Cada día los carteles mexicanos intentan enviar cantidades incalculables de narcóticos por la frontera estadounidense. Y cada día, las autoridades mexicanas y estadounidenses tratan de detenerlos. Los estupefacientes se ocultan por lo general en vehículos comerciales o de pasajeros que transitan por los retenes oficiales. Pero en los últimos años, los grupos criminales han comenzado a experimentar con una amplia gama de métodos innovadores para transportar su carga ilícita por una de las fronteras más celosamente vigiladas del mundo hacia el mercado más lucrativo para los estupefacientes. A continuación, InSight Crime analiza cinco de las salidas más creativas.
Túneles
El primer “narcotúnel” de México a Estados Unidos se descubrió en 1990. Según Los Angeles Times, el túnel se extendía por 83 metros desde una lujosa casa en Agua Prieta, México, hasta una bodega en Arizona, y estaba equipado con iluminación eléctrica, un sistema de drenaje y un vagón para transportar la droga. Los agentes antinarcóticos de Estados Unidos lo describieron a los periódicos como “algo sacado de una película de James Bond”, quizás porque el acceso al túnel en la parte mexicana lo daba un “interruptor oculto dentro de la residencia de lujo que, al activarse, levantaba al aire una mesa de billar y la losa de concreto que había debajo para dar paso a un pozo estrecho”.
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Desde entonces, se han descubierto docenas de túneles a lo largo de la frontera; muchos de ellos incompletos y muchos ligados al poderoso cartel de Sinaloa. Su jefe máximo, Joaquín “El Chapo” Guzmán, protagonizó una espectacular fuga de una cárcel de máxima seguridad mediante un elaborado túnel de un kilómetro y medio de largo en julio de 2015.
Uno de los narcotúneles más grandes jamás descubiertos en Estados Unidos se halló en abril de 2016. Según el San Diego Union-Tribune, se extendía por 750 metros desde una casa en Tijuana, México, hasta una propiedad industrial en el área de San Diego, y estaba equipada con iluminación, rieles y un sistema de ventilación. Las autoridades indicaron que es probable que se empleara el túnel para mover múltiples toneladas de narcóticos incluyendo cocaína y marihuana. Según todos los indicios, este método seguirá siendo una opción muy popular para pasar estupefacientes de manera ilegal por la frontera.
Catapultas
Otra antigua tecnología adaptada para uso moderno, la catapulta parece no tener la misma buena acogida que los túneles entre los grupos narcotraficantes. No obstante, existe por lo menos un caso documentado —captado en video granulado por una cámara de vigilancia— en la que presuntos contrabandistas del lado mexicano de la frontera parecen cargar paquetes de marihuana en un gran armatoste y lanzarlos a Estados Unidos. Un agente mexicano declaró a Associated Press que la catapulta tenía capacidad para arrojar más de cuatro libras de marihuana por vez al otro lado de la frontera.
En los últimos años, las autoridades mexicanas han descubierto varias catapultas más que se sospecha se usaban para el narcotráfico. Pero la relativa ineficiencia y la inexactitud de estas máquinas indican que es poco probable que se generalicen como método para pasar narcóticos por la frontera.
Cañones
Las deficiencias del método con catapultas no parecen haber desanimado a los traficantes en la búsqueda de formas para disparar drogas de México a Estados Unidos. Las autoridades del estado mexicano de Sonora descubrieron recientemente un vehículo modificado para servir como cañón de aire móvil, con capacidad para lanzar paquetes de drogas de un lado a otro de la frontera. No es claro si el artefacto —que la agencia de noticias Fusion describió como “salido de una película de Mad Max”—, se usó alguna vez; ni siquiera se sabe si funcionó como se esperaba.
Existen otros casos documentados en los que los traficantes han usado cañones para lanzar drogas al otro lado de la frontera, incluyendo otro dispositivo instalado en una camioneta que las autoridades mexicanas descubrieron en 2013. Sin embargo, lo visible de tales armatostes, más la cantidad sustancial de esfuerzo que puede requerir su construcción y operación hacen improbable que se extienda su empleo entre los grupos traficantes.
Ultralivianos
El uso de aeronaves para mover narcóticos por la frontera estadounidense no es nada nuevo para los grupos traficantes mexicanos. Hace décadas, Amado Carrillo Fuentes, el fallecido capo del cartel de Juárez, se ganó el apodo de "Señor de los Cielos" por la flota de pequeños aviones que usaba su organización para pasar estupefacientes de México a Estados Unidos. Más recientemente, sin embargo, los grupos traficantes han comenzado a usar “ultralivianos” en operaciones de vuelo nocturno. Estas máquinas son mucho más pequeñas y lentas que sus contrapartes grandes, y por su limitado alcance suelen usarse para recreación, no para transporte. Pero los grupos criminales han comenzado a acondicionar los ultralivianos con equipos especiales, como trenes de aterrizaje para todo terreno y espacio extra de carga para mejorar su capacidad de llevar cargas ilícitas con sigilo sobre la frontera.
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Los ultralivianos por lo general vuelan a alturas del suelo relativamente menores, lo que —sumado a su pequeña envergadura— dificulta su detección. Y además de requerir relativamente poco adiestramiento para operar, son bastante económicos y fáciles de construir, lo que eleva su atractivo para los traficantes. Más aún, estos vehículos pueden transportar cientos de libras a la vez. Estas ventajas hacen de los ultralivianos una opción económica para traficantes emprendedores, y las autoridades esperan que su uso en narcotráfico se mantenga, e incluso se incremente en el futuro.
Drones
El rápido crecimiento en el mercado para los sistemas de aviación no tripulados que se producen comercialmente, conocidos comúnmente como “drones”, se ha visto acompañado de un incremento simultáneo en su uso entre los traficantes de drogas. En agosto de 2015, dos hombres se declararon culpables en un juzgado de Estados Unidos de recibir un paquete de 28 libras de heroína transportado por aire al otro lado de la frontera desde México usando un dron.
Las autoridades federales declararon a Los Angeles Times que el caso fue “la primera incautación transfronteriza de las autoridades estadounidenses en la que se implicaba la nueva táctica de tráfico aéreo”. Anteriormente en el mismo año, un dron que transportaba seis libras de metanfetaminas se estrelló en México justo al sur de la frontera estadounidense. Y según Popular Mechanics, se dice que había habido más de cien intentos similares en años anteriores de usar drones para transportar estupefacientes sobre la frontera.
Aun así, las autoridades dicen que el narcotráfico con drones tiene sus limitaciones. La portavoz de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus iniciales en inglés) Amy Roderick dijo a Los Angeles Times en 2015 que los drones “solo permitirán volar una pequeña cantidad de narcóticos a la vez, y que eso sumado a la facilidad de detección no hace muy rentable este método para estas organizaciones narcotraficantes, cuya motivación es el dinero”.