Los Pachenca, también conocidos como Autodefensas Conquistadores de la Sierra, son un grupo armado que surgió tras la desmovilización del grupo paramilitar dirigido por Hernán Giraldo en la Costa Caribe colombiana.

Desde entonces, Los Pachenca han consolidado su poder en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde controlan los corredores del narcotráfico y dirigen amplias redes de extorsión. Desde finales de 2022, el grupo participa en conversaciones de paz con el gobierno colombiano. 

Historia

Los Pachenca surgieron del Bloque Resistencia Tayrona (BRT) de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), comandado por Hernán Giraldo Serna, alias “El Patrón”.

En 2004, Giraldo decidió crear la Oficina del Caribe, dedicada a regular las operaciones de narcotráfico en la región de la costa oriental del Caribe colombiano. 

El BRT se desmovilizó en febrero de 2006 y, en 2008, Giraldo fue extraditado a Estados Unidos. Sin embargo, dejó tras de sí una extensa red de hijos, hermanos y sobrinos, que siguieron a la cabeza de las operaciones criminales de la Oficina del Caribe, también conocida como los Giraldo. 

En 2012, el grupo entró en disputa con las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) por el control de territorios clave para el narcotráfico. Esto produjo enfrentamientos entre los Gaitanistas y el clan Giraldo, que causaron más de 150 muertos en pocos meses, según reseñas de medios de comunicación de la época.

El conflicto comenzó a apaciguarse después de que un antiguo lugarteniente de las AGC, Jesús María Aguirre Gallego, alias “Chucho Mercancía” o “Chucho Pachenca”, asumiera el liderazgo del clan Giraldo en 2013. 

Bajo el mando de “Chucho Mercancía”, los Gaitanistas y Los Pachenca se convirtieron en aliados, trabajando juntos para sacar la droga del norte del país. Fue también en ese momento cuando el grupo asumió el nombre de Los Pachenca.

A pesar de una relativa calma que duró varios años, a finales de la década, la posición de Los Pachenca se debilitó debido a divisiones internas y golpes asestados por la fuerza pública. El primero de ellos fue la detención de alias “Flash” en mayo de 2019, segundo al mando del grupo. Apenas un mes después, Chucho Mercancía fue dado de baja por las autoridades, al parecer traicionado por alguien de su círculo cercano.  

Tras la muerte de Mercancía, el sobrino de Hernán Giraldo, Deimer Patiño Giraldo, alias “80”, asumió el liderazgo del grupo, dando lugar a un nuevo nombre: Autodefensas Conquistadoras de la Sierra. La muerte del antiguo líder también provocó nuevas tensiones con las AGC y, una vez más, ambas partes empezaron a disputarse zonas clave del narcotráfico en el Caribe. 

Sin embargo, justo un año después, 80 fue asesinado durante una operación policial. La policía identificó a varios posibles sucesores, entre los que destacaban los hermanos Castillo, Fredy Castillo, alias “Pinocho”, y Carmen Evelio Castillo Carrillo, alias “Muñeca”. 

En enero de 2021, Hernán Giraldo regresó a Colombia tras cumplir una condena de 12 años de prisión por cargos de narcotráfico en Estados Unidos. Sin embargo, pronto se encontró de nuevo tras las rejas al ser acusado de abusar sexualmente de menores.

A finales de 2022, Los Pachenca solicitaron ser incluidos en la “Paz Total”, la política insignia del presidente colombiano, Gustavo Petro, que preveía conversaciones con cualquier grupo armado dispuesto a negociar con el gobierno. Cuando el Estado ofreció un alto al fuego bilateral de seis meses con los grupos que participaran en las conversaciones en enero de 2023, Los Pachenca aceptaron. 

Sin embargo, las negociaciones no avanzaron más allá de conversaciones informales preliminares, y cuando el cese al fuego expiró en junio de 2023, el gobierno ignoró los llamamientos de Los Pachenca para renovarlo. Y aunque siguieron haciendo llamamientos públicos a la paz, Los Pachenca también continuaron su violento conflicto con los Gaitanistas.

Liderazgo

Desde su formación, el liderazgo de Los Pachenca ha estado relacionado con Hernán Giraldo y su extensa red familiar. Sin embargo, Giraldo ha negado mantener vínculos con el grupo, y no está claro qué influencia ha tenido en las operaciones cotidianas del grupo desde su extradición a Estados Unidos.  

Algunos de los líderes del grupo, como 80, eran parientes directos de Giraldo, mientras que otros, como Chucho Mercancía, comenzaron sus carreras delictivas en grupos que Giraldo comandaba. 

Pinocho, de quien se dice ampliamente que es actualmente el máximo líder de la organización, es un antiguo paramilitar del BRT que, aunque no está relacionado con Giraldo, se ha referido a él como una figura paterna. 

Pinocho fue extraditado anteriormente a Estados Unidos para enfrentarse a cargos de narcotráfico. Tras cumplir su condena, fue deportado a Colombia. Sin embargo, en 2022 fue detenido en España y extraditado a Colombia para enfrentarse a nuevos cargos de asesinato y conspiración criminal. En junio de 2023 fue puesto en libertad tras una polémica resolución judicial. Aunque la sentencia fue revocada posteriormente, Pinocho sigue en libertad.

Pinocho ha negado durante mucho tiempo tener vínculos con Los Pachenca, presentándose como un empresario y líder comunitario que ha pagado por su pasado criminal. Sin embargo, cuando tanto él como Giraldo fueron nombrados representantes del grupo en las conversaciones de paz, ambos afirmaron que no habían sido elegidos como líderes de Los Pachenca, sino como representantes de las comunidades locales.

Aliados y enemigos

Los Gaitanistas han sido a la vez uno de los principales aliados de Los Pachenca y sus enemigos más acérrimos en diferentes momentos. Aunque en un principio se enfrentaron, Los Pachenca pasaron varios años siendo uno de los principales operadores de los Gaitanistas en el tráfico de drogas en el norte de Colombia.

Desde 2021, los dos grupos libran una brutal guerra por el control del narcotráfico en los departamentos norteños de Magdalena, La Guajira y Cesar. Los combates se han concentrado en los corredores del narcotráfico de la Sierra Nevada de Santa Marta, donde solo en 2022 desplazaron a más de 1.000 personas, según la cobertura mediática del conflicto.

Los Pachenca también han formado alianzas con redes de narcotraficantes más pequeñas. Entre ellas se encontraba aquella liderada por Elkin Javier López, alias “La Silla”, que otorgaba a Los Pachenca control sobre el tráfico de drogas desde el puerto de Santa Marta. Posteriormente, “La Silla” comenzó a colaborar con las AGC, rompiendo su alianza con Los Pachenca.

Asimismo, Los Pachenca han establecido vínculos con pequeñas bandas de sicarios, sobre todo en las zonas urbanas donde tienen presencia.

Geografía

Se estima que Los Pachenca tienen actualmente unos 250 miembros, dispersados en toda la costa oriental del Caribe, según informes de inteligencia de las fuerzas de seguridad vistos por Reuters.

El principal enclave de Los Pachenca se encuentra en la región de Sierra Nevada, alrededor de la ciudad de Santa Marta, pero su influencia se extiende hacia la frontera con Venezuela, en el departamento de La Guajira, y el norte de Cesar. En total, en 2022, el grupo mantenía algún tipo de presencia en 11 municipios de los departamentos de Magdalena, La Guajira, Cesar y Atlántico, según el centro de investigación de conflicto colombiano Indepaz. 

Esta región es un territorio estratégico, ya que conecta zonas clave para la producción de droga, como el Catatumbo, en el departamento de Norte de Santander, con rutas marítimas a través de diferentes ríos, puertos y puntos de despacho costeros, lo que permite el acopio, transporte y envío de droga a través del Caribe.

El control de Los Pachenca sobre la región también les ha permitido establecer amplias redes de extorsión. El grupo recauda pagos regulares de comerciantes y residentes en estas zonas, especialmente del sector turístico, que ha experimentado un auge en las playas que rodean Sierra Nevada. También se beneficia de la venta de tierras en la región, presionando a los propietarios para que vendan sus propiedades y entreguen al grupo un porcentaje de la venta. Si un propietario se niega, el grupo se apodera de la propiedad, desplazando por la fuerza al dueño, y luego vende directamente la parcela.

El grupo también ha sido vinculado con el asesinato de líderes sociales y comunitarios en la Sierra Nevada. Uno de los casos más conocidos es el del homicidio del líder ambientalista Alejandro Llinás, quien, en los días previos a su muerte en 2020, denunció los peajes ilegales que Los Pachenca habían establecido para regular el acceso de turistas a zonas aledañas al Parque Nacional Tayrona.

Perspectivas

Desde su creación, Los Pachenca han demostrado en varias ocasiones su resistencia y capacidad para recuperarse de los reveses. Esto se debe en gran medida a su presencia histórica en la Sierra Nevada y al poder que el clan Giraldo tiene en estos territorios. Más de tres décadas de influencia ininterrumpida de la familia Giraldo y sus asociados han creado redes sociales, familiares y comunitarias que han dejado al grupo firmemente atrincherado y capaz de resistir los ataques tanto de la fuerza pública, como de rivales criminales como los Gaitanistas.

Los persistentes esfuerzos del grupo por mantener negociaciones con el gobierno colombiano sugieren que podría estar dispuesto a llegar a un acuerdo. Aunque es poco probable que el desmantelamiento del grupo tenga un impacto a largo plazo sobre el narcotráfico en la región, una salida negociada podría romper el dominio del clan Giraldo si participan todos sus principales miembros. Sin embargo, la falta de avances concretos en las conversaciones sugiere que, por el momento, esto sigue siendo una perspectiva lejana.