Autoridades de Estados Unidos y México estuvieron pisando los talones de Arturo Beltrán Leyva, alias “El Jefe de Jefes”, durante casi diez meses antes de que finalmente pudieran rodearlo y darle de baja, a él y a varios de sus guardaespaldas en un tiroteo de casi cuatro horas, en uno de los refugios de los Beltrán Leyva en Cuernavaca el 16 de diciembre de 2009.

La persecución reveló una gran cantidad de información acerca de la profundidad a la que el narcotraficante había logrado penetrar las fuerzas de seguridad mexicanas, así como pistas adicionales acerca de dónde los carteles habían estado recibiendo sus armas.

*El proyecto es parte de una investigación de FRONTLINE, el Investigative Reporting Workshop, el Center for Public Integrity, InSight Crime y el Romanian Centre for Investigative Journalism. Vea la serie completa aquí.

La muerte de Beltrán Leyva se remonta a una ruptura violenta entre los más grandes carteles de la droga en México, incluido el de Beltrán Leyva, quien dirigía la llamada Organización de los Beltrán Leyva [OBL], y su socio de larga data, Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo“, quien dirige el Cartel de Sinaloa. Los dos hombres se separaron a principios de 2008, después de que el hermano menor de los Beltrán Leyva, Alfredo, fuera arrestado mientras él y su séquito conducían a través de Culiacán en Sinaloa.

Al momento de su detención, Alfredo llevaba una Colt calibre .38 Súper que según las autoridades gubernamentales había comprado en “X Caliber Guns”, en Phoenix, Arizona, tres meses antes. Sin duda, una fuente de una agencia de seguridad en Estados Unidos cree que las armas traficadas desde esta tienda en Estados Unidos representaron, en un momento dado, casi la mitad de los suministros para la Organización de los Beltrán Leyva.

Los Beltrán Leyva culparon a Guzmán de la detención de su hermano y la guerra comenzó. La lucha se extendió por varios estados mexicanos y, a medida que sus agentes empezaron a relevar el mando, se volvieron más vulnerables; comunicándose y desplazándose de un lugar a otro más frecuentemente.

Los arrestos no se hicieron esperar, entre ellos el de ‘María Fernanda’, nombre que las autoridades le dieron a un miembro de la OBL y, testigo protegido que según un informe publicado en el diario El Universal, informó a las autoridades dónde se encontraban los refugios y el modus operandi de las organizaciones criminales. Su información llevó a la captura de casi 50 miembros de los Beltrán Leyva, entre ellos agentes de policía y numerosos sicarios a sueldo de la organización.

En diciembre de 2009, ni siquiera los confidentes más cercanos de los Beltrán Leyva querían su compañía, y por buenas razones. El 11 de diciembre, las autoridades allanaron una fiesta de Navidad en Cuernavaca, pero Beltrán Leyva y su hermano, Héctor, lograron escapar. Las autoridades mexicanas recuperaron 16 rifles de asalto de tipo AK-47 hechos en Rumania, conocidos como WASR-10, en la escena. Diez de las armas fueron compradas originalmente en X Caliber.

En los días siguientes, las agencias de inteligencia de Estados Unidos descubrieron que Arturo estaba escondido en un edificio de apartamentos de lujo en Cuernavaca. Estados Unidos notificó al gobierno mexicano y el 16 de diciembre, en una operación que incluyó la evacuaión secreta de todos los residentes del edificio de varios pisos, infantes de marina mexicanos, con el apoyo del ejército, se movilizaron dejando a Arturo y cuatro de sus guardaespaldas muertos.

La información obtenida en la escena llevó a las autoridades, dos días después, a una casa donde incautaron 41 fusiles de asalto, cuatro pistolas, 6.722 cartuchos de municiones, 233 cargadores, 7 silenciadores, 2 telescopios, una camioneta de platón (pickup) blindada, un portátil, 18 radios, un GPS y algunas drogas ilegales.

Dieciocho de los fusiles de asalto fueron rastreados más tarde, de nuevo a X Caliber.

*Dudley es co-director de InSight Crime. Young es un productor para FRONTLINE/Investigative Reporting Workshop.

Steven Dudley is the co-founder and co-director of InSight Crime and a senior research fellow at American University’s Center for Latin American and Latino Studies in Washington, DC. In 2020, Dudley...

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