Liderada por los hermanos Beltrán Leyva, esta organización narcotraficante mexicana trabajó con el Cartel de Sinaloa hasta 2008, cuando se separaron y se desató una sangrienta batalla entre los dos grupos. La OBL, una de las organizaciones criminales más poderosas de México, se ha visto gravemente debilitada por numerosos arrestos y muertes. No obstante, ha logrado mantener su presencia en algunas zonas gracias a sus alianzas con grupos locales y con organizaciones más grandes como Los Zetas.

Actualmente la Organización Beltrán Leyva (OBL) está experimentando un vacío de poder en su liderazgo debido al arresto de Héctor Beltrán Leyva, alias “El H” en 2014. Durante su tiempo como líder de la organización, El H consiguió forjar una alianza con Los Zetas en un esfuerzo por evitar ser eliminado luego de una sangrienta batalla con el Cartel de Sinaloa. Las luchas internas y detenciones de sus jefes máximos han dejado a la OBL tambaleándose; sin embargo, los enfrentamientos con sus rivales del Cartel de Sinaloa continúan.

Historia

Según varias versiones, los hermanos Beltrán Leyva comenzaron su carrera criminal en Sinaloa, su lugar de origen, trabajando con los pequeños cultivadores de amapola. La región de Sinaloa fue y sigue siendo el corazón del cultivo de amapola en México. Los hermanos empezaron a trabajar para Amado Carrillo Fuentes, quien los empleó como sicarios y transportistas. Conocido como “El Señor de los Cielos”, Carrillo Fuentes lideraba el poderoso Cartel de Juárez, que había establecido rutas de narcotráfico que se extendían hacia el sur hasta Colombia y al norte hasta Estados Unidos.

Al igual que su jefe, los Beltrán Leyva eran despiadados y ambiciosos. Badiraguato, el municipio donde nacieron, es el mismo donde nació Joaquín Guzmán Loera, alias “El Chapo”, y hay evidencias de que en algún momento trabajaron juntos como sicarios para el infame Cartel de Guadalajara. A través de los vínculos matrimoniales, los lazos entre Guzmán Loera y los Beltrán Leyva se hicieron más estrechos. Esta conexión fue decisiva cuando Guzmán fue encarcelado en 1993. Los hermanos Beltrán Leyva ayudaron al hermano de Guzmán, Arturo, a mantener el negocio a flote y también enviaron grandes cantidades de dinero a su “primo” sinaloense encarcelado y lo ayudaron a escapar de la cárcel en 2001.

El escape de Guzmán, la captura de Arturo Beltrán Leyva meses más tarde, y la muerte de Carrillo Fuentes, le abrieron la puerta a los hermanos Beltrán Leyva. Después de varias reuniones en 2002 con Guzmán y sus socios Juan José Esparragoza Moreno, alias “El Azul”, e Ismael Zambada García, alias “El Mayo”, se formó un grupo que sería conocido como la Federación, o la “Alianza de Sangre”: Alfredo Beltrán Leyva, alias “El Mochomo” se casó con la prima de Guzmán, Esparragoza se casó con la cuñada de Guzmán y Guzmán se casó con la sobrina de otro socio, Ignacio Coronel.

Como padrino del hijo de Amado Carrillo Fuentes, Esparragoza también estaba estrechamente vinculado con el clan Carrillo Fuentes. La familia con base en Juárez entró al pacto en 2002, pero la relación no duró mucho. En 2004, el hermano de Amado Carrillo Fuentes, Rodolfo Carrillo Fuentes, alias “El Niño de Oro”, mató a dos agentes de Guzmán en Ciudad Juárez, y Guzmán ordenó su muerte en retaliación. Frente a una encrucijada, Zambada y Esparragoza decidieron aliarse con Guzmán, lo que marcó el comienzo de la guerra entre el Cartel de Sinaloa y de Juárez, la cual ha sido continua desde entonces.

Mientras tanto, la Organización de los Beltrán Leyva comenzó a dejar su huella. Guzmán los puso en la tarea de formar un equipo de seguridad para hacer frente al creciente poder de su otro rival, el Cartel del Golfo. Unos años antes, el Cartel del Golfo había convencido a 31 oficiales de las fuerzas especiales del ejército mexicano de crear un poderoso, sofisticado y brutal brazo armado que se llamaría Los Zetas. La OBL contrató a su propio equipo de seguridad: un colaborador, Edgar Valdez Villareal, alias “La Barbie”, vino desde Laredo; el grupo de Valdez, Los Pelones, comenzó a igualar en brutalidad a Los Zetas; otro grupo, Los Negros, fue liderado por un exdetective de la policía; y en la punta de la pirámide estaba Arturo Beltrán Leyva, alias “El Jefe de Jefes”, quien creó su propia unidad que llamaba modestamente las Fuerzas Especiales de Arturo (FEDA). La guerra se expandió rápidamente, al igual que el poder de la OBL y su influencia. Según los informes, para 2005 la OBL operaba en 11 estados: Guerrero, Morelos, Chiapas, Querétaro, Sinaloa, Jalisco, Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León, Estado de México y el Distrito Federal (Ciudad de México).

Guzmán también puso a la OBL en la tarea de infiltrarse en las fuerzas de seguridad y en la política, cosa que lograron con alarmante eficiencia. En 2005, la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA por sus iniciales en inglés) grabó una conversación entre Nahúm Acosta, un asesor cercano al gobierno de Fox, y uno de los Beltrán Leyva, probablemente Héctor. El H era el responsable de la nómina, que presuntamente también incluía a altos miembros de la Agencia Federal de Investigación (AFI) y al exzar antidrogas del país, Noé Ramírez Mandujano. Ramírez fue a prisión por supuestamente haber recibido US$450.000 mensuales de la organización, pero los cargos fueron retirados en abril de 2013. Acosta fue arrestado pero posteriormente fue exonerado.

La OBL fue muy influyente pero fue víctima de su propio orgullo desmesurado. Su perfil público aumentó constantemente, al igual que sus apariciones en fiestas extravagantes en lugares como Cuernavaca, donde su dominio era indiscutible. Sus aliados en el Cartel de Sinaloa, por su parte, parecían preocupados. A esto se sumó una disputa entre la facción de Sinaloa y la OBL por una ruta de distribución en Chicago. La tensión se desbordó cuando las autoridades arrestaron a Alfredo Beltrán Leyva el 21 de enero de 2008. Después de que las autoridades liberaron a Iván Archivaldo, el hijo de Guzmán de la cárcel, los peores miedos de Arturo Beltrán Leyva se hicieron realidad: Guzmán había proporcionado la información que condujo al arresto de Alfredo, su hermano menor.

Se declaró la guerra y una de las primeras víctimas fue Edgar Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán, quien fue asesinado cuando salía de un centro comercial en Sinaloa con sus guardaespaldas. Los niveles de derramamiento de sangre en Sinaloa se dispararon y la OBL se alió con sus antiguos archirrivales: Los Zetas. El Cartel de Sinaloa llegó a acuerdos de trabajo con el Cartel del Golfo y la Familia Michoacana, un despiadado grupo que había irrumpido en la escena en 2006. En todo momento Guzmán, Zambada y Esparragoza se mantuvieron alineados en contra de la OBL, y utilizando sus contactos en el gobierno federal, el Cartel de Sinaloa desgastó a la OBL. En 2009 decenas de sus agentes fueron arrestados o asesinados, y en diciembre de 2009, la Marina mexicana dio de baja a Arturo Beltrán Leyva en un apartamento ubicado en un lujoso barrio de Cuernavaca.

El año 2010 fue aún peor para la OBL. Tras la muerte de Arturo, Valdez Villareal se separó para formar su propia organización. Héctor Beltrán Leyva reagrupó lo que quedaba de la OBL y cambió su nombre a Cartel del Pacífico Sur. Sin embargo, las batallas entre las dos facciones dejó al cartel vulnerable, y Carlos Beltrán Leyva, hermano de Héctor y Arturo, fue detenido en enero de 2010. El principal lugarteniente de Valdez Villareal fue capturado en abril y Valdez fue detenido a finales de agosto. El jefe de seguridad de Héctor, Sergio Villareal, alias “El Grande”, fue arrestado en septiembre. Lo que queda de la OBL ha fortalecido su alianza con Los Zetas para mantenerse a flote.

Liderazgo

La OBL fue liderada por los hermanos Beltran Leyva, y todos han sido capturados o están muertos.

Geografía

La OBL se formó en el estado mexicano de Sinaloa y operó en 10 estados diferentes aparte de Ciudad de México, donde operó durante la cúspide de su poder. Estos estados fueron Guerrero, Morelos, Chiapas, Querétaro, Sinaloa, Jalisco, Quintana Roo, Tamaulipas, Nuevo León y el Estado de México.

Aliados y enemigos

La alianza de la OBL con Los Zetas ha sido fructiferea: juntos han realizado importantes ofensivas contra el Cartel de Sinaloa en la región de la Sierra Madre del país. Además, el grupo se ha beneficiado de la ayuda de su antiguo aliado: Fausto Isidro Meza Flores, alias “Chapito Isidro”, considerado por Estados Unidos como un importante narcotraficante.

En 2014, surgieron informes de que la OBL se reunió con otros importantes grupos criminales mexicanos incluyendo a Los Zetas, el Cartel de Juárez, y el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) con el fin de comprometerse mutuamente a luchar contra el Cartel de Sinaloa; el principal rival de la OBL.

Perspectivas

A pesar de la ola de detenciones y asesinatos que debilitaron a la OBL, hay señales de que el cartel está recuperando su influencia. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos afirmó en noviembre de 2013 que la OBL estaba resurgiendo, tras añadir a su lista negra a los socios de la organización. Sin embargo, el arresto de Héctor, el último de los hermanos Beltrán Leyva que seguía en libertad, en octubre de 2014, significa que la OBL tiene grandes desafíos por delante. Un mes después de la detención de Héctor, Alfredo Beltrán Leyva fue extraditado a Estados Unidos.