El atentado contra la estación de Policía en el municipio Santander de Quilichao, al norte del departamento del Cauca en Colombia, es el último evento en la ola de violencia protagonizada por las disidencias de las FARC, que enfrentan a las autoridades locales en esta región.

La noche del viernes 22 de noviembre, desde un camión acondicionado con una rampa, se lanzaron varios cilindros de gas a la estación de Policía de Santander de Quilichao, dejando como saldo tres uniformados muertos y 10 heridos, entre ellos, algunos civiles.

Las autoridades han atribuido el atentado a la disidencia del Frente 6 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (Ex-FARC mafia), autodenominada como Columna Móvil Dagoberto Ramos, con presencia en el norte del Cauca. Como respuesta, en el municipio se llevó a cabo un consejo de seguridad presidido por el Ministro de Defensa, Carlos Holmes Trujillo, para tomar medidas frente a estos hechos.

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Por el momento se han capturado cinco personas relacionadas con el atentado. Entre ellos se encuentra Gerson Antonio Pérez Delgado, alias “Caín”. De acuerdo con el director seccional de la Fiscalía en el Cauca, Raúl González Flechas, “actúa como contratista, por así decirlo, de la…Columna Móvil Dagoberto Ramos en esta jurisdicción para temas de tráfico de estupefacientes, tráfico de armas y homicidios”.

Análisis de InSight Crime

La estrategia de la Columna Móvil Dagoberto Ramos para atentar contra la Policía en Santander de Quilichao evoca las viejas prácticas de las FARC en el Cauca, sin embargo, esto no es sorprendente. El grupo está compuesto por antiguos miembros del Frente 6, la Columna Móvil Gabriel Galvis y la Columna Móvil Jacobo Arenas que operaban en el norte del Cauca y que desertaron del proceso de paz.

Bajo el mando de Fernando Israel Méndez Quitumbo, alias “El Indio”, este grupo comenzó a expandirse por el norte del departamento a comienzos de este año. Su interés por controlar el territorio le valió una confrontación con una facción del Ejército Popular de Liberación (EPL) que llegó desde el Catatumbo, y todo parece indicar que el grupo logró posicionarse como uno de los actores principales en la zona.

La Dagoberto Ramos se divide el norte del Cauca con otro grupo Ex-FARC mafia: la Columna Móvil Jaime Martínez al mando de Leider Johani Noscue, alias “Mayimbú”. Su presencia se concentra en los municipios de Caloto, Corinto, Santander de Quilichao, Toribío, Miranda, Páez, Jambaló e Inzá en el Cauca, y también hacen presencia en Huila y Tolima, dos departamentos estratégicos para conectar el pacífico caucano con el centro y sur del país.

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Santander de Quilichao, por su cercanía con los municipios de Miranda, Caloto y Toribío, que conforman el Triángulo de Oro de la marihuana en el Cauca, es parte de la ruta de salida de los cargamentos que van hacia el suroccidente del país. Según los datos del Observatorio de Drogas de Colombia, en lo corrido de 2019 se han incautado en el municipio alrededor de 4,6 toneladas de marihuana prensada.

La marihuana tipo “cripy” se ha convertido en un botín criminal de suma importancia para los grupos en el Cauca. Sin embargo, las comunidades indígenas se han opuesto a la siembra de cultivos ilícitos en sus resguardos, y han llevado a cabo varias incautaciones de marihuana en la zona. Esto los ha llevado a ser el principal objetivo de los grupos disidentes.

Como respuesta a la violencia en el departamento, el presidente Iván Duque ordenó el despliegue de 2.500 miembros de la Fuerza de Despliegue Rápido (FUDRA 4) del Ejército al departamento, que ya contaba con 8.000 efectivos en el territorio.

Las acciones de alto perfil ponen un objetivo en la espalda de los cabecillas de los grupos que los llevan a cabo. Como ocurrió con Walter Patricio Arizala, alias “Guacho”, luego del secuestro y asesinato de los periodistas del diario El Comercio, en Ecuador. Tanto alias “Mayimbú”, como “El Indio”, son ahora objetivos de alto valor para el gobierno colombiano.

Sin embargo, desde que se emitió el cartel de los más buscados, en septiembre de 2019, la Fuerza Pública no ha logrado capturar a los líderes de las disidencias en el Cauca. A pesar de tener bajas importantes, los eventos en Santander de Quilichao demuestran que las Ex-FARC mafia tienen todavía bastante poder y capacidad de acción en el norte del Cauca.