El Cartel de Tijuana, también conocido como la Organización Arellano Félix, tiene su base operaciones en una de las ciudades fronterizas más importantes en términos estratégicos de México. Como consecuencia de las luchas internas, arrestos y muertes de sus más importantes líderes, el Cartel de Tijuana es tan solo un vestigio de lo que alguna vez llegó a ser en los años noventa y comienzos del siglo XXI, cuando era considerado una de las organizaciones criminales más violentas y poderosas de México.

Historia

Al igual que la mayoría de los carteles mexicanos, el Cartel de Tijuana es originario del estado de Sinaloa. Los fundadores de este cartel trabajaron de la mano del legendario Miguel Ángel Félix Gallardo. Félix Gallardo, alias “El Padrino”, consolidó su organización criminal en Sinaloa transportando marihuana y heroína a Estados Unidos durante los años sesenta, en compañía de lo que posteriormente sería el Cartel de Guadalajara. Este grupo incluía a Pedro Avilés Pérez, Rafael Caro Quintero y Ernesto Fonseca.

El grupo huyó de Sinaloa a Tijuana a finales de los años setenta durante una incursión militar en la región, la cual incluyó arrestos masivos y campañas de fumigación de cultivos. En medio de la ofensiva, la policía dio de baja a Avilés Pérez, aunque rápidamente fue reemplazado por una nueva generación, incluyendo a un engreído sinaloense llamado Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”. Después de trabajar durante varios años con Félix Gallardo, Guzmán Loera crearía el Cartel de Sinaloa. Los demás miembros del grupo preparaban a quienes serían sus futuros reemplazos: los dos sobrinos de Fonseca, Armando y Vicente Carrillo Fuentes, crearían luego el Cartel de Juárez; los hermanos Arellano Félix —Benjamín, Ramón, Rafael, Javier y Eduardo (presuntamente sus otros dos hermanos, Luis Fernando y Carlos, no participaron)— formarían la columna vertebral del Cartel de Tijuana.

Después de trasladar sus operaciones a Guadalajara, el grupo comenzó a trabajar de cerca con traficantes colombianos, quienes estaban comenzando a mover grandes cantidades de cocaína a través del istmo. A principios de los años ochenta, Enrique Camarena, un agente veterano de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés), empezó a reunir evidencias para procesar a los miembros del cartel. Poco tiempo después de que Camarena hubiera ayudado a las autoridades mexicanas a destruir una gran plantación de marihuana, miembros del cartel lo secuestraron y posteriormente lo asesinaron. Esto produjo la respuesta del gobierno estadounidense, que comenzó una campaña masiva de persecución y presionó a México a hacer lo mismo. Rafael Caro Quintero fue capturado en abril de 1985 en Costa Rica, y después de pasar 28 años en prisión en México, fue liberado por un tecnicismo legal en agosto de 2013. El Padrino se mantuvo prófugo durante años hasta que fue arrestado en abril de 1989.

Una vez en la cárcel, Félix Gallardo convocó a una reunión de sus socios en Acapulco, con el fin de dividir los territorios: Guzmán Loera y su socio, Héctor Luis Palma Salazar, recibirían zonas de Baja California y Sonora; Rafael Aguilar Guajardo el área comprendida entre Juárez y Nuevo Laredo (los hermanos Carrillo Fuentes luego se harían cargo de esta ruta); los hermanos Arellano Félix por su parte se harían cargo de Tijuana. Sin embargo, prácticamente desde el comienzo, los hermanos Arellano Félix querían más. En 1989, poco tiempo después del encarcelamiento de Félix Gallardo, Ramón Arellano Félix asesinó a un socio cercano de Guzmán Loera.

Los hermanos no esperarían para expandirse, y poco después de la captura de El Padrino, Ramón Arellano Félix ordenó la muerte de un socio cercano de Guzmán en Sinaloa. La guerra no tardó en desatarse. En mayo de 1993, los hermanos Arellano Félix enviaron sicarios para interceptar a Guzmán Loera en un aeropuerto, pero en su lugar asesinaron a un cardenal mexicano. Francisco Rafael Arellano Félix fue arrestado por las autoridades mexicanas en 1993, pero luego de que Guzmán y Palma fueran arrestados, el clan de los Arellano Félix alcanzó un crecimiento inusitado. Posteriormente hicieron pactos con el clan Caro Quintero en Sonora, con el Cartel del Milenio en Michoacán (liderado por los hermanos Valencia), así como alianzas en Colima, Jalisco y Oaxaca que les permitieron tener control sobre el tráfico de Norte a Sur.

Después de que Guzmán Loera escapara de la prisión en 2001, comenzó una nueva escalada de violencia. En febrero de 2002, Ramón Arellano Félix viajó a Mazatlán para supervisar y tomar parte en un atentado en contra de la otra fuerza del Cartel de Sinaloa, Ismael Zambada García, alias “El Mayo”. Sin embargo, los hombres de El Mayo consiguieron tomar la delantera y asesinaron a Ramón. Un mes después las autoridades mexicanas arrestaron a su hermano Benjamín. La organización se reajustó de nuevo y Eduardo Arellano Félix y su hermana Enedina tomaron el liderazgo. Pero numerosos arrestos en Estados Unidos y la extradición de otros miembros hacia ese país para enfrentar cargos por narcotráfico, cambió la balanza de poder a favor de los cada vez más activos agentes policiales de Estados Unidos en ambos lados de la frontera. Poco después de cumplir una sentencia de 10 años en México, Francisco Rafael Arellano Félix fue extraditado a Estados Unidos en 2006, pero fue dejado en libertad por buena conducta. Las autoridades mexicanas capturaron a Francisco Javier Arellano en 2006, y a Eduardo Arellano en 2008.

Después del arresto de Eduardo Arellano Félix, el grupo se dividió. Fernando Sánchez Arellano, conocido como “El Ingeniero”, y sobrino de los fundadores del cartel, tomó las riendas de una facción, mientras que Eduardo Teodoro García Simental, conocido como “Teo” o “Tres Letras”, lideró la otra. El Teo buscó una alianza con el Cartel de Sinaloa, mientras que Sánchez Arellano presuntamente formó una alianza con Los Zetas. Se dió una lucha sangrienta, pero tras el arresto de Teo en enero de 2010, parece que la organización se consolidó de nuevo alrededor de El Ingeniero.

En diciembre de 2012, Eduardo, el último de los hermanos Arellano Félix en prisión, fue extraditado a Estados Unidos y sentenciado a 15 años de prisión en agosto de 2013. El hermano mayor, Francisco Rafael, fue asesinado por un sicario en octubre de 2013, aunque no era considerado un jugador importante en el momento de su captura. El Ingeniero fue capturado por las autoridades mexicanas en junio de 2014, dejando a su madre, Enedina, a cargo de la organización.

Desde 2010 existe una paz relativa en Tijuana, que ha sido atribuida a una tregua entre los Carteles de Tijuana y Sinaloa, siendo este último el que ostenta el control de Tijuana y sus áreas vecinas. Sin embargo, información publicada a inicios de 2015 indica que el Cartel de Tijuana intenta retomar territorios de Sinaloa. Otros informes indican que el Cartel de Tijuana se está expandiendo internacionalmente.

Liderazgo

Enedina Arellano Félix, alias “La Narcomami” dirige al Cartel de Tijuana. Enedina es hermana de los fundadores del Cartel. Antes de dirigirlo, era la encargada de las operaciones financieras de la organización, así como del lavado de dinero.

Geografía

El Cartel de Tijuana opera principalmente en la ciudad cuyo nombre toma. Ubicada en la frontera con Estados Unidos, Tijuana es un punto estratégico para el tráfico de drogas hacia el Sur de California.

Aliados y enemigos

Se sospecha que la organización hizo una tregua con su antiguo rival, el Cartel de Sinaloa. Sin embargo, información reciente indica que ambos grupos reiniciaron sus rivalidades.

Perspectivas

Aunque el poder ostentado por el cartel durante los años noventa ha disminuido significativamente, todavía tiene suficiente fuerza para cobrar “piso” (un tipo de impuesto) al Cartel de Sinaloa para poder transportar drogas a través de su territorio. La captura de El Chapo Guzmán y su posible expansión internacional podrían ayudar al Cartel de Tijuana a volver a ganar poder.

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