Ya se conocen la mayoría de los resultados de las elecciones de alcaldes, gobernadores y presidente en Argentina, Colombia y Guatemala, que se realizaron el 25 de octubre. La violencia no fue grande, pero el espectro del crimen organizado sigue siendo central para la dinámica política de la región.
A continuación se presentan cuatro lecciones dejadas por los comicios:
1) Polarización y militarización
Los candidatos de los extremos del espectro se disputaron el control de los gobiernos en estos países.
En Guatemala, el comediante convertido en candidato presidencial Jimmy Morales derrotó a la candidata socialdemócrata Sandra Torres, con ayuda del Frente de Convergencia Nacional (FCN), partido de derecha y avalado por militares.
Argentina ha programado para noviembre su primera segunda vuelta en elecciones, después de que el candidato de izquierda Daniel Scioli no lograra garantizar una mayoría del 45 por ciento. Scioli se enfrentará al alcalde de Buenos Aires Mauricio Macri, de tendencia centroderecha.
En un solo caso, Colombia, hizo que los observadores de las elecciones conectaran las diferencias políticas con la violencia, incluyendo seis homicidios y una desaparición.
Pese a estas diferencias políticas, la estrategia militar en gran parte de la región para responder a los problemas de seguridad seguirá sin cambios, pues es el método preferido entre conservadores y liberales para enfrentar los aumentos en el crimen y la violencia.
En Centroamérica tanto el gobierno de izquierda de El Salvador como el de tendencia derechista de Honduras han desplegado brigadas militares en su país para enfrentar a las pandillas y el crimen organizado, al igual que la incondicionalmente socialista Venezuela y el más neoliberal México.
Aunque las policías militarizadas suelen vincularse a abusos a los derechos humanos y su efectividad para reducir la violencia es cuestionable, estas policías ganan votantes y hacen que los políticos parezcan interesados en los problemas de seguridad.
2) Nuevo presidente de Guatemala está en una posición vulnerable
Las últimas elecciones en Guatemala estuvieron polarizadas por la renuncia de Otto Pérez Molina a la presidencia a raíz de su relación con un escándalo del sistema de aduanas, así como por acusaciones de corrupción contra varios candidatos a la presidencia.
Ese contexto permitió que el presidente electo Jimmy Morales ganara por una mayoría apabullante. El descontento con los políticos nacionales también se reflejó en un bajo número de votantes, pero también puede haber cegado al electorado sobre la penosa falta de experiencia de Morales: nunca ha ostentado un cargo público.
Paradójicamente, esa falta de experiencia puede hacerlo más susceptible a influencias corruptoras. Para maniobrar de manera efectiva en la política guatemalteca, Morales necesitará a personas con experiencia en su administración; las mismas personas cuya experiencia puede hacerlos diestros en saquear el gobierno a su cargo.
También es preciso notar sus conexiones militares. El partido FCN que lo respaldó fue fundado por una asociación de militares retirados. Aunque tener relaciones con el ejército no es evidencia de corrupción, los funcionarios militares tienen antecedentes de participar en las redes de corrupción en Guatemala, incluyendo el reciente caso de la oficina de aduanas. Sus elecciones futuras de miembros del gabinete y ministros indicarán mejor sus verdaderas intenciones y hasta qué punto ejercen influencia los militares sobre él.
3) Segunda vuelta en Argentina y el caso Nisman
Como el heredero elegido de la dos veces presidenta de Argentina Cristina Fernández de Kirchner, las opciones en la segunda vuelta de Scioli pueden verse afectadas por las persistentes acusaciones del fiscal argentino Alberto Nisman.
Nisman, quien investigaba el atentado con bombas de 1994 a un centro comunitario israelí en Buenos Aires, fue hallado muerto el día antes de testificar ante el congreso. El mal manejo de la administración Kirchner a la investigación de la muerte de Nisman suscitó acusaciones de encubrimiento e impunidad del gobierno.
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En un desarrollo de última hora, el narcotraficante colombiano preso Henry de Jesús López, alias "Mi Sangre", ha salido a afirmar que tiene información sobre el caso. A solo un mes de la segunda ronda, cualquier nueva información que vincule la administración Kirchner con la muerte de Nisman puede perjudicar a Scioli por asociación.
De cualquier manera, Argentina puede ver un incremento en los esfuerzos de seguridad militares. Scioli aconsejó anteriormente al gobierno que revaluara la prohibición de desplegar soldados en funciones de policía, y ambos candidatos están a favor de derribar aviones sospechosos de transportar drogas.
4) Criminalización de la política local en Colombia
Las recientes elecciones de alcaldes y gobernadores pusieron en evidencia la criminalización de la política local. Aunque la infiltración de grupos criminales en la política municipal en Colombia ha disminuido supuestamente, el hampa sigue ejerciendo su influencia de diferentes maneras.
Además de la violencia preelectoral, el ciclo de elecciones estuvo empañado por planes de compra de votos, la elección de un alcalde que se encuentra bajo arresto por apropiación indebida de tierras incautadas de narcotraficantes, y la victoria de Oneida Pinto Pérez a la gobernación de La Guajira, departamento al norte del país, quien ha sido acusada de tener vínculos con Juan Francisco "Kiko" Gómez, exgobernador arrestado en 2013 por presuntos nexos con grupos criminales y homicidios múltiples.
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Esta criminalización de la política local es evidente no sólo en Colombia, sino también en toda la región. Véase el "narcoalcalde" en el estado de Sinaloa, en México, y el reciente arresto de un alcalde en Guatemala, acusado de un desfalco de más de US$1 millón en dineros municipales.
Como ya lo había señalado InSight Crime, los gobiernos municipales son especialmente vulnerables al soborno y la intimidación por parte del crimen organizado, una tendencia que parece mantenerse.