La historia que conecta al infame Cartel de Guadalajara de México con la principal agencia de inteligencia de Estados Unidos en los años ochenta no es ficción, aunque probablemente lo sea la afirmación de que la agencia ayudó a matar a un agente antidrogas estadounidense. Una mirada a los documentos disponibles al público demuestra que Estados Unidos trabajó en estrecha colaboración con al menos un miembro del cartel, pero no con el infame autor intelectual mexicano del asesinato.
A primera vista, parecían afirmaciones alocadas: en octubre, la revista mexicana Proceso y Fox News, basados en entrevistas con dos exagentes y un excontratista, dijeron que la CIA había ejecutado al agente de la DEA, Enrique "Kiki" Camarena, en 1985; luego de que Camarena descubriera el plan de la agencia para financiar al ejército apoderado de la CIA en Centroamérica, los Contras, utilizando fondos ilícitos del narcotráfico.
Los detalles eran vagos -por ejemplo, informes de un agente de la CIA grabando la sesión de tortura llegaron a través de informantes mexicanos- pero las fuentes eran fuertes. Phil Jordan, exagente de la DEA, alguna vez dirigió el Centro de Inteligencia de El Paso (EPIC); Héctor Berrellez era un supervisor de la DEA en el caso; y Tosh Plumlee era un antiguo piloto contratado por la CIA que trabajó con SETCO, una aerolínea con sede en Honduras y propiedad del traficante de drogas hondureño Juan Ramón Matta Ballesteros.
En entrevistas separadas con el El Paso Times, Jordan y Berrellez dijeron que habían salido a la luz pública porque sólo recientemente habían confirmado las acusaciones de la implicación de la CIA en el asesinato de Camarena.
El 2 de noviembre, Proceso dio seguimiento con una historia sacada de un evento público en el que otros exagentes de la DEA confirmaron las conexiones entre la CIA y los miembros del cartel, pero negaron las afirmaciones de que la agencia estuviera involucrada en el homicidio de Camarena.
El 9 de noviembre, la revista ofreció aún más detalles, a través de una entrevista con Plumlee, sobre las supuestas conexiones entre la agencia de inteligencia de Estados Unidos y el Cartel de Guadalajara de Rafael Caro Quintero, condenado autor intelectual por el asesinato Camarena. Según versiones anteriores, Camerena fue torturado y asesinado por el cartel como venganza por el descubrimiento de una operación masiva de marihuana.
Plumlee afirmó que había transportado a Caro Quintero a Guatemala después del asesinato porque, según el excontratista, él estaba "protegido" por la Casa Blanca. A partir de ahí, el traficante se dirigió a Costa Rica donde fue capturado y enviado devuelta a México. Allí fue condenado a 40 años de prisión.
El interés en el caso revivió en agosto, cuando las autoridades mexicanas liberaron a Caro Quintero de la cárcel, 12 años antes de que se cumpliera su condena. El tribunal revocó esta decisión a principios de noviembre y las autoridades están buscando a Caro Quintero nuevamente.
Hay, sin embargo, poca documentación para respaldar las afirmaciones sobre la participación de la CIA y las declaraciones de las fuentes no son muy sólidas. Plumlee, por ejemplo, dice que el hombre que él transportó a Guatemala no se identificó.
En declaraciones a Fox News, la CIA negó la historia con vehemencia, y las investigaciones anteriores sobre las relaciones entre Irán, los Contra y la CIA en la región no han incluido al Cartel de Guadalajara. En un famoso informe del Procurador General de Estados Unidos sobre los presuntos vínculos de la CIA con traficantes, emitido en 1998, por ejemplo, no menciona al Cartel de Guadalajara, a Caro Quintero o cualquier otra cosa relacionada con el caso.
Y aunque la historia se sigue difundiendo a través de Proceso, no ha tomado impulso en Estados Unidos por razones claras: todavía es débil.
Un nuevo protagonista
Aunque todo el énfasis está en Caro Quintero y posiblemente en el papel protagónico de la CIA en la muerte de Camarena, el verdadero protagonista de esta parte de la historia es el narcotraficante hondureño Matta Ballesteros y su empresa SETCO -los únicos vínculos establecidos formalmente entre el Cartel de Guadalajara y la CIA-.
Según el relato más completo de su vida en “Sobornos, balas, e intimidación: el tráfico de drogas y la ley en Centroamérica", de Julie Marie Brunck y Michael Ross Fowler, Matta Ballesteros se abrió camino desde ser un ladrón callejero de poca monta en Tegucigalpa a ser un traficante de contrabando y drogas.
Basándose en gran medida en los reportes de las noticias, se dice que en 1970 fue detenido en el aeropuerto de Dulles con 25 kilos de cocaína. Un año después se escapó de un centro de detención militar en Florida y se dirigió de nuevo a Honduras, donde comenzó a mover esmeraldas y drogas, entre otros productos ilícitos. Sus redes llegaron a la cima del ejército hondureño, que en 1977 lo ayudó a secuestrar y a matar a sus antiguos socios, convertidos en rivales, Mary y Mario Ferrari.
Poco después se convirtió en el puente clave entre el Cartel de Guadalajara y el Cartel de Medellín. Compró grandes extensiones de tierra y estableció empresas en Honduras, entre ellas SETCO. Además de traficar sus productos, la compañía aérea movía envíos para el Departamento de Estado y la CIA, según un informe del Congreso de 1988 (pdf).
"A principios de 1984, SETCO fue la principal empresa utilizada por los Contras para transportar suministros y personal para la FDN [Fuerza Democrática Nicaragüense, una facción Contra], que llevaba al menos un millón de cartuchos de municiones, comida, uniformes y otros suministros militares para los Contras, desde 1983 a 1985", dice el informe.
El informe -que provino del llamado Kerry Committee Report, nombrado por el entonces senador y ahora secretario de Estado, John Kerry, quien dirigió la investigación del Comité de Relaciones Exteriores del Senado sobre el apoyo de Estados Unidos a los Contras- añade que otras agencias estadounidenses sabían del papel de SETCO en el narcitráfico.
"Un informe de investigación de aduanas, de 1983, declara que "SETCO significa Servicios Turistas Comandante Ejecutivos y está dirigido por Juan Ramón Mata (sic) Ballesteros, un infractor de clase I de la DEA", dice el informe Kerry. "Según la Agencia Antidrogas (sic), Aviación SETCO es una corporación formada por hombres de negocios estadounidenses que están lidiando con Matta y están traficando narcóticos a Estados Unidos".
Un libro de contabilidad del informe muestra que el Departamento de Estado pagó US$185.924,25 a SETCO entre enero y agosto de 1986, un año después de que Camarena fuera asesinado y Matta Ballesteros fuera un sospechoso conocido en el caso.
Diferenciando las líneas de tiempo
Las historias de Proceso argumentan que la CIA tenía una relación directa con el Cartel de Guadalajara a través de la policía mexicana corrupta, lo que parece, según todos los testigos, ser verdad. Pero también reconstruye la historia de Matta Ballesteros para adaptarse a su narrativa. En concreto, se dice que un agente de la CIA llamado Félix Rodríguez -quien afirmó haber presidido la captura y el asesinato de Ernesto "Che" Guevara en Bolivia en 1967- trajo a Matta Ballesteros a México y lo introdujo al Cartel de Guadalajara para el expreso propósito de mover cocaína hacia Estados Unidos para financiar a los Contras.
No obstante, esto no es coherente con lo que se sabe sobre las historias de Félix Rodríguez y Matta Ballesteros. Rodríguez, según el informe del fiscal independiente Lawrence Walsh, en el caso Irán-Contras, no se convirtió en coordinador clandestino de la ayuda Contra hasta 1985, mucho después de que Matta Ballesteros hubiera comenzado a trabajar con el Cartel de Guadalajara.
Sin duda, Matta Ballesteros estaba en México por lo menos desde principios de los setenta. En 1974, fue arrestado allí por posesión de drogas. A finales de 1970, después de haber sido liberado de la cárcel, se abrió camino a través de la cadena de distribución y se convirtió en un agente clave del Cartel de Guadalajara.
A mediados de los años ochenta, los medios de comunicación de México y Estados Unidos se referían a él como el jefe del Cartel de Guadalajara. Después de ser capturado y encarcelado en Colombia, los operativos del Cartel de Medellín pagaron un soborno, estimado en millones, para liberarlo.
Desde Colombia regresó a Honduras donde, pese a la orden de captura internacional contra él, disfrutó de una vida muy pública. Su negocio y conexiones políticas asistieron a fiestas en su lujosa mansión y dio limosnas a los pobres desde su puerta.
Un final irónico
El nexo de Matta Ballesteros con el Cartel de Guadalajara eventualmente lo alcabzó. En abril de 1988, los oficiales del ejército hondureño, junto con fuerza pública estadounidense lo recogieron después de su trotada de la mañana, y luego lo metieron en un avión y lo llevaron a República Dominicana. Desde allí fue trasladado en avión a Estados Unidos donde lo detuvieron oficialmente y lo acusaron del secuestro y el homicidio de Camarena.
Durante su juicio, ni él ni sus abogados plantearon las posibles conexiones de la CIA con el cartel o el posible papel de la agencia en el asesinato de Camarena. Matta Ballesteros fue finalmente condenado a varias cadenas perpetuas en una prisión de Estados Unidos en donde permanece hasta hoy en día.
Así, con las teorías conspirativas al margen, el registro muestra una conexión indirecta entre la CIA y el Cartel de Guadalajara a través de Matta Ballesteros y, posiblemente, una conexión más directa a través de la policía mexicana. Sin embargo, la afirmación de que la CIA presidió el asesinato de un agente de la DEA parece -con los documentos que están a disposición del público al menos ahora- más una teoría de la conspiración que la realidad.