Salta es el principal puerto de entrada de la cocaína que ingresa a Argentina. Los narcóticos entran por las ciudades de Salvador Mazza y Aguas Blancas, en la frontera terrestre con Bolivia. Los grupos criminales también pueden llevar la cocaína por aire hasta puntos de descarga aéreos al sur de la provincia, en zonas limítrofes con Santiago del Estero y Tucumán. También se han reportado flujos de drogas entre Salta y Chile, aunque estos parecen ser menores en comparación con el tráfico en la frontera con Bolivia.
Salta ha sido también un centro álgido de contrabando, con el ingreso de flujos importantes de mercancías ilícitas por las mismas rutas fronterizas clandestinas. Estas sirven también para el traslado de víctimas de trata de personas de ascendencia boliviana y china.
Adicionalmente, Salta es reconocida como la cuna de una de las organizaciones narcotraficantes más importantes de Argentina: el Clan Castedo.

Actores criminales
Clan Castedo: la influencia de las actividades del Clan Castedo ilustra el grado de penetración de los grupos criminales en los gobiernos provinciales de Argentina. Los miembros del grupo han gozado de la protección de jueces federales y diputados de la zona. Delfín Castedo, uno de los líderes el clan, fue descrito alguna vez como la “mano derecha” o el protegido de un político local llamado Ernesto Aparicio. Ambos fueron denunciados como narcotraficantes por una mujer de Salvador Mazza, quien alegaba que su esposo había sido asesinado a finales de los noventa por el ahora fallecido Aparicio. La viuda fue asesinada un mes después de sus declaraciones públicas. Entre los sentenciados por ese homicidio se encontraban Aparicio y el hermano de Castedo. De este último se dice que comparte abogados con el presidente del concejo municipal de Salvador Mazza, quien fue detenido en febrero de 2016 por formar un grupo que transportó 287 kilos de cocaína, hallados en la cajuela de un Mercedes Benz de propiedad de Aparicio. El hermano de Castedo también estuvo vinculado políticamente a un poderoso personaje de nombre Juan Carlos Romero, quien fue gobernador de Salta entre 1995 y 2007 y Senador Nacional en representación de la provincia de 1987 a 1995, y nuevamente desde 2007 hasta la actualidad. Por mucho tiempo han circulado rumores de la participación de Romero en el narcotráfico, los cuales se han intensificado con las capturas de parientes suyos en posesión de cocaína.
Economías criminales
Tráfico de armas: En Salta hay indicios de tráfico de armas, pero no se dispone de información detallada sobre la manera como operan los grupos implicados. Recientes operaciones en Argentina muestran que muchos negocios adquieren armas con intención de transportarlas a Bolivia y Brasil; sin embargo, este no parece ser un mercado criminal importante.
Cocaína: los decomisos de cocaína se han hecho más frecuentes en Salta, y los esfuerzos por capturar a los narcos en la provincia quizá llevaron a los peces gordos a ocultarse. Además, el énfasis del gobierno en atacar el narcomenudeo local ha arrojado resultados positivos. A pesar de eso, Salta sigue siendo el punto de entrada clave de la cocaína producida en Bolivia que se introduce ilegalmente en Argentina, aun cuando los cargamentos de mayor tamaño se han hecho menos frecuentes. El uso de correos humanos para el transporte de cocaína sigue siendo común y la actividad mantiene su dinamismo. Son bastante conocidas las rutas usadas para el transporte de la droga desde Salta hasta los puertos: las carreteras números 9, 34, 50 y 40. El modus operandi también es bien conocido: los traficantes emplean camiones y vehículos grandes para ocultar los estupefacientes. Posteriormente, almacenan la cocaína en Orán u otros municipios cercanos a la frontera y luego, cuando tienen más de 500 kilos, lo transportan a Buenos Aires y de ahí a los puertos.
Cannabis: el tráfico de marihuana es una actividad común en Salta. La provincia hace parte de una ruta alternativa de trasiego de marihuana, desde Paraguay a Argentina, y muchas veces a Chile. También hay un mercado importante de consumo local de cannabis, pero Salta es básicamente un punto de tránsito.
Delitos ambientales: la tala ilegal y la deforestación son constantes en la provincia, pero hay poco conocimiento sobre la magnitud del problema. Greenpeace ha hecho esfuerzos por detener la deforestación, pero las provincias de Salta y Chaco siguen siendo seriamente afectadas por este problema. No hay manera de estimar los beneficios económicos de la tala o la deforestación, pues las actividades no están ligadas necesariamente al crimen organizado y hay pocos estudios sobre la actividad.
Trata de personas: esta, y más específicamente la explotación sexual, son comunes en Salta, donde existen redes permanentes de trata de personas. Los altos índices de pobreza empujan a algunas mujeres a la prostitución y, en ciertos casos, estas son vendidas por sus parientes a redes de tráfico sexual. Aun así, no es claro a cuánto ascienden las rentas de esta economía criminal, debido a la escasa información disponible sobre la misma.
Tráfico de personas: se han reportado algunos casos de paso de ciudadanos chinos por Salta rumbo a otros países. Sin embargo, no hay mucha información sobre cómo operan las redes de tráfico en la zona.
Contrabando: esta es una economía criminal importante en Salta, y la provincia es uno de los mayores puntos de entrada de mercancías ilegales a Argentina. Son constantes las operaciones de contrabando a pequeña escala, donde miles de personas cruzan la frontera a pie diariamente. En la ciudad fronteriza de Orán, epicentro del contrabando en Salta, estas operaciones pequeñas se realizan a plena vista de las autoridades, quienes son incapaces de controlar el continuo flujo de mercancía de Bolivia hacia Argentina. Los productos incluyen desde ropa y calzado, pasando por cigarrillos, hasta dispositivos electrónicos y drogas. Los habitantes se refieren a este tipo de contrabando como “bagayeo”. El paso de un saco de contrabando de 60 a 80 kilos les cuesta unos US$30 a los contrabandistas entre Bolivia y Argentina. Las ganancias del bagayeo son comparables a las del narcotráfico, pero con menor riesgo, y es la fuente de subsistencia de unas 3.000 personas en Orán.
Secuestro: Recientemente, la policía desarticuló una organización que se dedicaba al secuestro exprés en Salta. Esos secuestros pueden representar una fuente de ingresos alterna para los grupos criminales locales, que también se dedican al narcomenudeo, pero esta es una operación a pequeña escala.
Fuentes: este perfil se elaboró con base en una investigación de campo en Salta y tres visitas a Buenos Aires, donde InSight Crime entrevistó a funcionarios del Ministerio de Seguridad, Secretaría de Políticas Integrales sobre Drogas de la Nación Argentina (Sedronar), fuentes investigativas del Estado, representantes de la Cámara de Comercio de Argentina y periodistas locales, la mayoría de quienes solicitaron el anonimato. InSight Crime también utilizó información suministrada por el Ministerio del Interior de Argentina, el Ministerio de Defensa, el Instituto Nacional de Geografía, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, el gobierno de Salta y prensa local.