En agosto, las autoridades de Ecuador erradicaron el mayor cultivo de amapola del año, lo que representa casi un tercio del total de plantas encontradas en 2012 y refuerza la idea de que el país podría ser un productor de heroína.
El ejército ecuatoriano reportó la destrucción de 500.000 plantas de amapola el 13 de agosto en Alausí, Chimborazo, en el centro de Ecuador. Este fue el tercer hallazgo significativo en Chimborazo este año, donde se erradicaron 410.000 plantas en mayo y otras 188.000 en julio. En 2012, las autoridades encontraron 120.000 plantas en la misma provincia en marzo, y 411.000 en abril.
Si bien los hallazgos más significativos se han producido en Chimborazo, éste no ha sido el único lugar en donde se han concentrado los recientes esfuerzos de erradicación. La vecina provincia de Tungurahua registró el hallazgo de otras dos plantaciones, una en septiembre de este año y otra en abril del año pasado. Otros cultivos también fueron destruidos recientemente en Carchi, en la frontera con Colombia, y en Cotopaxi, al noroeste de Tungurahua.
Estos hallazgos no son hechos aislados, sino parte de un patrón más amplio. Desde 2009, Ecuador ha experimentado un crecimiento significativo en el número de cultivos de amapola destruidos, con un pequeño hallazgo en Sucumbíos, en 2005, y otro hallazgo de 50.000 plantas en 2008, en la provincia norteña de Tulcán. 115.580 plantas fueron destruidas en 2009, y 128.653 en 2010, según cifras de un informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) de 2011 sobre los cultivos ilícitos en Ecuador. Esto se compara con los 1,8 millones en 2012, según el Departamento de Estado de Estados Unidos, y más de 1 millón en lo que va corrido del año. La única cifra oficial de 2011 que fue encontrada fue de 22.149 plantas específicamente señaladas como "amapola", informó el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Pese al aumento en los cultivos de amapola, hay una falta de evidencia de que heroína o sus precursores, base de morfina o látex de opio, se estén produciendo en Ecuador, el cual ha sido durante mucho tiempo un país de tránsito para la heroína colombiana. El gobierno ecuatoriano ha negado vehementemente que esta nación andina sea un productor de drogas.
Pedro Gallegos, exjefe de la Dirección Nacional Antinarcóticos de Ecuador, dijo en 2011 que la existencia de la amapola no es un indicio de que se esté produciendo heroína en el país, ya que las plantas crecen en forma silvestre en muchas regiones. Este año, el gobierno ecuatoriano rechazó tajantemente la información de la Organización de los Estados Americanos (OEA), que señaló falsamente que el país había erradicado 918 hectáreas de "heroína" en 2010. El gobierno afirmó: "(…) Ecuador, como se conoce en todo el mundo, no es productor de ese tipo de substancias [heroína]".
No obstante, esto plantea la pregunta: si Ecuador no es un productor de heroína y las amapolas que crecen son "salvajes", ¿por qué las autoridades están aumentando sus esfuerzos de erradicación?, como parece ser el caso con base en el creciente volumen de cultivos que se han encontrado.
Análisis de InSight Crime
Ecuador ha sido, y continúa siendo, un importante punto de tránsito para la heroína producida en Colombia, con los ecuatorianos a menudo siendo utilizados como "mulas" para mover el producto. Tan sólo este año el país ha sido testigo de numerosas incautaciones de heroína: En octubre, dos ecuatorianos fueron capturados cerca de la frontera con Colombia con 200 cápsulas de heroína, las cuales se creen que tenían como destino el principal puerto de Guayaquil. En septiembre, otros dos ecuatorianos fueron capturados en un aeropuerto de Panamá, con más de 100 cápsulas de heroína en el estómago, tratando de abordar un vuelo con destino a República Dominicana. En junio, un traficante de heroína colombiana fue extraditado a Estados Unidos por cargos de haber liderado una red que usaba ecuatorianos para traficar la droga a ese país a través de vuelos internacionales, saliendo de Ecuador.
También ha habido informes anteriores de látex de opio producido en Perú y traficado a través de Ecuador por clanes familiares que cultivan y procesan el opio, y emplean el sistema conocido como "hormiga" –numerosas mulas cargando cada una pequeñas cantidades– para mover el producto base hacia los países vecinos y de allí hacia Estados Unidos.
No obstante, hay una serie de señales que indican que Ecuador está a punto de llegar a ser –o tal vez ya se ha convertido– en un centro de producción en sí mismo. En el informe de 2011 de cultivos ilícitos, la ONUDD escribió: "Este aumento [de hallazgos de amapola entre 2009 y 2010] podría implicar que existe, por una parte mayor control de las autoridades, y por otra, un crecimiento de la frontera de este cultivo, lo que significaría que esta actividad ilícita viene ganando terreno pudiendo tornarse en un problema mayor en el corto plazo".
Un problema con los hallazgos de amapola registrados es que la mayoría de ellos –menos la cifra de 2011 proporcionada por el Departamento de Estado de Estados Unidos– no diferencian entre la adormidera y la amapola silvestre, esta última contiene poca morfina. Sin embargo, la naturaleza de los diversos hallazgos han indicado a las fuerzas de seguridad que estos cultivos son cultivados intencionalmente, ya que se han encontrado mezclados entre otros cultivos legales.
Otra cuestión de interés es que a pesar de la aparente disminución de la producción de heroína colombiana, no hay un patrón notable en la reducción de las incautaciones de esta droga en Ecuador, como es de esperarse. Entre 2000 y 2010, la superficie de cultivos de amapola en Colombia se redujeron de 7.500 hectáreas a 341 hectáreas, según la ONUDD, mientras que el Departamento de Estado de Estados Unidos informó que 302 hectáreas fueron erradicadas en 2011, en comparación con 696 en 2010. Las autoridades ecuatorianas, por su parte, incautaron 185 kilos de la droga en 2012, 152 kilos en 2011, 266 kilos en 2010, 148 kilos en 2009 y 144 kilos en 2008.
Si bien no se han encontrado laboratorios para la producción de heroína en Ecuador, según Ricardo Camacho, experto en seguridad, en 2012 el número de plantas de amapola encontradas –aunque pequeño en comparación con los países tradicionalmente productores– "(…) significa que los ‘narcos’ están probando y experimentando en el país para saber en qué lugares les conviene sembrar o construir laboratorios para el procesamiento y ahorrarse costos".
Gran parte de la producción de amapola de Colombia se ubica en Nariño, en la frontera con Ecuador, y está dirigida por los llamados "minicarteles", en lugar de las principales organizaciones narcotraficantes. Dada la importancia de Ecuador como país de tránsito, producto también de sus fronteras porosas, es concebible que los narcotraficantes colombianos hayan trasladado parte de su producción al otro lado de la frontera. Esto tiene un precedente con la aparente expansión de los cultivos de coca en Ecuador por parte de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), pero el hecho de que muchos de los recientes hallazgos de amapola hayan sido lejos de la frontera, en el centro de Ecuador, significa que esta teoría no puede ser aplicada ampliamente.
Si Ecuador está siendo considerado como un nuevo punto para la producción de heroína, este cambio se ajusta a un patrón regional más amplio de la migración en la producción de drogas. Esta migración ha ocurrido con las organizaciones mexicanas en países centroamericanos como Guatemala, con las metanfetaminas, la cocaína y posiblemente la heroína, al igual que en Argentina, durante mucho tiempo un país de tránsito y de refugio para los narcotraficantes internacionales, la cual parece haberse convertido en un centro de producción de cocaína.