Un nuevo informe de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés) examina las tendencias migratorias y de seguridad en el sector más oriental de la frontera entre México y Estados Unidos, señalando que el tradicional asentamiento de los Zetas en esta área puede estar debilitándose.
El informe de seis páginas, escrito por los colaboradores Adam Isacson y Maureen Meyer, está basado en un viaje de aproximadamente una semana de duración al Valle de Rio Grande y a los sectores de Laredo de la frontera entre México y Estados Unidos, en noviembre de 2011. Los autores visitaron tres ciudades en Texas - Laredo, McAllen, y Brownsville - y una en México, Matamoros.
Entre los hallazgos del informe se encuentra que los cuerpos de seguridad de Estados Unidos dijeron que el poder de los Zetas en la zona está decayendo levemente. El bastión tradicional de los Zetas se encuentra en tres estados mexicanos que limitan con Texas: Coahuila, Nuevo León, y Tamaulipas. El informe señala que parte de la decadencia del grupo se debe a las divisiones internas, una aparente referencia a las facciones que supuestamente se han vuelto en contra del principal líder del grupo Miguel Treviño Morales, alias "Z-40." El informe también señala que el aumento de las incautaciones de droga a lo largo de la frontera también puede ser una señal de que el control de los Zetas sobre las rutas de tráfico de drogas se ha debilitado, y que estos “diferentes grupos” pueden ahora estar intentando mover los cargamentos de droga hacia Estados Unidos a través de estas rutas.
El incremento de las incautaciones de drogas es un indicio de que el narcotráfico ha aumentado tanto en el Valle de Rio Grande como en los sectores de Laredo, con los agentes de Estados Unidos notando mayores incautaciones de heroína, marihuana y una nueva sustancia: metanfetamina líquida.
Aunque es probable que el continuo debilitamiento de los Zetas lleve a un aumento de la violencia en esta región, en caso de que surja un vacío de poder en el hampa, hasta ahora no hay ninguna señal de algún tipo de “derrame” de violencia hacia Estados Unidos, añade el informe.
Análisis de InSight Crime
Una de las posibles razones del debilitamiento de los Zetas en esta región de la frontera entre México y Estados Unidos es probable que se deba a la interminable guerra del grupo con el Cartel de Sinaloa. Ambas organizaciones están luchando por el control de Nuevo Laredo, que como señaló WOLA, es el puerto terrestre más concurrido en Estados Unidos, con unos 7.000 camiones cruzando diariamente desde y hacia México. Esta actividad comercial ha hecho que la “plaza” sea extremadamente valiosa para las organizaciones narcotraficantes. Los Zetas no sólo están luchando contra los sinaloenses en Laredo, sino que también están enfrentándose en el estado central de Durago. Este conflicto, junto con las secuelas de la muerte del líder de los Zetas, Heriberto Lazcano, alias "Z-3," en octubre, ha puesto al grupo en una posición mucho más vulnerable.
El informe de WOLA también plantea la cuestión de cómo el declive de los Zetas en esta región fronteriza afectará la dinámica de migración. Los Zetas son conocidos por cobrar un impuesto, o un "piso," a los traficantes que mueven migrantes a través de su territorio, asesinando, secuestrando, e incluso reclutando forzosamente a los migrantes que no paguen. El informe de WOLA señala que un mayor número de migrantes centroamericanos está tratando de moverse a través del territorio de los Zetas, el estado mexicano de Tamaulipas, hacia el Valle de Rio Grande Valley en Estados Unidos. Si bien Tamaulipas ha sido testigo de brutales ataques de violencia en contra de los migrantes, incluyendo la masacre de 72 de ellos en agosto de 2010, el estado sigue siendo un popular lugar de paso, ya que es la distancia más corta entre la frontera de Estados Unidos y México, y Centroamérica.
Es posible que el declive de los Zetas pueda hacer más vulnerables a los migrantes, así como hicieron que Tamaulipas fuera peligroso para ellos. Como documentó InSight Crime previamente en un informe de tres partes sobre los peligros que enfrentan los migrantes, los Zetas no son la única organización que representa una amenaza para aquellos que se desplazan hacia el norte desde Centroamérica. Los Zetas suelen contratar pandillas callejeras para acosar, robar, e incluso secuestrar a migrantes a medida que avanzan a lo largo de su ruta. El debilitamiento de los Zetas podría empoderar a las pandillas callejeras para atacar a los migrantes, incluso de forma más agresiva, con el fin de quedarse con el dinero extorsionado de los migrantes. Si los Zetas continúan perdiendo poder e influencia a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos, es probable que el viaje de los migrantes sea aún más peligroso e impredecible.