La captura de Daniel "El Loco" Barrera en Venezuela muestra la forma en que este país se ha convertido en un refugio para los narcotraficantes colombianos, y plantea la cuestión de si los grupos con sede en Venezuela están preparados para hacerse cargo de la red criminal de Barrera.
El arresto de “El Loco” Barrera podría añadir más combustible a las críticas de que Venezuela es muy diligente en capturar a los narcotraficantes y antiguos paramilitares colombianos que se refugian en su territorio, pero un tanto más laxo cuando se trata de encontrar miembros de la guerrilla de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) o del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Venezuela ha detenido a varios miembros importantes de las FARC, en particular a Guillermo Torres Cueter, alias "Julián Conrado", un propagandista y compositor de música referente a la guerrilla, en junio de 2011. En marzo, las autoridades arrestaron a un miembro del Estado Mayor de las Farc, cuando viajaba en una carretera principal que conecta a Caracas. Pero a pesar de estas capturas, persisten las críticas de que Venezuela no ha tomado las medidas necesarias para limitar la capacidad de la guerrilla para operar en el país, en contraste con las acciones tomadas en contra de los no guerrilleros involucrados en el crimen organizado. La captura de “El Loco” Barrera podría servir para apoyar esas preocupaciones.
Muchos narcotraficantes y ex paramilitares colombianos han sido detenidos en Venezuela en los últimos años. Ellos incluyen a líderes de poderosos cárteles como Maximiliano Bonilla, alias "Valenciano", y Diego Pérez Henao, alias "Diego Rastrojo", así como paramilitares como Héctor German Buitrago, alias "Martín Llanos". Con cada detención viene una ola de felicitaciones del presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, agradeciendo a Venezuela por su ayuda, mientras que los funcionarios venezolanos citan cada detención como prueba del compromiso de ese país con la lucha contra el crimen organizado.
Si bien los narcotraficantes colombianos, están cayendo con más frecuencia en Venezuela, esto no siempre se debe solamente al buen trabajo policial. No es una coincidencia el hecho de que Venezuela comenzó a presionar a los criminales colombianos poco después de que Colombia acordó extraditar a Caracas, Venezuela al narcotraficante Walid Makled en lugar de Estados Unidos. Makled afirmaba poseer inteligencia detallada sobre los vínculos entre su red de tráfico de drogas y militares de alto rango y funcionarios del gobierno de Venezuela. Al aceptar su extradición a Venezuela, es probable que Colombia haya usado a Makled como moneda de cambio para presionar Venezuela para que tomase medidas contra los más buscados de Colombia.
También es posible que algunos de los narcotraficantes colombianos radicados en Venezuela, fueran sorprendidos porque ya no podían pagar a las fuerzas locales de seguridad para su protección. Esto es lo que, según informes, pasó con Wilber Varela, alias "Jabón", asesinado en Mérida en 2008. Presuntamente, el asesinato está relacionado con un plan de “El Loco” Barrera.
El otro argumento es que la detención de capos colombianos en Venezuela, es simplemente un testimonio de lo mucho que ha mejorado la relación entre los líderes de los ambos países, en contraste con la que existía entre Hugo Chávez y el predecesor de Santos, Álvaro Uribe.
Es poco probable que la captura de “El Loco” Barrera cambie el hecho de que las rutas de la droga pasen por Venezuela y siga siendo un negocio altamente lucrativo -su organización está acusada de mover alrededor de 100 toneladas de cocaína a Estados Unidos y Europa. Teniendo en cuenta que “El Loco” Barrera era un hombre muy buscado, es cuestionable hasta qué punto estaba realmente en condiciones de seguir participando en el negocio de la droga en los últimos años.
Con “El Loco” Barrera fuera del espectro, hay más posibilidades para otros grupos colombianos de intervenir y crear sus propias rutas de tráfico de cocaína a través de Venezuela. Pero la más poderosa de las bandas colombianas restantes, los Urabeños tiene un punto de apoyo en el país, mientras que sus rivales los Rastrojos sólo tienen una base de poder a lo largo de algunas partes de la frontera entre Venezuela y Colombia. Se cree que facciones corruptas de la Guardia Nacional de Venezuela y el ejército, conocido como el "Cartel de los Soles", se han apoderado de gran parte del negocio de las drogas anteriormente controlada por Walid Makled en una de las ciudades portuarias más importantes de Venezuela, Puerto Cabello. Estas organizaciones venezolanas son probablemente las mejores posicionadas para hacerse cargo de la parte del negocio de tráfico de cocaína de “El Loco” Barrera.