —diputaciones, alcaldías, gobernación departamental—, que han utilizado para lograr procesos de acumulación económica, y la construcción y consolidación de bases sociales. Algunas de las actividades de RPEI se desarrollan en los márgenes de lo lícito, por lo que es difícil establecer una separación tajante respecto a lo criminal.

El carácter periférico de Huehuetenango con relación al centralismo del valle de Guatemala también ha contribuido a dinámicas de desarrollo con características propias y condicionadas por una geografía accidentada que ha generado diferencias de una zona a otra del departamento y en algunos casos dentro de los  municipios. El 79 por ciento de la población reside en zonas rurales y, en algunos municipios, esta proporción supera el 90 por ciento. Esto implica no sólo la dispersión de la población en pequeñas localidades sino que, debido a la geografía, el desarrollo de dinámicas autónomas. De acuerdo con datos actualizados a 2014, el 73,8 por ciento de la población vive en condición de pobreza, y el 28,6 por ciento en extrema pobreza. El 56  por ciento de la población es indígena y en 18 de 32 municipios este porcentaje supera el 90 por ciento de la población6. Las cifras a 2014, indican que el 28,1 por ciento de la población es analfabeta.

La geografía —incluyendo la ubicación fronteriza—, la diversidad étnica, la dispersión de la población y la carencia de infraestructura permitieron la constitución de microrregiones en el interior del departamento con una presencia estatal heterogénea, pero generalmente débil, que posibilitó el surgimiento de dinámicas sociopolíticas propias. En medio de esta diversidad y de esta geografía montañosa que representa Huehuetenango se ha constituido “una compleja red de veredas” que conectan a estos pueblos entre sí y con Chiapas, México, dando lugar al establecimiento de  relaciones y de intercambio comercial que hasta cierto punto reduce la dependencia total hacia la agricultura. En el departamento existe una relación muy intensa entre las identidades de los pueblos y su geografía. La historia y la geografía han contribuido al establecimiento de desarrollos diferenciados en la organización político-social y cultural7.  El panorama comunitario de Huehuetenango, permite identificar territorios reindigenizados, zonas indígenas multiétnicas, y territorios ladinos.8

huehuetenango es

Con la expansión del cultivo del café, desde 1860, las localidades con condiciones para su cultivo fueron afectadas por la expropiación de la tierra y la explotación de la mano de obra. Así, los propietarios de plantaciones de café se convierten en una élite local que controlaba el poder político, la economía y el mercado de trabajo. En efecto son las élites económicas principales de la zona. Sus distintas formas de control social y de explotación del trabajo, provocaron, desde la época colonial, diversas estrategias de resistencia comunitaria; las rebeliones y los levantamientos; así como la fuga de familias y comunidades hacia zonas montañosas y selváticas para evitar el trabajo forzado.9  Con la introducción del cultivo del café, Huehuetenango también quedó articulado a los procesos de mundialización de la economía, aunque las formas de organización de la producción y de la sociedad no fueron necesariamente capitalistas.

Los cambios económicos, sociales y políticos desencadenados a partir de lo que se llama en Guatemala la Revolución de Octubre de 1944, siguieron a pesar de la intervención estadounidense de 1954, que tumbó al presidente Jacobo Árbenz (para más información sobre esto vea la introducción). Las comunidades que mantenían cierto aislamiento y relativa autonomía, pasaron a vincularse más al mercado interno y a la vida política nacional. En el campo económico, el fin del trabajo forzoso y el período de crecimiento que siguió a la segunda guerra mundial dieron lugar a procesos de diferenciación social y acumulación económica. En varios de los municipios fronterizos de Huehuetenango por ejemplo, el contrabando a pequeña escala de productos mexicanos se convirtió no sólo en una estrategia de subsistencia sino también en mecanismo de acumulación que formarían la base económica de algunos poderes emergentes en los años posteriores.

Sin embargo, los procesos de diferenciación social, la disputa por el poder local y la confrontación por el control de la tierra; se articularon con el accionar insurgente de finales de los setenta. Con el desarrollo de la guerra civil, entre 1979 y 1984 se modificó la estructura de poder interno del departamento.10 Buena parte de las élites ladinas en los pueblos indígenas migraron hacia la Ciudad de Guatemala y la cabecera departamental, y el poder de los terratenientes cafetaleros tendió a desaparecer.

Los cambios originados en la segunda mitad del siglo XX, particularmente la Revolución de Octubre y la guerra civil (1960-1996),  provocaron la pérdida del poder político local en estos grupos, y la desaparición de la mayoría de las grandes fincas, para dar lugar a medianas y pequeñas propiedades, que ahora son las principales productoras de café del departamento. Actualmente, las empresas interesadas en la explotación de los recursos hídricos y mineros, generalmente transnacionales, han realizado alianzas con grupos nacionales y locales para implementar sus proyectos, aunque enfrentan fuerte oposición comunitaria.

En resumen, los grupos de poder, el predominio finquero y de los ladinos tradicionales, fueron desplazados por los efectos de la guerra civil, dado que muchos ladinos optaron por migrar a la cabecera departamental, o a la Ciudad de Guatemala, y el poder municipal fue cambiando de manos11.  Estos cambios provocaron inicialmente un vacío de poder, que fue ocupado por diversos grupos en el marco de la democratización.

Inicialmente este vacío fue ocupado por el ejército y su brazo paramilitar, las llamadas Patrullas de Autodefensa Civil (PAC)12. Durante la mayor parte de los ochenta, el jefe de la zona militar asumió la coordinación de las entidades públicas en el departamento y a través de las PAC, mantuvo el control de los municipios y las comunidades. Esta situación fue cambiando conforme se fue consolidando el proceso de democratización y avanzando en el proceso de pacificación en los años noventa.

Ya en el siglo XXI, las estructuras de poder local y departamental han tendido a hacerse más complejas, fluidas y descentralizadas. La autonomía municipal y la descentralización de funciones y recursos han posibilitado que tanto las alcaldías como las propias comunidades ejerzan el control de ciertas decisiones locales; por su parte, los grupos de poder regional han logrado cierta influencia en el departamento y construir alianzas nacionales; y, en ese marco, algunos grupos criminales han logrado desarrollarse y asentarse en algunas zonas del departamento.

Las elites políticas de Huehuetenango se han constituido en este contexto regional y en interacción con un sistema político nacional caracterizado por la fluidez del sistema de partidos, la intermediación basada en personas antes que en proyectos políticos, y el financiamiento privado de las campañas electorales. Este sistema político que no sólo es portador de déficits democráticos sino que ha convertido a la política en su conjunto, en un campo de acumulación privada, donde las elecciones permiten personas y grupos el acceso a puestos claves para su propio beneficio. Asimismo, la política ha sido penetrada por intereses privados que prevalecen por encima de la mayoría de la población.13 Estos actores que buscan influir en el proceso de decisiones políticas abarcan desde las grandes corporaciones transnacionalizadas y empresas transnacionales, hasta grupos criminales propiamente dichos14.

En Huehuetenango pueden identificarse varias de las antes mencionadas “Redes político económicas ilícitas” (RPEI) a partir de estudiar lo que Jahir Dabroy denomina los linajes políticos de este departamento15.  Estas son redes de parentesco que han logrado el control de alcaldías y diputaciones distritales, desde las que consolidan sus bases políticas y territoriales y se perpetúan en cargos públicos.

Tal es el caso de la familia López Villatoro, originaria del municipio de Cuilco, es propietaria de diversos negocios. Los López Villatoro han construido una red política en los municipios del sur de Huehuetenango que le permite incidir decisivamente en los electores y, los fondos para su campaña provienen de fuentes familiares16. Uno de sus integrantes es Roberto López Villatoro, conocido como el “rey del tenis”, al que se acusa de tener influencia en el sistema de justicia y realizar actividades de contrabando17. No obstante, ninguno de estos señalamientos se ha traducido en demandas o acusaciones formales18.

Los Huistas, sus actividades ilícitas y su red de protección

La extensión y diversidad geográfica así como la ubicación fronteriza del departamento y el flujo constante de personas y bienes posibilitan que en el mismo se realicen diversos delitos y operen varios grupos criminales. Como se mencionó antes, el grupo liderado por Aler Samayoa Recinos, conocido como “Chicharra”, y asentado en la región Huista es, de los grupos que operan en Huehuetenango con mayor autonomía y desarrollo organizativo alcanzado. Con una organización centralizada y jerarquizada, posee estructuras especializadas en trasiego, almacenamiento y producción de drogas y de lavado de activos.19Guatemala Aler Samayoa

Según fuentes locales y nacionales, además de destacados políticos de la zona que prefieren anonimato, la base de la actividad ilícita de Los Huistas se estableció hace años. Desde los setenta se tiene conocimiento de la siembra de marihuana y amapola en algunas de las zonas montañosas de este departamento; actividades relativamente aisladas, y que respondían a la demanda de intermediarios mexicanos. Fue hasta finales del siglo XX cuando se implantaron y desarrollaron grupos como Los Huistas, dedicados fundamentalmente al acopio y transporte de drogas hacia el territorio mexicano. Inicialmente, estos grupos estaban formados por mexicanos pertenecientes a los carteles de Sinaloa y del Golfo que establecieron alianzas con grupos locales huehuetecos, y con experiencia en el contrabando y traslado de migrantes. Paulatinamente, estos grupos construyeron una estructura logística propia que les permitía mover y almacenar drogas, desde la ciudad de Huehuetenango hasta la frontera.

El grupo Huista toma su nombre de la zona donde está asentado. Huista se refiere a los municipios de San Antonio Huista y Santa Ana Huista, dos municipios pequeños en el noroeste del departamento. El grupo está ligado al Cartel de Sinaloa —o sea se actúa como transportadores de sustancias ilícitas por el país—, pero poco a poco ha adquirido cierto grado de autonomía; y ha pasado del trasiego al almacenamiento y en los últimos cinco años a la producción de metanfetaminas. El grupo también desarrolló una estrategia de implantación territorial, que además de la infraestructura para el narcotráfico, le posibilitó construir un entramado de negocios que incluyen; hoteles, centros de recreación, comercios, talleres, empresas de construcción e incluso, academias de computación, según fuentes oficiales que han investigado el grupo. Todos esos negocios le han posibilitado además de realizar operaciones de lavado de activos, establecer contactos y vínculos con empresarios, funcionarios y otras autoridades a través de intermediarios al nivel local y nacional.

Con la intensificación de la lucha contra las drogas, los conflictos entre carteles mexicanos y el surgimiento de estructuras dedicadas al tumbe de drogas, el asunto de la seguridad es fundamental para la continuidad en el tiempo de estos grupos criminales. En el caso del grupo de Samayoa, esto los ha llevado a formar un sofisticado aparato de seguridad que busca, en primer lugar, protegerlo a él y a los principales líderes de su grupo de ataques de grupos rivales, y posibles operaciones para capturarlo; en segundo lugar, proteger sus actividades delictivas y empresariales; y, en tercer lugar, establecer en su territorio de implantación una zona de seguridad.

El funcionamiento de esta seguridad con un sistema de control territorial primario basado en el despliegue en las principales carreteras, puentes y cruces de caminos de un sistema de vigilantes (banderas), que controlan el paso de personas y vehículos, que reportan cualquier movimiento sospechoso a sus responsables inmediatos que, una vez puesta la alerta, analizan la posible amenaza. Generalmente cada “puesto de vigilancia” cuenta con dos personas; una responsable de la comunicación, y otra con una motocicleta que se encarga del seguimiento de sospechosos. El investigador de este informe observó el funcionamiento de estas estructuras, y en una ocasión fue fotografiado por los mismos.

Este sistema de vigilancia es fundamental para mantener la seguridad territorial, sin embargo resulta insuficiente para preservar a este grupo de operaciones de las fuerzas de seguridad. Es por ello, que además de mantener la vigilancia en el territorio, la estructura ha creado una red de informantes en el interior de la PNC y del Ministerio Público en el ámbito local. Sobre lo primero, de acuerdo con una fuente 20, este grupo mantiene relaciones con comisarios, subcomisarios y policías de Huehuetenango y San Marcos, algunos de los cuales están en nómina, y trasladan información tanto  de operativos policiales en su contra como de las actividades de grupos rivales.

La red extiende al sistema judicial también. En el Ministerio Público local, aparentemente lo que existe es un flujo de información basada en la pertenencia a redes de parentesco, de compadrazgo y clientelares, quienes permiten el conocimiento de investigaciones o indagaciones en contra del grupo. En niveles más altos, habría contactos tanto en el ejecutivo como el legislativo, que serán abordados en la siguiente sección.

La efectividad de este sistema de seguridad se hizo evidente cuando un grupo de sicarios ligados a Los Zetas intentaron emboscar a Los Huistas durante la carrera de caballos que habían preparado en noviembre 2008.

En ese momento Los Zetas era el grupo más temido en Guatemala. Su estrategia era simple: controlar territorio para poder cobrar cuotas (o “piso” como se dice en bajo mundo) de todas las actividades ilícitas y a veces lícitas en sus zonas de operación. Esa estrategia cuadraba perfectamente con su carácter distintivo y origen militar: el núcleo del grupo había salido de las fuerzas especiales de México. Para ese fin también buscaban aliados locales que tenían el mismo carácter distintivo y así encontraron a Eduardo Villatoro Cano, un huehueteco con métodos igual de violentos y bruscos.

En marzo 2008, Los Zetas habían matado a Juancho León, en ese momento el hombre más fuerte del bajo mundo en Guatemala, y con sus aliados estaban tomando control del oriente del país y sus corredores de tráfico. Para noviembre 2008, ya estaban ojeando la parte occidental, específicamente Huehuetenango. Sin embargo, en vez de eliminar a sus enemigos, fueron Los Huistas que terminaron siendo los agresores, dejando más de una decena de Los Zetas muertos21. La masacre consolidó el poder de Los Huistas en la zona y provocó el comienzo del declive del grupo de Villatoro Cano.

Los Huistas y el control social

En el territorio, principalmente en los municipios de Santa Ana Huista y San Antonio Huista, la estrategia de seguridad se ha basado en la construcción de una red de protección y legitimación social sostenida en primer lugar, en una práctica distributiva y en una norma no escrita que sanciona la delación. Sobre lo primero, las actividades de blanqueo han permitido la creación de un entramado empresarial que ofrece opciones de empleo a los habitantes de estos municipios; y, la participación en las distintas actividades ilegales del grupo se ha convertido en fuente de prestigio y aspiración de un porcentaje importante de jóvenes del municipio, que pretenden convertirse en parte de este grupo. (Son estos mismos jóvenes, entre otros, que forman parte de la red de seguridad antes mencionada.)

Por otro lado, los habitantes de estas localidades saben que cualquier “lenguazo” (delación o comentario que dé cuenta de las actividades de este grupo) es castigado violentamente. En las pláticas cotidianas existe un acuerdo tácito de no referirse a “eso” que ocurre en el municipio, que todos saben pero nadie menciona y, en el caso de la comunicación con visitantes o extraños, se evaden estos temas.  Adicional a esto, en estas localidades existe una política activa de “tolerancia cero” a la delincuencia común. Los grupos de seguridad de “los huistas” han asesinado a presuntos pandilleros, violadores o sospechosos, a fin de evitar la presencia de grupos rivales, y mostrar a los vecinos que su presencia les garantiza seguridad.

La PNC rara vez interviene en este tipo de situaciones. De hecho, es vox populi que estas forman parte de la planilla de estos grupos. Aunque existe un fuerte despliegue policial en las carreteras que conducen a las cabeceras municipales de San Antonio Huista y Santa Ana Huista, los agentes de seguridad no detienen a los transportes señalados de conducir sustancias ilícitas y más bien, parecen proteger a estos grupos, ya que sí ejercen un fuerte control sobre los visitantes o desconocidos que llegan al municipio.

De acuerdo con la información recopilada en el terreno y confirmada informalmente por funcionarios del Ministerio Público y de la Dirección General de Investigación Criminal  (DIGICI), el grupo de Los Huistas ha diversificado sus actividades dentro de la narcoactividad añadiendo la fabricación de metanfetaminas en sus zonas de control. Sin embargo, el negocio principal continúa siendo el trasiego de cocaína desde la frontera de Honduras y El Salvador, así como desde la Costa del Pacífico y la Ciudad de Guatemala hacia la frontera con México. Esta estructura posee bodegas en Huehuetenango, Santa Ana Huista, San Pedro Necta y Nentón.

Según exfiscales del Ministerio Público que investigaron la situación de narcoactividad en Huehuetenango, no existe semana del año en la que no se produzca el traslado de drogas desde los puntos fronterizos de oriente, la costa sur o ciudad de Guatemala hacia Huehuetenango. El traslado se hace en caravanas de tres a cinco vehículos que llevan estas sustancias en depósitos ocultos dentro de los vehículos (caletas). Durante el traslado se activa el sistema de seguridad que permite prever puestos de registro, operaciones policiales y eventualmente la presencia de grupos rivales.

Además de esta modalidad, otra detectada ha sido la del uso de pequeños camiones que viajan con las puertas abiertas para mostrar que supuestamente van vacíos, aunque cuentan con depósitos ocultos.  Estas caravanas no se detienen en los puestos de control policial y ni siquiera en los del programa de control de la mosca del mediterráneo MOSCAMED, dicen las fuentes antes mencionadas. De acuerdo con un oficial del ejército de Guatemala que solicitó el anonimato, existe un acuerdo de hecho entre los grupos criminales y las autoridades policiales locales para permitir el trasiego de sustancias ilícitas.

Las rutas identificadas para el tráfico de drogas que parten de la Ciudad de Guatemala, pasan por Chimaltenango, Los Encuentros, Cuatro Caminos, Ciudad de Huehuetenango y la frontera Gracias a Dios. Una ruta alterna es cruzar en cuatro caminos hacia Quiché, y de allí hacia la frontera. Desde la Costa Sur, la ruta es por el Zarco, Quetzaltenango, Huehuetenango y la Zona fronteriza. Otra ruta posible atraviesa las Verapaces, Uspantán, Cunén, Zacapulas, Aguacatán y Huehuetenango hasta llegar a la zona fronteriza22. Todas las rutas mencionadas coinciden en los municipios de La Democracia, Santa Ana Husita y Nentón, lo que confirma la existencia de infraestructura de almacenamiento seguro en esas localidades.

Además del empleo terrestre de frontera a frontera, se han identificado tramos en las carreteras del norte de Huehuetenango que son utilizadas como pista de aterrizaje: existe una pista de aterrizaje formal en las afueras de Nentón que es utilizada esporádicamente. De acuerdo con informantes de la localidad, el operativo se realiza en cuestión de minutos: el tramo carretero es iluminado por antorchas, lo que permite el aterrizaje de la avioneta que es descargada por cuatro o cinco vehículos tipo pick up y provista de combustible. Una vez realizado esto la aeronave despega, y los vehículos trasladan su carga a las bodegas establecidas en el territorio. Además, en los municipios de La Democracia, Santa Ana Huista, Jacaltenango y Nentón se han instalado laboratorios para la producción de metanfetamina, lo cual significa el cambio de bodegueros y transportistas, al de productores, según funcionarios del Ministerio Público y de la DIGICI.

Los Huistas y la élite económica local

Diagrama1 RedHuista EliteLocal

La estructura para el blanqueo de activos ha implicado la formación de un entramado de negocios que se extiende por varios departamentos del país, y cuyo núcleo más conocido se encuentra en Huehuetenango. En este departamento este grupo se ha destacado por la realización de inversiones inmobiliarias, en hoteles y centros de recreación y posiblemente cultivo y venta de café, según fuentes en el Ministerio Público que han investigado el caso. Entre estos se destacan: el Hotel & Resort La Ceiba sobre la ruta interamericana; los residenciales Mira al Bosque en la ciudad de Huehuetenango; el centro recreativo y comercial Victoria Center en Santa Ana Huista; la Finca el Sabino en La Democracia; y otras propiedades en los departamentos de Retalhuleu, Izabal y Petén23.

El gerente del Hotel & Resort La Ceiba fue Luis Antonio Palacios, quien murió en la masacre navideña en 2012 junto con seis personas más. Según el registro mercantil consultado en su momento por el medio guatemalteco elPeriódico, el hotel estaba inscrito a nombre de Nery López Samayoa y Wilber Alberthony López Castillo24. Según fuentes oficiales consultadas para esta investigación, López es una parte muy importante de la red de Aler Samayoa y aparece como dueño de varias propiedades y negocios de Los Huistas. Era también socio de Palacios en un negocio que se llama Compradores y Exportadores de Café del Bosque, según el registro mercantil consultado por elPeriódico25.Guatemala Nery Lopez Huistas

El contacto de Los Huistas con compradores y exportadores muestra un interés y posiblemente actividad en el sector agrícola más importante de la zona. Ser productor y exportador de café no sería fuera de lo común para un grupo del crimen organizado. De Honduras a Colombia la agroindustria y la ganadería son de las mejores maneras de camuflar grandes flujos de capital y movimiento de producto ilícito, además de una forma de acumular capital político y social.

En el caso de Los Huistas puede tener otro significado más importante aún. La huida de los grandes cafeteros en los últimos treinta años ha dejado un vacío de poder en la élite en Huehuetenango. Por un lado se puede decir que políticos y comerciantes emergentes están llenando este vacío —algo que cubrimos en la siguiente sección—. Sin embargo, gente que está acumulando capital ilícito, bien sea por contrabando, bien sea por narcotráfico, también parece estar bien posicionada para llenar ese vacío.

Los Huistas también parecen ser parte de otro gran negocio emergente: la hotelería y los centros comerciales. Ambas áreas representan lugares donde se puede invertir grandes sumas de dinero sin mayor control incluso en denominaciones extranjeras y expandir redes sociales y políticas. Por ejemplo, en sus anuncios, el Hotel & Resort dice que cuesta alrededor de US$200, sin embargo el precio real es más cercano a US$30, lo cual representa un margen significativo para manipular los libros de contabilidad26.

Los hoteles y centros comerciales también parecen ser los lugares donde se establecen las redes con autoridades, fuerzas de seguridad y socios potenciales. Varias fuentes oficiales comentaron que es en los hoteles donde se hacen las fiestas (con abundante alcohol y prostitutas) para ganar la confianza de los miembros del Ministerio Público, la policía y el ejército. “Ni siquiera hay que sobornarlos [con efectivo]”, dijo un oficial27.

Además el supuesto nexo entre Palacios y Los Huistas nos deja una pista sobre la cual podemos apreciar como los gerentes de ese importante negocio intersectan con ciertas élites burocráticas28. Por los menos dos de los acompañantes de Palacios que fueron asesinados esa misma noche del 23 de diciembre del 2012 fueron destacados miembros del Estado guatemalteco; una era fiscal del Ministerio Público y la otra directora de la Secretaría de Obras Sociales de la Esposa del Presidente (SOSEP), en el departamento de El Progreso.

Por último, los hoteles y los centros comerciales dan cierto nivel social a sus dueños, porque representan de los pocos espacios públicos en esos territorios, espacios que terminan siendo determinantes en las actividades sociales de la gente. El Hotel & Resort La Ceiba por ejemplo abre su piscina al público durante los fines de semana por una suma mínima.

Por su parte, Los Huistas entienden bien esa parte social y por eso también mantienen un contacto muy cercano que es parte de la estructura del equipo local de fútbol. Como hemos visto en otro caso estudio, el equipo de fútbol local no solo representa un espacio común donde se une los sentimientos de todos, sino un lugar fundamental para hacer crecer estas redes29. Ese mismo contacto al equipo de fútbol por ejemplo es a la vez un testaferro para uno de los negocios de Los Huistas y era candidato a la alcaldía en la zona.

Los Huistas y la élite política

Diagrama2 RedPoliticaDeLosHuistas

La relación más contundente entre Los Huistas y la élite parece ser a través de los políticos locales. De acuerdo con tres políticos de Huehuetenango, en la zona Huista quienes ejercen una parte sustantiva del poder real, son los integrantes de este grupo, por lo que durante la campaña electoral se acata el pacto de silencio tácito respecto a no hablar de estos grupos. Por lo general, los candidatos a alcaldes procuran evitar contactos directos y públicos con estos grupos, aunque es una distancia administrada de tal manera, que no genere un conflicto con estos. Como se indicó antes, el papel que estos actores asumen en materia de seguridad, termina siendo funcional para las autoridades locales que tienen un problema menos que encarar.

Varias fuentes locales afirman que, en ciertas situaciones, ellos financian algunas actividades municipales como las festividades, aunque en ocasiones han apoyado en el pago de planillas, y de algunas obras de infraestructura. Sin embargo, esta relación se ha puesto tensa en ocasiones. En 2010, solo para citar un ejemplo, fue asesinado el alcalde de La Democracia y de acuerdo con una fuente30, se debió a que empezó a utilizar la ambulancia del pueblo para transportar drogas de la ciudad de Guatemala a Huehuetenango, y en algún momento intentó actuar de forma autónoma31.

En el ámbito departamental, las relaciones claves de estos grupos, de acuerdo con varias fuentes consultadas, son; los diputados distritales, la fiscalía del Ministerio Público y la asociación de hoteleros. Se ha señalado de forma específica y frecuente, en varias publicaciones del medio guatemalteco elPeriódico y así como por parte de informantes tanto del departamento como de la ciudad, la existencia de vínculos entre el grupo de Los Huistas y la diputada Emilenne Mazariegos y con otra persona que ha trabajado tanto en el Ministerio Público, como diputada en el congreso. Además esos vínculos pudieron servir como interlocutores para manejar contactos al más alto nivel del ejecutivo.

El distrito de Huehuetenango32 resulta ser una “plaza electoral” prioritaria para todos los partidos, tanto por el número de electores, la cantidad de diputados que se eligen del departamento y el número de alcaldías. Es el tercer distrito en número de votantes, por detrás de los municipios de Guatemala y del central32. Sin embargo, de manera formal, el distrito de Huehuetenango es uno de los que menos organización partidaria tiene33, ya que los partidos prefieren no organizarse legalmente para poder34, desde sus autoridades centrales nombrar candidatos a alcaldes y diputados.

En este distrito se eligen 10 de los 158 diputados35.  Los diputados se constituyen en piezas claves en la articulación de los distintos niveles y ámbitos de acción política por estar integrados a redes nacionales a partir de los bloques legislativos (de los que pueden desplazarse); tienen influencia en las decisiones que afectan al departamento, lo que les permite ejercer algún tipo de intermediación con los electores; y, por lo general tienen trabajo de base territorial en los municipios y en las comunidades. Juegan un papel de primer orden, pues son los actores que con mayor autonomía actúan en las distintas esferas de acción política y así pueden ayudar a sus constituyentes y financiadores. En el nacional, pueden negociar e influir en la inversión pública global que se realizará en el departamento a través de los presupuestos de los ministerios, el listado geográfico de obras, los fondos de los consejos de desarrollo, etc. En el espacio departamental influyen en la composición y el funcionamiento de la burocracia local, y de manera particular en áreas como salud y educación, en las que ubican a los integrantes de sus redes como empleados públicos. En los municipios, establecen relaciones de intercambio y reciprocidad con grupos locales y comunidades. En fin, influencia a ese nivel significa una influencia grande de capital político, social y económico.

La figura del diputado distrital como articulador y núcleo de los grupos de poder departamentales es relativamente reciente. Uno de los resultados de la democratización fue el debilitamiento del centralismo y la erosión del presidencialismo. Esto se complementó con las leyes de descentralización y el fortalecimiento de los consejos de desarrollo, que dotaron a los departamentos de mayores recursos, y cierto margen de autonomía para definir su destino. Esto contribuyó al empoderamiento de algunos actores locales que, a través del control de la obra pública (que se ejecuta por empresas privadas y lo que se denominan Organizaciones No Gubernamentales - ONG) y de la burocracia departamental, lograron conformar estructuras de poder, dinámicas y volátiles que aumentaron su capacidad de influencia en el ámbito nacional pero que, en muchos casos, tienen su base de acumulación en el enriquecimiento ilícito.

La ahora exdiputada Emilenne Mazariegos (foto) es un buen ejemplo de esa dinámica entre los poderes centrales y política local. Ella no es nacida en Huehuetenango pero penetró en la vida política del departamento a través del diputado Edwin Martínez de la Unión Democrática (UD), partido al que se afilió en 2003. En 2007, se postuló en la posición dos del listado de Huehuetenango, pactando con Martínez —con quien se había casado o no casado dependiendo de la fuente36 — que si el partido no lograba el número de votos necesario para elegir dos diputados; ambos compartirían la diputación. Al principio Martínez cumplió con el pacto, y a los dos años de haber tomado posesión pidió permiso en el Congreso, y tomó posesión la señora  Mazariegos37.  Sin embargo, once meses después, Martínez volvió al Congreso desplazándola y se produjo un pleito público entre ellos.Emilenne Mazariegos

Luego Mazariegos volvió, solo que esta vez era para el Partido Patriota (PP). Durante su paso por el Congreso, Mazariegos estableció una relación estrecha con la secretaria del PP y posteriormente vicepresidenta del país, Roxana Baldetti.

Baldetti es un personaje polémico en Guatemala. La antes reina de belleza y dueña de salones de belleza es una buena representación de la nueva élite política guatemalteca. Después de servir como parte del equipo de relaciones públicas para la presidencia al principio de los noventa, Baldetti se convirtió en candidata y luego diputada del Congreso.  Desde la política pudo consolidar su propio imperio económico privado. Durante su ejercicio como vicepresidente (2012-2015) fue señalada sistemáticamente por actos de corrupción. A esto se suma el señalamiento de haberse asociado con la estructura de lavado de Marllory Chacón, la llamada “reina del sur”, condenada en Estados Unidos por narcotráfico38.

En abril de 2015, la CICIG y el Ministerio Público denunciaron a la vicepresidenta Baldetti como parte de una estructura criminal que defraudaba las aduanas39.  Baldetti renunció al cargo y actualmente se encuentra recluida en una prisión, aunque no ha sido condenada todavía. Este fue el inicio de una serie de juicios por corrupción en contra de diputados, alcaldes y las más altas autoridades del ejecutivo.

Ha sido a través del control de los recursos públicos que se ha constituido una élite política que ha utilizado la institucionalidad democrática para enriquecerse y mantenerse en posiciones de poder. Uno de los eslabones clave para entender la dinámica de la corrupción es el sistema de consejos de desarrollo. Son este tipo de consejos donde se construyen poder en Guatemala hoy en día. En la Constitución de la República de 1985 se estableció que los municipios recibirían el 8 por ciento del presupuesto nacional (distribuido en forma proporcional de acuerdo con el número de habitantes); este porcentaje fue aumentado al 10 por ciento tras la firma de los acuerdos de paz40. A esto se suman, los ingresos “ejecutables” en los departamentos dirigidos a la realización de obra pública y a los gastos de funcionamiento de la burocracia departamental41.

El Estado debilitado por los procesos de desmantelamiento realizados en los noventa, obligó a que la obra pública fuera realizada por empresas privadas que compiten por fondos públicos con un débil marco regulatorio. Se suma a lo anterior, la decisión del Estado de proveer ciertos servicios a través de entidades no gubernamentales que reciben recursos públicos.

Esto llevó a la proliferación de empresas de construcción y a que ONG42  se convirtieran en intermediarias de la ejecución de fondos públicos.  Generalmente estas empresas y este tipo de ONG operan bajo el control, o en la órbita de estos grupos de poder que, a cambio de la concesión de la obra pública, reciben comisiones y en algunos casos son parte de estas estructuras.

Este mecanismo de acumulación ha hecho del presupuesto público un objeto de disputa, en la que a participan grupos políticos, constructoras y otros proveedores del Estado43. La fragmentación y la fluidez del sistema de partidos que se expresa en el Congreso de la República han conducido a una situación tal, que cuando el ejecutivo carece de mayorías parlamentarias, intercambia votos por recursos para obra pública, que son canalizados a empresas en las que los diputados tienen intereses o les proveen de financiamiento en períodos electorales.

En la disputa por los fondos públicos que deberían dedicarse a la construcción de infraestructura no participan solamente los actores políticos. De manera sistemática y al igual que en otros países de Latinoamérica se ha podido identificar que los grupos territoriales dedicados al narcotráfico han creado constructoras que les permiten acceder a fondos públicos con el objeto de blanquear sus capitales y diversificar sus negocios. En el noreste de Guatemala, el grupo de Los Mendoza posee constructoras que se han beneficiado de asignaciones de obra pública; en Alta Verapaz, varias empresas de Ottoniel Túrcios —hasta relativamente poco tiempo preso en Estados Unidos por tráfico de drogas— se beneficiaron  de contratos gubernamentales durante la gestión de Obdulio Solórzano —ligado al narcotráfico y asesinado—, durante el gobierno del Presidente Álvaro Colom (2008 - 2012).

El caso de Los Huistas no es una excepción. Durante la investigación se detectó por lo menos una constructora ligada a este grupo. Se trata de Rentas y Servicios Matamoros, empresa registrada a nombre de Esteban Danubio Matamoros Castillo. Esta empresa se benefició de proyectos en Hueheutenango entre 2012 y 2016, de acuerdo con el portal Guatecompras44, durante el cual se benefició principalmente de obras municipales45. Según la CICIG, Danubio Matamoros es un presunto narcotraficante, contra quien pesa actualmente una orden de captura y se encuentra prófugo46.

Este vínculo con las élites políticas no se limita al ámbito municipal; sino incluye relaciones con diputados y con funcionarios del ejecutivo.  Varias fuentes locales han señalado que Los Huistas aportaron recursos para la campaña de Emilenne Mazariegos por diputada en 201147.

Mazariegos niega cualquier tipo de vínculo con el grupo y no hay ninguna denuncia formal en contra de los mencionados. Sin embargo, de acuerdo con un dirigente de la sociedad civil de Huehuetenango que prefiere el anonimato por razones de seguridad, para las elecciones de 2011 Mazariegos señaló que contaba con Q 4 millones de quetzales (alrededor de US$500.000) para financiar la campaña electoral, una suma irracional para una campaña local. Cuando fue interrogado por un periodista sobre el origen de esos fondos vaciló y dijo que venía de sus negocios, sin especificar48. Posteriormente bajó sustancialmente la cantidad de dinero invertido en la campaña diciendo que era Q 800 mil (cerca de US$100.000)49. Mazariegos fue reelecta diputada por Huehuetenango en las elecciones de 2015, pero el Tribunal Supremo Electoral decidió no darle posesión del cargo por falta de idoneidad50.

Es importante enfatizar que los señalamientos contra Mazariegos provinieron de dos fuentes que tienen vínculos con partidos rivales al suyo; una fuente que trabajaba en inteligencia del Estado y una fuente de un centro de estudios en la zona. Mazariegos no solo ha negado las acusaciones, si no que  en por lo menos una ocasión amenazó con una demanda cuando un periodista de Plaza Pública le preguntó directamente sobre esos supuestos vínculos.

“¿Cómo va a creer eso? Lo voy a demandar por difamación”, le dijo al periodista.

InSight Crime llamó a dos números telefónicos que consiguió de Mazariegos y dejó mensajes en ambos, también se envió un correo electrónico pidiendo su versión. Sin embargo, Mazariegos no contestó a ninguno de ellos.

El caso de la otra diputada vinculada a Los Huistas es distinto. No hay señalamientos tan públicos como en el caso de Mazariegos, por lo que InSight Crime no proporciona su nombre en el presente estudio.  Sin embargo, de acuerdo con información recabada de varias fuentes en el terreno, podemos decir que esta persona es originaria de la región y por eso tiene contactos y relación con estos grupos. Al igual que en el caso de Mazariegos, la persona ha sido señalada de haber recibido recursos de estos grupos para financiar su campaña electoral para diputada, aunque no hay denuncia formal contra ella51.

Un exoficial que trabajaba en inteligencia estatal dijo que la subida de esta persona al congreso marcó un “salto cualitativo [de control político]” porque así “logran un operador político dentro… del Congreso que responde leal y fielmente a los intereses de este cartel”52.

Además, exfuncionarios del Ministerio Público dicen que ella todavía mantiene cierto nexo con la fiscalía a raíz de haber sido trabajadora en Huehuetenango. La debilidad del Ministerio Público local ha obligado a la Fiscalía a dirigir desde la Ciudad de Guatemala las investigaciones sobre crimen organizado en la zona.

Los Huistas y el Grupo Chamalé - una comparación

Diagrama3 RedChamale

En muchos sentidos Los Huistas son un grupo regional del crimen organizado típico. Buscan alianzas que les favorece en el sentido de protección de la ley y protección de sus enemigos. Buscan mejorar su negocio y lavar dinero a través de la inversión en capital local, sobre todo en negocios que funcionan mucho en efectivo y que pueden ayudar a camuflar varias actividades a la vez. Ellos intersectan con élites —sobre todo políticas y económicas locales—, las cuales pueden servir como interlocutores a grupos de poder político al nivel nacional.

En este sentido son parecidos a otro grupo guatemalteco que operaba en la frontera con México. Ese grupo tomaba el nombre Los Chamalé por su líder Juan Alberto Ortíz López, alias “Chamalé”. Chamalé era una figura mucho más pública que Samayoa. Era pastor y benefactor abierto de partidos y candidatos. Era dueño de empresas y ONG que se beneficiaban directamente de los recursos económicos del Estado. Y era abiertamente violento, aún dentro de su zona de operación en el sur del departamento de San Marcos, sobre todo en los municipios de Malacatán y Ayutla.Juan Chamale

Tanto Los Huistas como Los Chamalé han sido señalados de tener una fuerte relación con los partidos políticos que han hecho gobierno. Por su parte Chamalé supuestamente proporcionó fondos a candidatos de varios partidos al nivel local y nacional para que lo dejaron hacer su trabajo ilícito53. A estos señalamientos se suman la presunta relación de Chamalé con la señora Gloria Torres, hermana de la ex primera dama, Sandra Torres y con quien supuestamente negoció también obras municipales54, aunque nunca se ha procesado a Torres por esta supuesta relación.

La relación era parecida a lo que buscaban Los Huistas con las diputadas: ser arreglistas que dan acceso al poder al nivel local y nacional. Eso es fundamental para el manejo del negocio por múltiples razones, sobre todo seguridad, pero también lavado de dinero y la posibilidad de acumular capital político y social a nivel local. Se trata de crear niveles de seguridad y respaldo político desde las más altas esferas hasta la comunidad en la cual se vive.

En la práctica se consigue ese tipo de respaldo aportando recursos a los candidatos. La información recogida en el caso de Huehuetenango es similar respecto a la relación con las diputadas distritales; financiamiento de campañas electorales y comunicación indirecta con varios funcionarios. Sin embargo, como se ha señalado, no existe información concreta. De lo anterior puede inferirse que la forma típica de comportamiento de estos grupos es construir un círculo de protección territorial basado en los sobornos y la cooperación y establecer acuerdos en otros niveles políticos que posibiliten algún grado de seguridad para sus operaciones y aportes a proyectos económicos.

Sin embargo, en otros sentidos, Los Huistas son diferentes a Los Chamalé. Por ejemplo, una de las peculiaridades de los grupos que operan en Huehuetenango es su carácter territorial. La región Huista está definida por la geografía, una fuerte identidad local ladina e indígena, el vínculo a la tierra y la existencia de complejas redes de parentesco y compadrazgo entre los mestizos, que favorecen el desarrollo de estructuras criminales.

Parte de eso se explica por la demografía e importancia política de la zona. Mientras que en el sur de San Marcos donde operaba Chamalé existe una importante presencia estatal derivada de que la zona es estratégica para el flujo del comercio internacional, en la región Huista la presencia estatal es menor. En los municipios de Malacatán y Ayutla donde operaba Chamalé, las respectivas alcaldías lideran los procesos de desarrollo y existe una intensa y pública actividad política.

En los municipios de Huehuetenango mencionados, la organización comunitaria es la que busca responder a las necesidades y demandas locales. Mientras que en el sur de San Marcos la población indígena es minoritaria, en Huehuetenango los municipios Huistas (mayoritariamente mestizos), están rodeados por comunidades indígenas con una fuerte identidad y auto organización que contienen la expansión y las actividades de estos grupos. En síntesis, el grupo de Chamalé se desarrolla en una zona estratégica en términos económicos y políticos, mientras que Los Huistas se implantaron en una región relativamente marginal.

Además, Los Huistas aparentemente no quieren crecer ni disputar otras zonas o rutas. Los grandes enfrentamientos que ha tenido este grupo han sido más bien en defensa de sus posiciones antes que por su expansión, y aunque sus líderes poseen propiedades en otros departamentos, se sabe que su área de asentamiento y la de su familia siguen siendo los municipios de Santa Ana Huista y San Antonio Huista, así como La Democracia. Esto los ha conducido a desarrollar una política de carácter local que privilegia la seguridad de sus vidas y operaciones; la construcción de infraestructura y el logro de cierta legitimación social, sea esta activa o pasiva.

En cuanto a los vínculos políticos y la protección legal; ambos grupos han logrado establecer una fuerte influencia sobre las autoridades locales. Esta influencia combina el pago de sobornos a autoridades policiales y funcionarios judiciales con distintas formas de interacción con los líderes políticos locales. Sin embargo, en el caso de Chamalé, existió una dinámica de cooperación con las autoridades municipales de Malacatán, sobre todo a través de la participación en obras de infraestructura municipal y el respectivo pago de comisiones; y en la región Huista parece existir una convivencia basada en la tolerancia antes que en la cooperación, sumado al hecho de que existen fuertes relaciones parentales en la localidad.

En ambos casos los grupos establecieron una legitimidad social, pero con perfiles distintos. Chamalé se inició en el negocio de las drogas a partir de su experiencia como pescador y paulatinamente fue construyendo un emporio empresarial que incluía actividades agrícolas y ganaderas, canales de televisión por cable, empresas constructoras y otras actividades lícitas, que le permitieron construir alianzas locales y regionales  a partir de los negocios. A esto se suma el hecho de que apoyó a las iglesias de la zona y se considera como pastor auxiliar, lo que le ganó reconocimiento social. De una conducta moderada y discreta, aparentemente Chamalé empezó a exhibir bienes suntuosos y a mostrarse en las ferias locales. Era considerado un hombre de bien, benefactor y negociante legítimo. Tras su captura, algunos de los trabajadores de sus fincas realizaron manifestaciones de protesta, exigiendo su liberación.

Mientras tanto, Los Huistas y su líder Aler Samayoa han mantenido un perfil público mucha más bajo y más localizado. Las empresas lícitas que han fundado son principalmente hoteles y un centro de recreación. Aunque es conocido en las localidades donde opera, después del incidente con Los Zetas referido antes, casi no se expone en público y, de acuerdo con fiscales del Ministerio Público, tiene un sofisticado sistema de seguridad que lo ha puesto a resguardo de las autoridades.

Tal vez lo que más separan estos grupos son sus respectivos usos de la violencia y el mantenimiento del orden en sus áreas de operación. Según las Naciones Unidas, el grupo de Chamalé era responsable de aproximadamente 50 homicidios al año en Guatemala, y está involucrado en extorsión y expropiación de tierras. El grupo de Los Huistas, según lo que pudo establecer InSight Crime, es violento y actúa contra rivales y posibles amenazas, con la diferencia de que lo hace fuera de su territorio, con lo que mantiene una relativa calma local y no se expone a investigaciones penales. Además, tal como se mencionaba antes, Los Huistas actúan contra pandilleros, violadores y otros delincuentes, y su área de operación es las más seguras en todo el país.

Conclusión: Los Huistas y su modelo resistente

Diagrama4 RedEliteDeLosHuistas

Fue la captura de Eduardo Villatoro Cano y su grupo  —que habían asesinado a los policías en represalia por un “tumbe” —  lo que dejó claro las diferencias entre Los Huistas y los demás grupos. Al parecer, Los Huistas eran intocables.

A la neutralización de Villatoro Cano se sumó entre los años 2010 y 2014 la captura de los principales líderes de los grupos guatemaltecos ligados a la narcoactividad.  Esto ha incluido la captura y extradición hacia Estados Unidos de Mauro Salomón Ramírez (capturado en octubre de 2010) y Juan Chamalé (capturado en marzo de 2011), ambos con operaciones en el suroeste del país; Waldemar Lorenzana Lima (capturado en abril de 2011) y Elio Lorenzana Cordón (capturado en noviembre de 2011), de Zacapa en el oriente del país; y Horst Walther Overdick Mejía (capturado en abril de 2012), de Alta Verapaz;  Jairo Orellana Morales, un violento narcotraficante vinculado al grupo de Los Lorenzana (capturado en mayo de 2014). Como se señaló antes, el grupo de Los Zetas también fue desarticulado.

A pesar de la serie de capturas de importantes líderes de los grupos dedicados al narcotráfico entre 2010 y 2014, y de la desarticulación del grupo de Villatoro Cano que operaba principalmente en el municipio de La Democracia, Huehuetenango, el grupo denominado como Los Huistas y liderado por Aler Samayoa alias “El Chicharra” se ha mantenido intacto. Durante las semanas que duró la investigación sobre el asesinato de policías en Salcajá, la estructura de Villatoro Cano fue asociada al grupo de Samayoa, y numerosas notas de prensa señalaron la existencia e importancia regional de este grupo56. Sin embargo, y hasta el momento de escribir este informe, el grupo de Los Huistas no ha sido tocado y, según informantes en la zona, tras unas semanas de mantener un perfil bajo, sus actividades se reanudaron.

Para explicar la impunidad con que sigue operando el grupo de Los Huistas se pueden aventurar algunas hipótesis (que incluso pueden ser complementarias) basadas en entrevistas de campo.

Una primera explicación señalaría que el grupo de Los Huistas cuenta con suficiente protección política para mantenerse inmune a las investigaciones y capturas de sus líderes. Como se señaló en este informe, pueden existir vínculos de esta estructura criminal con un partido importante (a través de una diputada). En el Ministerio Público no existe ninguna investigación reconocida sobre estas relaciones y la información que posee esta entidad se basa igualmente en rumores. Lo que pudo constatarse durante el trabajo de campo es la vinculación de estos grupos con la policía local, algunos funcionarios departamentales y funcionarios menores del Ministerio Público.

Sin embargo, para entender el poder de Los Huistas hay que ir más allá. Si bien el grupo tiene vínculos con policías y el Ministerio Público, eso no ha salvado sus contrapartes y si bien el grupo ha contribuido a campañas políticas, eso tampoco ha salvado sus contrapartes. El grupo de Los Huistas se ha convertido en élite local a través de sus actividades económicas, políticas y sociales. Son los patrocinadores, benefactores y protectores del área no solo en términos simbólicos sino en términos reales. Son los que aseguran que otros criminales (o un Estado parásito) entran y aprovechan de una población que a largo de las últimas cinco décadas no ha tenido protectores.

Es en ese sentido que gira la segunda hipótesis. El gobierno guatemalteco parece perseguir a las estructuras criminales cuando estas sobrepasan los límites permitidos del ejercicio de la violencia: los ataques indiscriminados a civiles, ataques contra las autoridades; o, la existencia de grupos armados que pongan en riesgo el predominio de las fuerzas de seguridad, particularmente el ejército. De acuerdo con un exfuncionario del Ministerio Público, la estructura de Los Huistas constituye un “grupo aldeano”, de pocos alcances y muy especializado en el almacenamiento y transporte de drogas. Y no, como Los Zetas y Villatoro Cano, se enfocan en la violencia.

Desde esta perspectiva, la clave de su sobrevivencia está dada por la aparente decisión de no salir de su zona de “comfort” (área de asentamiento y rutas establecidas); la defensa de su territorio; y, una utilización muy controlada de la violencia en las localidades en la región Huista, y hasta un control de la violencia y crimen por parte de otros grupos delictivos. Esto les ha permitido mantenerse fuera del foco de atención de las autoridades, evitar conflictos con grupos rivales, y mantener el control de la región.

Es así que Los Huistas pudieron enfrentar exitosamente un intento de Los Zetas por ocupar su territorio. Lo que Los Zetas y su aliado local Villatoro Cano no entendían, era que la estrategia unidimensional de fuerza no podía competir contra la estrategia multidimensional y social de Los Huistas. Si bien Los Zetas tenían más gatilleros y más armas, Los Huistas tenían el apoyo local del pueblo y nexos importantes con el Estado, lo cual les daba legitimidad, poder económico, y en este caso, protección.

Los años siguientes han dado más evidencia aún de lo eficaz de la estrategia de Los Huistas. Los nombres de los líderes circulan entre agentes internacionales y locales, pero no existen denuncias ni investigaciones por parte del Ministerio Público ni solicitudes de extradición en contra del grupo Huista liderado por Aler Samayoa.

*Este informe fue investigado y escrito por un investigador guatemalteco que por razones de seguridad ha preferido no revelar su nombre. InSight Crime ha constatado y corroborado la información presentada en este documento. Mapa por Jorge Mejía Galindo. Gráficos por Andrew J Higgens.

Notas al pie

[1] Steven Dudley, “Masacre en Guatemala abre la ventana hacia los vínculos de las élites con el crimen organizado”, 14 de febrero de 2013, disponible en: /noticias/analisis/masacre-en-guatemala-abra-la-ventana-hacia-los-vinculos-de-las-elites-con-el-crimen-organizado

[2] elPeriódico, citado en Steven Dudley, “Masacre en Guatemala abre la ventana a hacia los vínculos de las élites con el crimen organizado”, 14 de febrero de 2013, disponible en: /noticias/analisis/masacre-en-guatemala-abra-la-ventana-hacia-los-vinculos-de-las-elites-con-el-crimen-organizado

[3] Prensa Libre, “Confirman identidad de víctimas de masacre en San Pedro Necta”, 28 de diciembre de 2012, disponible en: https://www.prensalibre.com/noticias/justicia/Confirman-identidad-San-Pedro-Necta_0_836916485.html

[4] Sobre la migración internacional desde Huehuetenango hacia Estados Unidos puede consultarse Camus, Manuela “La sorpresita del Norte” (Guatemala, 2008); Camus (editora), “Comunidades en movimiento: La migración internacional en el norte de Huehuetenango” (Guatemala, 2007).

[5] Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), “El financiamiento de la política en Guatemala” (2015), p. 19, disponible en: https://www.cicig.org/uploads/documents/2015/informe_financiamiento_politicagt.pdf

[6] Instituto Nacional de Estadística, “Encuesta de Condiciones de Vida 2014: principales hallazgos” (Guatemala, 2015).

[7] Siguiendo a Manuela Camus, pueden identificarse las siguientes regiones en Huehuetenango: 1) q’anjob’al, incluyendo a chujes y akatekos, que fueron pioneros en la migración a Estados Unidos; 2) el sur mam ; 3) La región Huista que se caracteriza por la diversidad étnica y la presencia de población mestiza;  4) la zona awakateka, en la que conviven awakatekos, chalchitekos y kíches;  5) las áreas de colonización agrícola reciente, al norte de Nentón y Barillas, multiénticas; y 6) los asentamientos propiamente ladinos. Ver: Camus, Manuela “La sorpresita del Norte” (Guatemala, 2008), p. 42-44.

[8] Ibid., p. 45.

[9] Ibid., p. 41.

[10] Sobre el conflicto armado en el departamento puede consultarse: Kobrak, Paul “Huehuetenango: historia de una guerra” (Guatemala, 2010).

[11] Ibid.

[12] Las PAC fueron grupos de civiles organizados mayoritariamente de manera forzada para cumplir tareas auxiliares dentro de la estrategia contrainsurgente, incluyendo patrullaje, control de pueblos y caminos, y, en algunos períodos, asumieron el poder real en las localidades.

[13] De acuerdo con el comisionado de la CICIG, Ivan Velázquez, “La corrupción es la unificadora del sistema político guatemalteco.”  Ver: Prensa Libre, “Guatemala es propicia para cometer delitos electorales”, 16 julio 2015, disponible en: https://www.prensalibre.com/guatemala/politica/cicig-presenta-informe-de-financiamiento-de-partidos-politicos

[14] Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), “El financiamiento de la política en Guatemala” (2015), p 16-19, disponible en: https://www.cicig.org/uploads/documents/2015/informe_financiamiento_politicagt.pdf

[15] Jahir Dabroy, Caracterización del sistema político de Huehuetenango: análisis del proceso electoral (Guatemala, 2012), pp. 95-108.

[16] Un mapa de poder realizado por la Fundación Propaz muestra que la base del poder territorial de López Villatoro se encuentra en el área central del departamento y en el área mam (sur) así como una fuerte relación con empresas constructoras que le permiten canalizar fondos públicos.

[17] Ver: Steven Dudley, “Del ‘Rey del Tenis’ al caballero cabildero de Guatemala”, InSight Crime, 18 septiembre 2014, disponible en: /investigaciones/rey-del-tenis-caballero-cabildero-guatemala

[18] El 6 de octubre de 2009, el entonces comisionado de la CICIG Carlos Castresana denunció, en el marco del proceso de integración de la Corte Suprema de Justicia, la existencia de una red de influencia en el proceso de selección de magistrados liderada por Roberto López Villatoro. La presentación realizada por Castresana puede consultarse en este enlace: https://eleccionmagistrados.guatemalavisible.org/images/stories/notas%20equipo%20Guatemala%

[19] Para hacer este informe, InSight Crime realizó ocho visitas de campo a Huehuetenango, incluyendo la cabecera departamental, y los municipios de Santa Ana Huista, San Antonio Huista y La Democracia.  En las visitas de campo además de la observación, se realizaron más de 10 entrevistas y conversaciones con autoridades locales, líderes comunitarios, políticos, líderes religiosos y otras personas en la zona.

[20] Entrevista de InSight Crime con un funcionario del Ministerio Público que pidió anonimato, Huehuetenango, febrero de 2013.

[21] Cuando InSight Crime visitó la zona en 2010, varios locales hablaban de más de 60 muertos.

[22] Al consultar con investigadores del Ministerio Público sobre las razones por las que el origen de varias rutas para el transporte de drogas sea Ciudad de Guatemala, los entrevistados coincidieron en señalar que el Aeropuerto Internacional La Aurora sigue siendo utilizado para el aterrizaje de aeronaves provenientes del sur del continente con drogas. En los últimos años han existido varios decomisos en dichas instalaciones.  En cuanto a las rutas provenientes de la Costa Sur, se reconoció asimismo el uso de puertos para el arribo de este tipo de mercancías.

[23] Esta información fue facilitada por un exfuncionario de inteligencia que en muchos casos indicó el nombre del propietario legal y el nombre del representante legal de estas empresas. Esta información fue confrontada y confirmada por entrevistados en los casos de los negocios ubicados en la región Huista y La Democracia.

[24] elPeriódico, “Los negocios de Palacios, quien murió carbonizado en Huehuetenango”, el 28 de diciembre de 2012, disponible en: https://transdoc.com/pagina_interna/25309

[25] Ibid.

[26] El investigador de InSight Crime indagó directamente al hotel sobre los precios.

[27] Entrevista de InSight Crime con oficial militar de alto rango que prefería anonimato, Huehuetenango, 31 de mayo de 2013.

[28] Élites burocráticas hace referencia a las élites que dependen de sus puestos en el gobierno o de sus escaños políticos para ganar influencia y poder.

[29] Steven Dudley, “Cómo un buen equipo de fútbol da a los criminales el espacio para operar”, InSight Crime, 11 de junio de 2014, disponible en: /noticias/analisis/como-buen-equipo-futbol-da-a-criminales-espacio-para-operar

[30] Información proporcionada por un representante diputado distrital que prefería anonimato,Ciudad de Guatemala, 15 de enero de 2013; un ex funcionario de inteligencia corraboró esa información, Huehuetenango, cabecera, 22 de enero de 2013.

[31] De acuerdo con la agencia de prensa Centro de Reportes Informativos sobre Guatemala (CERIGUA), el asesinato del alcalde de La Democracia, Huehuetenango en 2010 fue atribuido al crimen organizado. Ver: CERIGUA, “Crimen organizado e intereses personales pintan un panorama electoral sombrío en Huehuetenango”, 5 septiembre 2011, disponible en: https://cerigua.org/article/crimen-organizado-e-intereses-personales-pintan-un/

[32] El departamento de Huehuetango es un distrito electoral

[33] Según cifras proporcionadas por las autoridades electorales, en 2011 la votación en el municipio representó el 7,2 por ciento del total de votantes.

[34] Asociación de Investigación y Estudios Sociales (ASIES), “Partidos Políticos guatemaltecos. Cobertura territorial y organización inerna” (Guatemala, 2013).

[35] En las elecciones de 2011 fueron electos en este departamento cuatro diputados por la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), cuatro diputados por el Partido Patriota (PP) un diputado por Unión del Cambio Nacionalista (UCN) y un diputado por el Partido de Avanzada Nacional (PAN).  Esta integración de diputados se modificó: actualmente la UNE cuenta con dos diputados; el partido Libertad Democrática Renovada (LIDER) con tres diputados, dos provenientes de UNE y otro del PAN; un diputado  de la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca URNG – MAIZ (puesto que se la había asignado dolosamente al PP); y, un diputado independiente.

[36] Luis Angel Sas, “Emilenne recargada”, Plaza Pública, 6 de julio de 2011, disponible en: https://www.plazapublica.com.gt/content/emilenne-recargada

[37] Ibid.

[38] Paola Hurtado, “Marllory Chacón, la reina que abdicó”, Contrapoder, 30 de abril de 2015, disponible en: https://contrapoder.com.gt/2015/04/30/la-reina-del-sur-marllory-chacon-la-reina-que-abdico/

[39] Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), “Capturan a Ex Vicepresidenta Ingrid Roxana Baldetti Elías y solicitan antejucio contra Presidente Otto Fernando Pérez Molina”, 21 de agosto de 2015, disponible en:  https://www.cicig.org/index.php?mact=News,cntnt01,detail,0&cntnt01articleid=627&cntnt01returnid=67

[40] Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales ICEFI, “Guatemala: poder de veto a la legislación tributaria y captura fallida del negocio de la inversión pública”, en Política fiscal: expresión del poder de las elites centroamericanas (Guatemala, 2015), pp. 25-125.

[41] Ibid.

[42] Históricamente las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) se han dedicado en Guatemala a la promoción de desarrollo y al impulso de iniciativas desde la sociedad civil.  Sin embargo, debido a un vacío legal, desde los noventa  y hasta 2012 se crearon ONG dedicadas a la intermediación de recursos públicos.  Muchas de estas fueron creadas por estructuras políticas para capitalizar fondos públicos.  En 2012 el ministerio de finanzas prohibió el financiamiento de ONG con fondos públicos.

[43] Ver: Steven Dudley, “La justicia y la creación de un Estado mafioso en Guatemala”, InSight Crime, 18 Septiembre 2014. Disponible en: /investigaciones/justicia-y-creacion-estado-mafioso-guatemala

[44] Ver: https://guatecompras.gt/PubSinConcurso/Proveedores/ConsultaDetPubSinCon.aspx?prv=589040&an=2016

[45] Ibid.

[46] Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), “Presentan pruebas contra dos ex policías en caso de desaparición forzada”, 11 de marzo de 2015. Disponible en: https://www.cicig.org/index.php?mact=News,cntnt01,detail,0&cntnt01articleid=584&cntnt01returnid=67

[47] Esta afirmación ha sido sostenida por el diario guatemalteco elPeriódico, que además ha señalado la influencia de “los Huistas” en la policía local.

[48] Luis Angel Sas, “Emilenne recargada”, Plaza Pública, 6 de Julio de 2011, disponible en: https://www.plazapublica.com.gt/content/emilenne-recargada

[49] Ibid.

[50] Soy502, “Definitivo: CC deja sin curul a Emilenne Mazariegos y otros diputados”, 4 enero 2016, disponible en: https://www.soy502.com/articulo/hichos-mazariegos-arreaga-chavez-quedan-sin-curul-segun-cc

[51] Los señalamientos contra  esta persona provienen de opositores políticos. No existen denuncias ni investigaciones en su contra.

[52] Entrevista de InSight Crime en enero 2013 con un exintegrante de la secretaria de inteligencia que pidió anonimato.

[53] Dardón, Jorge y Calderón, Christian  “Estudio de caso de la red de Juan Ortíz, alías ‘Chamalé’”, en Ivan Briscoe, et al. (editores), “Redes Ilicitas y Política en América Latina” (Suecia, 2014), p. 232.

[54] Ibid., p. 234-235.

[55] Charles Parkinson, “México captura al cabecilla de la masacre de la policía en Guatemala”, InSight Crime, 4 de octubre de 2013, disponible en: /noticias/noticias-del-dia/mexico-captura-al-cabecilla-de-la-masacre-de-la-policia-en-guatemala

[56] Siglo 21, 21/09/13, pág. 4: Trasiego de drogas está en manos de 12 grupos; Prensa Libre, 12/12/13 pág.  10, Agentes estarían ligados a narcos.

El trabajo presentado en esta investigación es el resultado de un proyecto financiado por el Centro Internacional de Investigaciones para el Desarrollo de Canadá (IDRC, por sus iniciales en inglés). Su contenido no es necesariamente un reflejo de las posiciones del IDRC. Las ideas, pensamientos y opiniones contenidas en este documento son las del autor o autores.

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