Sendero Luminoso o el Militarizado Partido Comunista es el último remanente del movimiento guerrillero de finales del siglo XX de Perú. Aunque se encuentra en declive, aún conserva influencia en el VRAEM debido a su alianza con el narcotráfico.

El 23 de mayo de 2021, una disidencia de Sendero Luminoso asesinó presuntamente a 16 personas en el VRAEM y dejó tras de sí panfletos donde advertían a la población que se abstuviera de votar en las elecciones presidenciales previstas para el 6 de junio, especialmente que no votaran por la candidata de la derecha Keiko Fujimori.

Historia

El Partido Comunista del Perú – Sendero Luminoso (PCP-SL), se creó en 1970 como una facción disidente del Partido Comunista (PCP). Contaba con apenas unas decenas de miembros, liderados por Abimael Guzmán; un profesor de filosofía de la Universidad de Ayacucho, quien había visitado China y estaba profundamente influenciado por las ideas de Mao. Guzmán creía que el comunismo debía desatar una “guerra popular”, y criticó a los miembros del PCP quienes simplemente querían organizar a los trabajadores.

Para 1980, su grupo tenía más de 500 miembros y estaba listo para declarar la guerra al Estado peruano, quemando varias urnas en un pequeño pueblo en la provincia de Ayacucho en mayo de ese año, el día previo a las elecciones nacionales. El grupo siguió realizando ataques, particularmente contra estaciones de policía, hasta que en diciembre de 1982 el ejército fue enviado a la región para combatir al grupo.

Aunque Sendero Luminoso no creció mucho en tamaño, con alrededor de 3.000 miembros en la cúspide de su poder en 1990, fue el responsable de la mayoría de las víctimas de la guerra subsiguiente –la Comisión de la Verdad y Reconciliación encontró que el grupo mató a unas 31.000 personas entre los años de 1980 y 2000. Los métodos del grupo fueron particularmente brutales, incluyendo lapidaciones o metiendo a sus víctimas en agua hirviendo.

El Sendero Luminoso masacró a comunidades campesinas que consideraba que estaban en contra de su lucha, al igual que atacó a las fuerzas de seguridad y a otros representantes del Estado. Ellos ganaron terreno rápidamente y estuvieron presentes en amplias zonas del país a finales de los años ochenta.

El curso de la guerra comenzó a cambiar cuando Alberto Fujimori asumió el poder en 1990 y lanzó un ataque contra los guerrilleros, lo que incluyó encerrar y torturar a presuntos simpatizantes, así como darle armas a las Rondas Campesinas, autodefensas rurales que lucharon contra los guerrilleros.

Guzmán fue capturado en un estudio de baile de Lima en 1992, e hizo un llamado a sus seguidores para establecer un acuerdo de paz con el gobierno. Esto precipitó una ruptura al interior del grupo, y los guerrilleros ubicados en la región del Valle de los Ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM) declararon a Guzmán como traidor, mientras que otro grupo, con sede más al norte en el Valle del Huallaga, se mantuvo fiel al líder.

La actividad del Sendero Luminoso disminuyó significativamente hasta mediados de la primera década del siglo XXI, cuando se produjo un resurgimiento, incluyendo ataques a empresas multinacionales, en particular provenientes de la facción establecida en el VRAEM.

El Sendero Luminoso ya no representa una seria amenaza para la estabilidad del Estado peruano, pero las continuas actividades de la guerrilla siguen planteando un desafío para el gobierno peruano. No obstante, la facción del Huallaga fue desmantelada con la captura en 2012 de su líder, Florindo Eleuterio Flores Hala, alias “camarada Artemio”. Él fue el último líder en el campo que siguió siendo leal a Guzmán. Ahora no existe ninguna relación entre los guerrilleros que aún están en el terreno y los altos mandos que se encuentran prisioneros.

Mientras los remanentes de Sendero Luminoso en el VRAEM siguen apoyando una ideología maoísta y lanzando ataques contra las fuerzas de seguridad, prefieren identificarse ahora como el Militarizado Partido Comunista del Perú (MPCP) para distanciarse de la historia de la guerrilla y lograr un mayor apoyo de las comunidades campesinas.

Las principales fuentes de ingresos de la guerrilla son el ofrecimiento de servicios de protección de cargamentos de droga y escolta para los narcotraficantes. El gobierno describe al grupo del VRAEM como nada más que una banda de narcotraficantes, pero la situación es más complicada, y esta facción continúa llevando a cabo actividades de propaganda y ataques contra las fuerzas de seguridad adicionales a los servicios de protección al narcotráfico.

El 11 de agosto de 2013, las autoridades peruanas anunciaron la muerte de Orlando Alejandro Borda Casafranca, alias “Alipio”, y Marco Antonio Quispe Palomino, alias “Gabriel”, el número dos y el número cuatro, respectivamente, de la facción del VRAEM de Sendero Luminoso. Alipio era el jefe militar de la facción, y Gabriel era el hermano del líder de la facción del VRAEM, Víctor Quispe Palomino, conocido como “Camarada José”.

Al parecer, ambos fueron dados de baja por las fuerzas de seguridad en una operación en la que contribuyó un narcotráficante, quien proporcionó apoyo logístico al grupo, y se había convertido en un informante de la policía. Tarcela Loya Vilchez, alias “Olga” se convirtió en la segundo al mando, ocupando el lugar de Alipio mientras que  otro de los hermanos del Camarada José, Jorge, alias “Camarada Raúl”, se encargó de la parte política e ideológica de la organización.

En 2008, se creó el Comando Especial VRAEM del Ejército como parte de la estrategia de militarización de la lucha contra las drogas y Sendero Luminoso. 11 años después de la implementación de este programa todavía no se ha logrado cumplir con sus objetivos y por ese motivo la actual presidencia de Martín Vizcarra ha optado por intentar una nueva política conocida como la Estrategia VRAEM 2021. El presidente ha hecho un llamado a “pacificar” el país a través de una intervención en el VRAEM que combine la lucha militar con programas de erradicación de cultivos, desarrollo económico y erradicación de la pobreza.

La masacre de 16 personas, ocurrida en mayo de 2021 cerca de la población de San Miguel del Ene marca un importante retorno a las acciones violentas por parte de Sendero Luminoso y puede motivar una respuesta inmediata del gobierno.

Liderazgo

El fundador de la guerrilla Abimael Guzmán, alias “Gonzalo” fue capturado en 1992, generando la división del grupo. La facción del Huallaga se mantuvo fiel a Guzmán, encabezada por Florindo Eleuterio Flores, alias “Comandante Artemio”, ahora en prisión; y la otra, en el VRAEM, dirigida por los hermanos Quispe Palomino en cabeza de Víctor, alias “Camarada José” y en segundo lugar, su hermano Jorge, también conocido como “Raúl”.

Víctor Quispe Palomino fue declarado responsable por el Ejército Peruano, de la masacre ocurrida el 23 de mayo de 2021, a manos de miembros de Sendero Luminoso en el VRAEM.

Geografía

Actualmente, el grupo remanente de Sendero Luminoso se encuentra confinado a un estrecho pero estratégico corredor para el narcotráfico entre los departamentos de Junín, Ayacucho y Huancavelica en el VRAEM, la principal región productora de cocaína del país.  El fortín de los hermanos Quispe Palomino es Vizcatán en el corazón de la selva del VRAEM, un lugar estratégico para el control de las rutas clave para el tráfico de drogas hacia Brasil y Bolivia.

Aliados y enemigos

A principios de la década de los 2000, Sendero Luminoso estableció vínculos con la guerrilla colombiana de las FARC, de quienes aprendieron algunas tácticas de guerra como el uso de lanzacohetes para derribar aeronaves militares. En la actualidad, Sendero Luminoso tiene alianzas y negocios con los clanes locales del narcotráfico del VRAEM.

En mayo de 2021, el presidente peruano Francisco Sagasti ordenó el despliegue de destacamentos armados en el VRAEM en respuesta a la masacre de al menos 16 personas en San Miguel del Ene.

Perspectivas

Aunque Sendero Luminoso ha anunciado una nueva estrategia para tomarse el poder con miras al bicentenario en 2021, es muy poco probable de que lologre pues no cuenta con la fortaleza militar o económica para hacerlo.

Su alianza con el narcotráfico, su control de territorios estratégicos en el VRAEM y la resiliencia que han demostrado después de años de operativos militares en su contra revelan que acabar definitivamente con esta organización no va a ser una tarea ni fácil ni rápida para las fuerzas de seguridad del Estado.

La sorprendente matanza de al menos 16 personas en mayo de 2021, atribuida a Sendero Luminoso, sin duda motivará una respuesta inmediata de las autoridades y medidas de fuerza en el VRAEM.