En Alto Paraná existen algunas de las economías criminales más dinámicas de Paraguay. Los bienes de contrabando fluyen continuamente hacia Brasil y Argentina a través de Ciudad del Este y las rutas fluviales circundantes.

Estas rutas también se utilizan para traficar drogas y armas a los países vecinos; así mismo, los mercados comerciales y financieros de Ciudad del Este ofrecen abundantes oportunidades para el lavado de dinero. Dadas estas condiciones, se cree que Ciudad del Este se convirtió en una base para grupos criminales, que van desde redes de contrabando locales hasta grandes pandillas como el Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital – PCC) y el Comando Rojo (Comando Vermelho – CV).

Actores Criminales

Primer Comando de la Capital (Primeiro Comando da Capital – PCC): El PCC tiene abundante poder en Ciudad del Este. La pandilla recluta a muchos residentes y está acumulando apoyo político. El PCC cuenta con equipos de abogados para defender a sus miembros frente a cargos criminales y gestionar operaciones de lavado de dinero.

Comando Rojo (Comando Vermelho – CV): La presencia del CV en Ciudad del Este, con participación de brasileños y paraguayos, es menor en comparación con la del PCC. Varios grupos como el CV están activos en Ciudad del Este, una gran ciudad con una extensa comunidad brasileña, donde pueden ocultarse fácilmente de las autoridades. 

Clan Barakat: La familia Barakat blanquea dinero en la zona de triple frontera, lo que incluye dineros de Hezbollah, según señala un caso criminal en Estados Unidos. Su líder, Assad Ahmad Barakat, fue capturado en Brasil en 2018.

Pequeñas redes de narcotráfico: Las redes de narcotráfico en Ciudad del Este son más discretas que en Pedro Juan Caballero, lo que puede explicar por qué el lujoso estilo de vida de Reinaldo Javier «Cucho» Cabaña, un prominente traficante de cocaína en la zona, atrajo la atención antes de su captura. Otro presunto narcotraficante, Tomás Rojas, alias «Chapalobo», sigue siendo uno de los narcotraficantes más importantes de Ciudad del Este. Chapalobo es conocido por hacer alarde de su dinero y poder, e incluso construyó una réplica de la Catedral de Caacupé en su casa.

Clan Zacarías: Por mucho tiempo, la familia Zacarías ha ejercido poder en el departamento de Alto Paraná. Algunos miembros del clan han estado involucrados en escándalos de corrupción o han sido investigados por enriquecimiento ilícito, entre otros delitos. El clan supuestamente controla el poder judicial de Alto Paraná, especialmente en Ciudad del Este.

Clan Rotela: El Clan Rotela es uno de los únicos grupos criminales paraguayos con capacidad para disputarle el control de las prisiones al PCC, debido al dinero que gana con el microtráfico. Aunque la presencia del clan en Alto Paraná aparentemente se limita a las cárceles, este grupo es una amenaza latente para el departamento. 

Primer Grupo Catarinense (PGC): El PGC es una pandilla brasileña que controla el narcotráfico en el estado de Santa Catarina, al sur de Brasil, y su capital Florianópolis. Después de que el PCC y el CV llegaron a Paraguay, otras pandillas brasileñas también han tratado de aumentar su influencia en el país. En enero de 2019, la Policía Nacional de Paraguay capturó  a cinco miembros del PGC en Alto Paraná, lo que indica que están tratando de expandirse en el territorio. 

Bala na Cara (BNC): La banda brasileña BNC tiene presencia en algunas ciudades de Paraguay. Algunas fuentes afirman que están trabajando en alianza con el PCC. En mayo de 2018, Luis Fernando Da Silva Soares Junior, uno de los presuntos líderes de esta organización criminal, fue capturado en Ciudad del Este.

Economías criminales

Tráfico de armas: El tráfico de armas en Alto Paraná, particularmente en Ciudad del Este, que limita con Brasil y Argentina, es un activo comercio. Las pandillas brasileñas, como el PCC, son los principales consumidores de estas armas de fuego, en su mayoría armas largas, como los M16. En 2019, las autoridades incautaron 102 armas de fuego en Alto Paraná. El valor de estas incautaciones sugiere que el comercio de armas llega a unos cuantos millones de dólares en el departamento. La mayor parte de las armas provienen de Argentina, con destino a Brasil, y transitan por Ciudad del Este a través del río Paraná. El tráfico de armas en Alto Paraná ha disminuido en los últimos años, dado que los traficantes ya envían las armas de fuego directamente a Brasil, sin detenerse en Paraguay. Además, los ciudadanos brasileños (incluidos los miembros del PCC) pueden comprar ciertas armas de fuego legalmente en Ciudad del Este y contrabandearlas a Brasil.

Cocaína: Ciudad del Este es un punto de tránsito de la cocaína boliviana que va con destino a Brasil y Europa. El PCC tiene una fuerte presencia en Alto Paraná, al igual que otras pandillas brasileñas, clanes familiares y traficantes independientes. En 2019, las autoridades incautaron solamente cinco kilogramos de cocaína. Se cree que es una cantidad insignificante en comparación con lo que pasa por el departamento, donde existen pistas de aterrizaje clandestinas en las que aterrizan la cocaína o la pasta de cocaína provenientes de Bolivia. En el departamento se han encontrado algunos laboratorios que pueden producir cerca de 400 kilogramos de cocaína a la semana (20,8 toneladas al año). Además, los clanes familiares que controlan el microtráfico, vendiendo crack, cocaína y marihuana, pueden ganar alrededor de cientos de miles de dólares al año. En resumen, el negocio del transporte de drogas es bastante grande y quizá compite con los negocios de tráfico más lucrativos; además hay un substancial mercado de venta de drogas a nivel local.

Cannabis: Debido a su ubicación estratégica, en límites con Argentina y Brasil, Alto Paraná es un lugar clave para todo tipo de contrabando, incluyendo la marihuana. En el río Paraná hay unos 300 puertos clandestinos, desde donde se envía mercancía y drogas a Brasil, a menudo usando lanchas rápidas. La provincia de Misiones, en Argentina, fronteriza con Alto Paraná, es también un importante punto de entrada del cannabis paraguayo, cuyas cargas pueden ser de varias toneladas. En 2019, la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD) de Paraguay incautó más de ocho toneladas de cannabis. El PCC tiene una fuerte presencia en la zona y utiliza a Ciudad del Este como refugio. Otras pandillas brasileñas, como el Primer Grupo Catarinense (PGC) y Bala Na Cara, así como traficantes independientes, también tienen presencia en el departamento. La venta de drogas a nivel local está controlada por clanes familiares, que pueden ganar cientos de miles de dólares al año vendiendo cannabis, además de crack y cocaína.

Delitos ambientales: Ciudad del Este tiene una economía maderera ilegal en San Rafael de Paraná. Sin embargo, los ingresos no parecen ser significativos y son mucho menores que el contrabando y el narcotráfico.

Trata de personas: Ciudad del Este es un importante centro urbano, plagado de delitos transfronterizos, uno de los cuales es la trata de personas. Las jóvenes son especialmente vulnerables a la explotación sexual en el departamento. Agencias de viajes falsas reclutan a personas que tienen la intención de viajar al extranjero, pagan sus gastos de viaje, pero terminan entregándoselas a los tratantes en México, Argentina o España. Aun así, los casos de trata de personas son poco denunciados, ya que las autoridades solo reportaron 17 casos en 2019.

Contrabando: Ciudad del Este es la segunda ciudad más importante de Paraguay, en gran parte debido al comercio transfronterizo entre Brasil y Argentina. Muchos de los productos que se venden en las calles son de contrabando o falsificados. Tanto las grandes organizaciones criminales como los grupos más pequeños participan en esta economía criminal, sobre todo contrabandeando aparatos electrónicos y cigarrillos. La mayor parte del contrabando se realiza por tierra, pero hay unos 300 puertos clandestinos a lo largo del río Paraná que también son utilizados para esta actividad ilegal.

Lavado de dinero: Ciudad del Este es considerado un importante centro de lavado de dinero. Los grandes flujos comerciales ofrecen diversas oportunidades para blanquear ingresos ilícitos, al igual que el mercado de contrabando y las operaciones de cambio de divisas en la zona de triple frontera. Los sistemas informales de transferencia de dinero, los negocios de intercambio de dinero, junto con los laxos controles fronterizos y una gran economía de efectivo (Ciudad del Este ocupó el tercer lugar mundial en volumen de transacciones en efectivo a principios de la década de 2000), han creado grandes oportunidades para el lavado de dinero. En Ciudad del Este presuntamente se ha desarrollado un mercado de estructuras de lavado de dinero que ofrecen sus servicios a diversos actores criminales, así como sofisticados esquemas que involucran a universidades.

Fuentes: Este perfil se elaboró con base en una investigación en terreno en Alto Paraná y cuatro viajes a Asunción, en los que InSight Crime entrevistó a funcionarios del Ministerio del Interior, la Secretaría Nacional Anticorrupción (SENAC), la Secretaría Nacional Antidrogas (SENAD), la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (SEPRELAD), la Unidad Especializada en la Lucha contra la Trata de Personas de Paraguay, la Dirección Nacional de Aeronáutica Civil (DINAC), funcionarios de prisiones y de inteligencia policial, un fiscal antinarcóticos, agentes de aduana, funcionarios de la gobernación, una organización internacional que trabaja en la prevención de la tortura, la policía brasileña, organizaciones no gubernamentales que trabajan en derechos humanos, y periodistas locales, la mayoría de los cuales solicitaron que se mantuviera su anonimato. InSight Crime también utilizó información proporcionada por el Ministerio del Interior de Paraguay, la Dirección General de Estadísticas, Encuestas y Censos, y prensa local.