Aunque no es un centro importante para el crimen organizado transnacional, el departamento de Chalatenango es punto de tránsito de migrantes, armas y narcóticos.
Los grupos criminales aprovechan los numerosos puntos ciegos de la frontera para contrabandear productos ilícitos entre Honduras y Chalatenango. Durante algún tiempo, una clica de la pandilla callejera Mara Salvatrucha (MS13), conocida como los Fulton Locos Salvatruchos, controló una parte de las rutas de narcotráfico que rodean el municipio de Nueva Concepción. Esa zona también ha servido como centro operativo para las actividades criminales de las pandillas.

Actores criminales
MS13: una clica de la MS13 —Fulton Locos Salvatruchos— solía tener el control de algunos de los corredores de narcotráfico que pasan por Nueva Concepción y sus alrededores. Esta es una de las ciudades más grandes de Chalatenango, y se encuentran en un corredor de tráfico que atraviesa el norte de El Salvador. La MS13 presuntamente tiene vínculos con políticos locales, lo que podría contribuir a la protección de sus actividades ilícitas.
Cartel de Texis: El Cartel de Texis, uno de los principales grupos traficantes de narcóticos en El Salvador, ha controlado históricamente las rutas de cocaína en los departamentos del noroeste, como Chalatenango, donde opera como proveedor de logística para los carteles mexicanos. Las conexiones del grupo han alcanzado las más altas esferas de la política salvadoreña, lo que les permite blindar sus operaciones en Chalatenango y otros lugares. Algunos de los presuntos líderes del Cartel de Texis han sido detenidos, pero remanentes del grupo presuntamente han permanecido activos a lo largo de las mismas rutas terrestres.
Economías criminales
Tráfico de armas: la porosa frontera norte que comparte Chalatenango con Honduras es un punto de tránsito de armas de fuego ilegales desde El Salvador; sin embargo, esta parece ser una de las economías criminales más modestas en la zona. Existen 16 “puntos ciegos” a lo largo de la frontera del departamento con Honduras.
Cocaína: Chalatenango es un punto de tránsito para la cocaína. Una carretera que atraviesa el departamento, y conecta a El Salvador con el oeste de Honduras, constituye la principal ruta de tráfico en la zona. Es posible que se introduzca cocaína a Chalatenango por medio del cruce fronterizo El Poy o por puntos no vigilados en la frontera con Honduras. Estas rutas tradicionalmente han estado controladas por redes de transportistas con nexos con organizaciones narcotraficantes de mayor tamaño. En general, parece haber al menos una economía de cocaína moderada en Chalatenango.
Cannabis: la policía de Chalatenango ha descubierto cultivos de marihuana en el departamento, aunque a pequeña escala. El producto se transporta a San Salvador para el consumo local. También hay un mercado minorista de marihuana en el departamento, que parece estar controlado por la MS13. Por lo tanto, estimamos que existe una economía de cannabis de mediana escala en Chalatenango.
Tráfico de personas: se estima que en 2019 un poco más de 2.100 migrantes salvadoreños fueron deportados de vuelta a Chalatenango desde Estados Unidos y México. Dado el costo de contratar a un coyote en la zona (cerca de US$10.000), esta parece una economía criminal muy lucrativa, que puede llegar a las decenas de millones de dólares.
Extorsión: entre 2013 y 2017, Chalatenango registró la tasa más baja de casos de extorsión de cualquier departamento de El Salvador. No obstante, en años recientes, miembros de la MS13 han comenzado a incrementar las cuotas impuestas a los comerciantes y a los operadores de transporte público, especialmente en El Paraíso y Tejutla. La extorsión puede consistir en una cuota semanal o mensual.
Fuentes: este perfil se basó en una investigación de campo en Chalatenango e investigación en San Salvador, donde InSight Crime entrevistó a la policía antinarcóticos del país, agentes de policía departamentales, exoficiales de la policía nacional conocedores de narcotráfico, el Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (ISDEMU), asociaciones de desarrollo comunitario y periodistas locales. InSight Crime también se basó en información suministrada por el gobierno de El Salvador, la Dirección General de Estadística y Censos adscrita al Ministerio de Economía, datos municipales sobre extorsión, la Oficina de las Naciones Unidas para la Droga y el Delito (ONUDD), Diálogos y fuentes de prensa local.