Óscar Mauricio Pachón, alias "Puntilla" fue un narcotraficante que controlaba una red criminal sucesora del paramilitarismo en la estratégica región de los Llanos Orientales de Colombia. Fue arrestado en febrero de 2016 pero dejado libre en abril de 2017 bajo extrañas circunstancias. Fue asesinado en 2018, en un tiroteo con la policía colombiana en la ciudad de Medellín.
Pachón fue durante años un oscuro personaje que se abrió paso entre las filas de los grandes carteles del país antes de quedarse finalmente con el imperio narco del capo Daniel "El Loco" Barrera y liderar los grupos criminales armados el Bloque Meta y Libertadores de Vichada, ahora conocidos conjuntamente como "Los Puntilleros".
Historia
Pachón adquirió experiencia en el bajo mundo colombiano cuando cuidaba los caballos de los capos y posteriormente como asesino a sueldo para el Cartel de Medellín. Más tarde, se unió al Cartel Norte del Valle y empezó a ascender en el mundo del crimen, después de montar sus propios laboratorios para el procesamiento de cocaína en los departamentos de Valle del Cauca y Caquetá.
Pachón llegó a los Llanos Orientales colombianos a finales de los años noventa, donde empleó sus ganancias para comprar grandes extensiones de tierra en los departamentos de Meta, Guaviare y Vichada. Para 1998, forjaba lazos con el principal jefe de la droga, Daniel “El Loco” Barrera, que dominó el tráfico de drogas en los Llanos Orientales desde 2003 hasta su captura en 2012. Juntos manejaron las rutas del tráfico de drogas hacia Estados Unidos y Europa.
Sin embargo, la relación entre Pachón y Barrera se fracturó y, según algunos rumores, Pachón proporcionó la información que llevó a la captura de Barrera en 2012. Barrera fue extraditado a Estados Unidos y Pachón se estableció como el principal jefe narcotraficante de la región, ordenando el asesinato de varios lugartenientes de Barrera, quienes resistieron su embestida.
Aunque Pachón tenía una reputación dentro de su anillo criminal por sus violentas retaliaciones contra las personas que él consideraba como amenazas o de poca confianza, logró mantener un bajo perfil durante años. La investigación que llevó a la captura de Pachón comenzó en 2013, cuando la policía descubrió en Mapiripán, Meta, un laboratorio de cocaína con capacidad para procesar de 500 a 600 kilogramos de la droga por semana.
El 26 de febrero, 2016, el jefe criminal fue arrestado en el municipio de Cimitarra, Santander. Sin embargo, al recuperar la libertad en abril de 2017, fue detenido inmediatamente y posteriormente liberado nuevamente. La Fiscalía General anunció que estaba investigando posibles irregularidades en las decisiones judiciales después de que lo dejaron en libertad por segunda vez.
En diciembre de 2018, Pachón cayó muerto en un tiroteo con la policía colombiana en un exclusivo sector de Medellín.
Actividades criminales
Se cree que Pachón supervisa cultivos de coca, laboratorios de cocaína y rutas de tráfico, y que tiene su propia red de sicarios.
Geografía
La principal área de operaciones de Pachón fueron los Llanos Orientales, unas vastas tierras bajas de Colombia en las que abundan los cultivos de coca, los laboratorios de droga y las rutas de tráfico hacia la vecina Venezuela. A medida que sus aliados fueron capturados o muertos, la influencia de Pachón se extendió a lo largo de sus territorios y a los departamentos de Norte de Santander, Meta y Vichada. Los tentáculos de Pachón alcanzaron la capital, Bogotá, donde supuestamente ha prestado servicios de sicariato.
Aliados y enemigos
La principal alianza de Pachón fue con “El Loco” Barrera, aunque se volvió en contra de lo que quedaba de la red de Barrera después de la captura y extradición del capo.
Después de la salida de Barrera en 2012, Pachón aparentemente se vinculó con el jefe de los narco-guerrilleros del Ejército Popular de Liberación (EPL), Víctor Ramón Navarro, alias "Megateo" —muerto en 2015—, en Norte de Santander, y con el líder de Los Urabeños, Dairo Antonio Úsuga, alias "Otoniel".
También fue aliado de Martín Farfán Díaz González, alias “Pijarbey” (o “Pijarvey”), el líder de los Libertadores de Vichada, quien fue abatido en septiembre de 2015. Al momento de su arresto, Pachón era considerado una figura central en las organizaciones criminales Libertadores de Vichada y el Bloque Meta, ambos grupos disidentes que se formaron después de la desmovilización de la organización neoparamilitar Ejército Revolucionario Popular Antiterrorista Colombiano (ERPAC). Fue tanta su influencia, que las dos redes criminales llegaron a conocerse colectivamente como “Los Puntilleros”.
Perspectivas
Poco se había sabido de Pachón antes de su muerte. Aunque es posible que haya regresado a los Llanos Orientales luego de su excarcelación en 2017 para retomar la supervisión de su imperio narcotraficante en la región, es posible que haya intentado mantenerse en la clandestinidad.
El hecho de que fuera abatido en Medellín plantea más preguntas que respuestas. Puede haber usado la ciudad para ocultarse de las autoridades colombianas, pero también es posible que se encontrara allí para expandir su imperio criminal sellando acuerdos con otros narcotraficantes.
Su muerte puede haber dejado un vacío de poder en la organización de Los Puntilleros, que podría ser aprovechado otros grupos criminales en los Llanos Orientales, como la mafia Ex-FARC, para acrecentar sus economías criminales.