Valle es un importante punto de tránsito de la cocaína que es enviada de Suramérica a Honduras, y que va con destino a otros países centroamericanos y a Estados Unidos.
Los dos puertos del departamento en el Golfo de Fonseca representan los únicos puntos de entrada marítima de cocaína en la costa del Pacífico hondureño. En tierra, la carretera que conecta a Nicaragua, Valle y El Salvador es una ruta muy conocida para el tráfico de drogas, bienes de contrabando, armas ilegales y migrantes.
Las bandas criminales de Valle se dedican a la extorsión, el microtráfico y el robo. Desde al menos 2017, la Mara Salvatrucha (MS13) ha tenido presencia en el departamento. También hay indicios de que Barrio 18 opera en el departamento.

Actores criminales
MS13: Desde por lo menos 2017, una célula de MS13 ha tenido presencia permanente en ciertos sectores de Nacaome, San Lorenzo, Alianza y Amapala, donde el grupo comete robos, extorsiones, asesinatos a sueldo y tráfico de drogas. Es posible que la pandilla también sea contratada por grupos de tráfico para que les preste sus servicios. La MS13 entró inicialmente a Valle huyendo de las autoridades de El Salvador. Actualmente la pandilla tiene muchos miembros hondureños y continúa reclutando en el país. La violencia de la MS13 ha provocado desplazamientos forzados en el departamento.
Barrio 18: Barrio 18 está presente principalmente en Nacaome y San Lorenzo, donde la pandilla extorsiona a los comerciantes locales. Sin embargo, no hay suficiente evidencia para determinar si la banda tiene una célula completamente establecida en Valle.
Clan Pinto: Orlando Pinto Olivo era el principal narcotraficante en la región del Valle y Choluteca. Trabajó con otros grupos narcotraficantes, como el Clan Valle y el Cartel AA, y blanqueó dinero utilizando varios negocios legales en todo el país. Debido a la presión estatal, Pinto huyó a Guatemala, donde más tarde fue arrestado en 2018. Los restos de su red criminal siguen traficando drogas en Valle activamente.
Economías criminales
Tráfico de armas: Dada la importancia de la economía del tráfico de cocaína, es probable que en Valle haya amplia disponibilidad de armas. Sin embargo, el departamento fue uno de los que tuvo menos incautaciones de armas en 2019. Es probable que los grupos criminales obtengan armas de fuego de manera legal, dadas las débiles regulaciones de armas de Honduras.
Cocaína: El Golfo de Fonseca, que conecta a Honduras con El Salvador y Nicaragua, es el único punto de entrada de cocaína al país en la costa del Pacífico. Al parecer, hay remanentes del Clan Pinto activos en esta área. Es probable que el continuo resurgimiento de las rutas del narcotráfico hondureño haya tenido impacto en el Golfo de Fonseca, aunque en menor medida que las rutas de drogas del norte, que en general han sido más importantes. Los cargamentos de cocaína provenientes de Suramérica entran a Valle por mar, a través de los puertos de Amapala y El Henecán. Algunos cargamentos de drogas son lanzados por aviones al mar, donde luego son recogidos por arrastreros o lanchas rápidas de propiedad privada. En tierra, la cocaína pasa por Valle a lo largo de las carreteras que conectan el departamento con El Salvador y Nicaragua, a través del departamento de Choluteca. Los cargamentos de drogas son transportados en vehículos privados, o bien son ocultados entre bienes de contrabando, como productos lácteos y ganado. Los alijos de cocaína que llegan a Valle se transportan por dos rutas de drogas: una que atraviesa El Salvador y otra que pasa por los departamentos de Intibucá, Lempira y Copán, en dirección a Guatemala. Las pandillas callejeras también venden cocaína de manera local.
Cannabis: El tráfico de cannabis es una economía pequeña en Valle. La MS13 parece ser el principal minorista y consumidor en el departamento. La pandilla tiene presencia en cuatro municipios de Valle, incluyendo su capital, Nacaome. Otras pandillas, como Barrio 18, también distribuyen y consumen marihuana.
Trata de personas: Las redes de trata de personas reclutan y explotan a sus víctimas en Valle, lo cual constituye una economía de tamaño pequeño. Los casos más comunes de trata de personas en Valle involucran a mujeres que viajan a México o Guatemala con la promesa de obtener un empleo, pero terminan siendo explotadas sexualmente. La MS13 también comete actos de violencia sexual, aunque no se halló evidencia de que la pandilla administre redes de trata de personas.
Tráfico de personas: Valle es un punto de tránsito de migrantes irregulares que se dirigen a Estados Unidos, ya sea hondureños o extranjeros que ingresan al país por el departamento de Choluteca, fronterizo con Nicaragua. Hay un flujo constante de migrantes que pasan por Valle. En 2019, unos 2.000 migrantes fueron deportados de México y Estados Unidos a Valle. Teniendo en cuenta el precio de contratar a un coyote de la zona (aproximadamente US$10.000), esta parece ser una economía lucrativa, que llega a las decenas de millones de dólares. Sin embargo, comparativamente, el tráfico de personas no es tan substancial como en otros departamentos del país, como los que se encuentran en la frontera con Guatemala.
Extorsión: En Valle, la extorsión casi no afecta a los tenderos ni a los comerciantes. La MS13 y Barrio 18 no solo obligan a los habitantes a pagar extorsiones, sino que además fuerzan a las víctimas a participar en las redes de extorsión. La amenaza de la extorsión ha provocado desplazamientos forzados en el departamento, cuyos habitantes rara vez denuncian las extorsiones, a pesar de que las autoridades dicen que se han esforzado por promover las denuncias. En 2017 solo se notificaron seis casos de extorsión.
Fuentes: Este perfil se construyó con base en tres visitas a Tegucigalpa, en las cuales InSight Crime entrevistó a representantes de la Fiscalía General, representantes de la Misión contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), oficiales del ejército, policías del nivel nacional, activistas de derechos humanos y periodistas. Debido a restricciones de seguridad, InSight Crime no pudo visitar Valle, pero realizó entrevistas telefónicas con autoridades judiciales, activistas de derechos humanos y periodistas de investigación locales, la mayoría de los cuales solicitaron que se mantuviera su anonimato. InSight Crime también utilizó información proporcionada por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la Policía Nacional de Honduras, el Instituto Nacional de Estadística de Honduras y la prensa local.