La Organización R (OR) es una de las bandas mineras, generalmente conocidas como sindicatos, que más rápido creció en el estado Bolívar. Durante los últimos años, la OR ha expandido el control sobre valiosas minas de oro, recurriendo a la violencia contra bandas rivales para mantener su fortín. El meteórico ascenso del sindicato al poder no solo se debió a su poderío militar, sino también a su capacidad para ganarse el apoyo de las comunidades locales mediante obras sociales.

Historia

Lo que se conoce actualmente como la Organización R nació en el 2008 en el sector occidental de Ciudad Guayana. Desde sus primeros días, ha estado bajo el mando de Eduardo José Natera Balboa, alias “Run” o “el Pelón”. Inicialmente, la banda estuvo implicada en robos, asesinatos y robo de armas.

Con el tiempo, Run y su banda pasaron a una actividad criminal más rentable: la minería ilegal. Desde aproximadamente 2019 existen denuncias de la presencia de la organización en zonas mineras. La banda logró establecerse en la localidad de Tumeremo, municipio Sifontes, y combinó sus actividades criminales con obras sociales y la actividad política, lo cual le permitió ganarse el apoyo de la comunidad. Incluso, los miembros de la banda han llegado al punto de describir al grupo como un defensor de los mineros informales.

La OR se ganó el respaldo de la población local gracias al trabajo social por medio de una caridad conocida como la Fundación 3R (Fundación de Gestión Social Integral 3R) que brinda alimentos, servicios públicos y atención médica a los residentes de Tumeremo y también se encarga de la organización de eventos deportivos.

Aunque la Fundación 3R niega que tenga conexión con la OR, un miembro de la banda afirmó a InSight Crime que las dos organizaciones son la misma cosa. Esto parece estar sustentado por comunicados públicos donde la OR expresa su continuo apoyo a la población a través de la Fundación.

Además de la legitimidad social que tiene la banda entre los habitantes locales, el reclutamiento estratégico parece haberle permitido afianzarse rápidamente. Un político local declaró que la OR reclutaba de los remanentes de la banda que antes controlaba Tumeremo, y un alto funcionario del gobierno, que habló con InSight Crime bajo la condición de mantener el anonimato, afirmó que el grupo también reclutaba desertores del ejército venezolano.

A medida que el poder de la OR aumentó, el grupo logró desafiar a las fuerzas de seguridad y disputarles el control de las minas. En abril de 2021, la banda emboscó y asesinó al Teniente Coronel Ernesto Solís, quien perseguía a la banda. Este fue un punto de inflexión para la OR, pues tras ese hecho su poder aumentó exponencialmente.

Al continuar su expansión, la OR enfrentó nuevamente al Tren de Guayana, con quienes había mantenido un conflicto en 2014 luego de que Run se atribuyera la muerte del líder del grupo, Yorman Pedro Márquez Rodríguez, alias «El Gordo Bayón”. En 2021, con el propósito de desplazar al sindicato rival de las zonas mineras de El Callao y Guasipati, la OR comenzó una nueva guerra. Sin embargo, después de varios meses de enfrentamientos, ambos bandos acordaron un cese al fuego, con la ayuda de la Corporación Venezolana de Minería (CVM), ente gubernamental que supervisa las actividades mineras y gestiona algunos contratos con pequeños mineros y multinacionales, según el comunicado de la banda.

Durante la primera parte de 2022, el grupo logró operar con relativa facilidad en todo Tumeremo, pero la situación cambió a finales de octubre, cuando el ejército desplegó la Operación Roraima 2022 en toda la región minera de Bolívar. La OR parece haber sido el principal objetivo de esta operación, lo que pone en tela de juicio su dominio sobre Tumeremo.

Liderazgo

La OR fue fundada por Eduardo José Natera Balboa, alias “Run” o “el Pelón”, quien sigue siendo su máximo jefe hasta el día de hoy.

En 2009, Run fue sentenciado a 14 años privado de la libertad en el Centro Penitenciario El Dorado, en el municipio de Sifontes. Pero al poco tiempo de comenzar a cumplir su pena, fue reportado como desaparecido y algunos medios afirmaron que había huido.

Pasaron años sin que se conociera su paradero, aunque hacia 2014 se había convertido en uno de los delincuentes más buscados de Ciudad Guayana, luego de que se atribuyera la responsabilidad por la muerte de Yorman Pedro Márquez Rodríguez, alias «El Gordo Bayón”, del Tren de Guayana.

Durante ese tiempo, Run logró introducirse en las zonas mineras de Tumeremo junto a sus lugartenientes, como César Alexander González, alias “El Mágico González”.

Geografía

La Organización R mantiene una presencia permanente en el casco urbano de Tumeremo y en las minas de oro de los alrededores, especialmente las conocidas como Belén, Tomi y la Increíble.

En Tumeremo, la OR impone duras normas a la comunidad, afirmando que prestan servicios de seguridad. Recientes operativos militares incautaron drones de vigilancia, que, según la OR, se usaban para monitorear la población de la zona.

El intento de la OR por expandirse a algunas minas de El Callao en 2021 desencadenó un conflicto con el Tren de Guayana, y hasta el momento el grupo ha sido incapaz de afianzar un dominio absoluto sobre el municipio vecino.

Actividades criminales

La Organización R se beneficia del control que detenta sobre las zonas mineras mediante el cobro de cuotas extorsivas llamadas ‘’vacunas’’ en la mayoría de las etapas de la producción de oro, de manera similar a otros sindicatos mineros. Sin embargo, la banda misma y algunos residentes de Tumeremo alegan que las vacunas de la OR son más bajas que las que cobran otros grupos.

Adicionalmente, algunas notas de prensa afirman que la OR también está involucrada en la distribución local de drogas, como cocaína y marihuana.

Aliados y enemigos

Hay indicios de que la OR tiene contactos políticos importantes por medio de la Fundación 3R.

Esta ha trabajado con el Movimiento por la Paz y la Vida, programa del gobierno nacional dirigido por Alexander “Mimou” Vargas, ex viceministro del Deporte y exdiputado de la Asamblea Nacional. Según la información en las redes sociales de la Fundación 3R, Vargas ha manifestado su respaldo a la fundación y ha participado en los eventos que organizan. No obstante, no hay evidencia de que Vargas tenga nexos directos con las actividades criminales de la Organización R.

El grupo también ha cooptado la rama local del partido Unidad Popular Venezolana (UPV), brindando apoyos a la campaña del candidato de ese partido a la alcaldía en 2021, aunque el candidato fue retirado antes de las elecciones.

La Organización R afirma que no tiene nexos con el ejército venezolano, uno de cuyos miembros llamó a Run “el Rebelde del Sur”, y aunque fuentes locales han repetido los rumores de que la OR mantiene relación con oficiales corruptos del ejército con operaciones en el lugar, las acciones de la Operación Roraima contra el grupo indican que eso no basta para protegerlos de operaciones a gran escala coordinadas por la comandancia nacional.

La OR también ha construido alianzas con bandas vecinas en Sifontes, como el Sindicato de Las Claritas y la banda del Negro Fabio en El Dorado, según fuentes de seguridad y del hampa, quienes hablaron bajo reserva de su identidad. Estos tres grupos al parecer acordaron respetar el territorio de los demás, en contraste con la rivalidad de larga data que mantiene la OR con el Tren de Guayana.

Perspectivas

Aunque muchos ven la Organización R como uno de los sindicatos mineros con más fuerza en el estado de Bolívar, el despliegue de la Operación Roraima a finales de 2022, con más de 1.000 soldados, atacó con toda la fuerza al grupo en su bastión de Tumeremo. Contrario a los despliegues militares en agosto de 2022, que para muchas fuentes consultadas por InSight Crime fue una farsa que no hizo mella al grupo, la Operación Roraima parece haber tenido mayor éxito y sembró dudas sobre el futuro del grupo en las minas de Tumeremo. Sin embargo, la estructura de mando del grupo sigue intacta, y si el ejército es incapaz de mantener el control de la zona en el largo plazo, la OR podría usar su poderío militar y sus nexos con las comunidades locales para recuperarse.