Un informe de Southern Pulse sobre Ciudad Juárez, ofrece un vistazo de las fuerzas dominantes que están detrás del crimen organizado en la ciudad fronteriza, alguna vez el punto de partida de la lucha contra el narcotráfico en México, y ofrece un pronóstico cautelosamente optimista para el futuro.
El informe, publicado en octubre y disponible para la compra en el sitio de internet de Southern Pulse, señala que la situación de seguridad en Juárez ha dado un giro. Los homicidios en la ciudad, los cuales alcanzaron un pico de alrededor de 300 al mes en 2010, han caído dramáticamente; en agosto y septiembre se vio alrededor de un sólo homicidio al día. Las autoridades también han visto disminuciones similares en otras actividades criminales. Desde julio de 2011 a julio de 2012, la policía registró una caída de más de un 50 por ciento en el robo de vehículos, el robo violento a viviendas ha caído un 24 por ciento, y el robo a mano armada a negocios comerciales se ha reducido en un 35 por ciento.
Una razón para esto, según el reporte, es que la cadena alimentaria criminal en Juárez se ha instalado finalmente. La sangrienta batalla del Cartel de Sinaloa con el Cartel de Juárez por el control de las rutas del narcotráfico que cruzan la ciudad, la cual comenzó en 2007, ha llegado a su fin.
Sin embargo, este no es un desarrollo inesperado. Como muestra la gráfica de abajo, la tasa de homicidios de Juárez ha estado cayendo desde 2010. Muchos analistas, el autor del informe incluyó, atribuyen esto a un pacto de no agresión que los dos carteles acordaron en la primavera de este año. Sin embargo, el crimen violento persistió con bandas locales pequeñas como los Aztecas y Los Mexicles – las cuales Southern Pulse describe como “acostumbrados a las tácticas excesivas de mano dura” – continúan luchando por el territorio local.
Adicionalmente, la violencia se ha reducido debido a que el Cartel de Juárez se debilitó por su lucha contra el Cartel de Sinaloa y por la aplicación de la ley mexicana. A pesar de que alguna vez fue un jugador importante en el panorama del narcotráfico en el país, sus conexiones con Colombia y Estados Unidos se han perdido, y el grupo claramente se ha subyugado a los sinaloenses. El cartel no sólo ya no es una red transnacional rea, Southern Pulse argumenta que debería considerarse como una organización criminal de “dos niveles”, al igual que las bandas regionales como los Aztecas.
Analisis de InSight Crime
La mano firme del Cartel de Sinaloa sobre Juárez marca la última de una serie de victorias de la organización, que en los últimos meses parece estar profundizando su influencia en México. Sus rivales más cercanos, los Zetas, fueron golpeados por la muerte de uno de sus líderes, Heriberto Lazcano, a principios de octubre, y parece ser una prioridad de la policía en el país. Además de la pérdida de Lazcano, se cree que el grupo se está fragmentando.
Como el grupo dominante en Juárez, se espera que el Cartel de Sinaloa mantenga un perfil relativamente bajo. El cartel es conocido por su carácter pragmático, y por su inclinación por tácticas más “suaves” como el soborno y el cobro de comisiones, en lugar de espantosas matanzas. Con ellos al mando del bajo mundo de la ciudad, probablemente los asesinatos relacionados con el narcotráfico se mantendrán al mínimo. Esto será un problema para Leyzaola, el comandante de la policía de Juárez, quien ha luchado contra la corrupción policial desde que asumió el cargo a principios de 2011, cuando le dijo a la prensa que él sospechaba que casi un cuarto de la fuerza policial estaba en la nómina de las organizaciones criminales.
Pero el pronóstico de paz para la ciudad puede no mantenerse por mucho tiempo. Una de las principales variables en esta ecuación, según el informe de Southern Pulse, es la estrategia del Cartel de Juárez afiliarse a bandas más pequeñas como los Aztecas y La Línea, lo cual ha servido como el principal escuadrón de ataque. Estas bandas son lo suficientemente fuertes en la ciudad como para representar una seria amenaza al Cartel de Sinaloa, y pueden hacer una jugada para hacerlo si su control desaparece.