Un estudio reciente sugiere que la cantidad de armas que se trafican de Estados Unidos a México es mayor de lo que se creía anteriormente, lo que pone de relieve el desconocimiento existente sobre el comercio transfronterizo de armas y su impacto sobre la violencia en México.
Según un reciente informe sobre tráfico de armas (pdf), presentado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), se estima que cada día ingresan 2.000 armas a México desde Estados Unidos de manera ilegal. El informe señala que el 85 por ciento de las casi 15 millones de armas que había en México en 2012 eran ilegales.
El estudio, que en gran parte se basa en numerosos informes y estudios internacionales, señala que el gran número de armas de asalto y de uso militar que se encuentran disponibles a bajo precio en Estados Unidos, así como las laxas leyes estadounidenses en materia de porte de armas, son las principales razones para el elevado número de armas de contrabando en México. El informe indica que un 40 por ciento de las armas utilizadas por los narcotraficantes mexicanos provienen de Texas solamente.
El informe señala a las denominadas compras fachada (“straw purchasing”) como la forma más común de tráfico de armas. Esta modalidad consiste en comprar armas legalmente en Estados Unidos, para luego contrabandearlas a México y venderlas en el mercado negro.
El informe, sin embargo, no menciona a las fuerzas de seguridad mexicanas, que InSight Crime identificó en un estudio en el año 2011 como una fuente de armas importante para el mercado negro.
El informe del CESOP tampoco explica de dónde provienen sus cálculos de que 2.000 armas cruzan la frontera entre México y Estados Unidos de manera ilegal diariamente. Según Clay Boggs, de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA por sus iniciales en inglés), quien es especialista en temas mexicanos y en tráfico de armas, esta cifra puede ser un viejo dato de la era del expresidente Felipe Calderón, quien criticaba abiertamente la evidente pasividad de Estados Unidos para frenar el flujo de armas que ingresan ilegalmente a México.
“Dos mil es el número que Calderón solía usar, pero en realidad esta cifra es una proyección porque nadie sabe cuántas armas cruzan la frontera”, dijo Boggs a InSight Crime.
VEA TAMBIÉN: Noticias y perfiles de México
Un estudio realizado en 2013 (pdf) por la Universidad de San Diego y el Instituto Igarapé de Brasil —así como una revisión del informe, publicada en 2014— estima que, en promedio, en Estados Unidos se compraron 212.887 armas de fuego cada año entre 2010 y 2012 con el fin de ser contrabandeadas. Esto significa unas 580 armas al día —solo el 29 por ciento de la cifra mencionada por el CESOP—.
Aunque el tráfico de armas en la frontera entre México y Estados Unidos es sin duda un gran negocio, la diferencia entre las dos cifras demuestra el desconocimiento que se tiene acerca de cuántas armas están siendo introducidas ilegalmente en México.
“Es sumamente difícil determinar la cantidad de tráfico de armas en la frontera entre México y Estados Unidos”, dijo a InSight Crime Robert Muggah, coautor del estudio realizado en 2013.
Según Muggah, existen tres formas principales para rastrear el tráfico de armas: 1) “seguimiento de armas” (“gun-walking”), que consiste en que las autoridades les permiten a los distribuidores venderles sus armas a compradores fachada, para luego seguirles la pista a las armas en la frontera, 2) hacer una evaluación de las armas que han sido incautadas y 3) estimar el tráfico de armas mediante modelos estadísticos. Sin embargo, ninguna de estas estrategias es totalmente confiable, dijo Muggah.
Una de las razones por las que es complejo controlar el comercio ilegal de armas entre Estados Unidos y México es la dificultad para determinar el país de origen de las armas confiscadas. Las armas adquiridas en ferias o subastas privadas en Estados Unidos y que no requieren ningún registro, o aquellas que han sido confiscadas por las autoridades mexicanas pero que carecen de número de serie, son casi imposibles de rastrear. En 2012, las autoridades estadounidenses admitieron que no pudieron identificar el país de origen del 30 por ciento de las armas incautadas que supuestamente habían sido utilizadas para cometer delitos en México.
Incluso si el número de armas de fuego que cruzan ilegalmente la frontera entre México y Estados Unidos es mucho menor que 2.000 por día, la evidencia sugiere que el flujo de armas ilegales en México está aumentando. El número de armas incautadas a lo largo de la frontera sureste de Estados Unidos por el Departamento de Seguridad Nacional (Department of Homeland Security) entre 2010 y 2012 aumentó 189 por ciento en comparación con el periodo 2006-2008. Además, el estudio de la Universidad de San Diego descubrió que un porcentaje creciente (casi la mitad) de los comerciantes autorizados para vender armas en Estados Unidos dependen económicamente de los consumidores mexicanos.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre el tráfico de armas
A pesar de los estudios que demuestran que unas leyes más estrictas a la compra de armas en Estados Unidos podrían tener un impacto directo sobre los niveles de violencia en México, el presidente mexicano Enrique Peña Nieto ha demostrado ser más vacilante que su predecesor para solicitar leyes más estrictas a Estados Unidos. Este tema tiene muchas implicaciones políticas, y dado que las relaciones entre México y Estados Unidos son fuertes, en parte debido a varias capturas de grandes narcotraficantes como Joaquín “El Chapo” Guzmán en febrero del año pasado, es probable que las autoridades mexicanas no quieran agitar los ánimos.