Un tiroteo en el centro de México aparentemente dejó 30 muertos la última semana de agosto, dejando evidencia –si bien un tanto confusa– del empeoramiento en el clima de seguridad del estado más poblado del país.

Según medios mexicanos como La JornadaProceso, los residentes del municipio de Luvianos, en el Estado de México, dijeron que el tiroteo duró más de una hora y resultó en la muerte de decenas de personas y otros más heridos. Pese a que las fuerzas de seguridad fueron incapaces de localizar los cuerpos, se cree que las bandas criminales que se enfrentaron huyeron cada una llevando a sus muertos. Según reportes iniciales, la pelea fue entre un grupo local y miembros de la Familia Michoacana. Oficiales estatales negaron inicialmente cualquier noticia con relación al tiroteo, pero días después el gobernador Eruviel Ávila reconoció que el tiroteo en efecto había ocurrido, aunque negó que hubiese muertos o heridos entre los involucrados en el incidente.

Las diferentes versiones del incidente son difíciles de reconciliar. Ciertamente hay precedentes de oficiales gubernamentales dando poca importancia a la intensidad de tiroteos en áreas remotas como Luvianos; un ejemplo reciente sucedió en Choix, Sinaloa, a comienzos de este año. Sin embargo, convertir un enfrentamiento que dejó 30 muertos y atrajo la atención de los medios nacionales, en un evento insignificante es una tarea difícil, si no imposible.

De cualquier manera, los reportes sobre violencia severa encajan con la reciente publicación sobre estadísticas de homicidios realizada por la agencia nacional de estadísticas, el cual revela un empeoramiento en el clima del estado más grande del país. Según datos preliminares publicados a principios de este mes por INEGI, la agencia nacional de estadísticas, el estado de México vio 2.613 homicidios en 2011, de segundo detrás de Chihuahua en el total de número de homicidios. En otras palabras, casi el 10 por ciento de todos los homicidios a nivel nacional ocurrieron en este estado, sumado a las cifras de Chihuahua, ambos estados amasan el 26 por ciento de todos los homicidios de México en 2011.

Esto es el producto de una población muy grande, más que de tasas de homicidio estratosféricas. Más de 15 millones de personas viven el estado de México, más comúnmente conocido como Edomex. Esto traduce a una tasa anual de 17 por cada 100.000 habitantes, significativamente por debajo de la tasa nacional de 25.

Pero, el aumento en el número de homicidios es alarmante. El total de 2012 representa un incremento sobre los 1.230 homicidios registrados en 2007 y un aumento del 24 por ciento de los 2.111 homicidios en 2010, en un estado del que poco se habla cuando de actividad criminal se refiere. La falta de atención a Edomex es parcialmente explicada por los monstruosos incrementos en otras partes; si bien el incremento del 25 por ciento en 2011 sobrepasa el 6 por ciento nacional, el aumento del 110 por ciento desde 2007 queda rezagado por el incremento del 200 por ciento nacional en homicidios durante el mismo periodo.

Otro factor que limita el interés en Edomex es que otra de las grandes bases de datos federales, la del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) muestra una marcada diferencia en años recientes. El SNSP reporta 1.512 homicidios en 2011, miles menos que el conteo de INEGI. Las dos bases de datos han sido tradicionalmente discrepantes (Alejandro Hope escribió sobre el tema), que se le atribuye a las diferentes maneras como registran y categorizan las muertos. No obstante, en años recientes el incremento de homicidios en Edomex es más notorio, y ofrece diferentes versiones sobre cómo el estado lucha en contra de la violencia criminal.

La versión alternativa presente en las figures del SNSP, ha permitido que Enrique Peña Nieto, el presidente electo y ex gobernador del Edomex entre 2005 y 2011, señale la seguridad como uno de sus mayores éxitos en su mandato. Es verdad que, como señaló InSight Crime antes de las elecciones, las estadísticas del SNSP permiten pintar el estado como un oasis de calma en un país agobiado por la violencia relacionada al narcotráfico. De acuerdo a las cifras del SNSP, entre 2007 y 2011, el estado sufrió un promedio de 1.279 homicidios al año, para un promedio relativamente bueno de 8.5 homicidios por cada 100.000 habitantes. Más aún la cifra de 2011 es sólo 34 por ciento peor que la de 2007, aún cuando los totales de homicidios en el país se triplicaron. Estas estadísticas ofrecen un escenario más favorable para Peña Nieto, que los números proporcionados por INEGI.

El aumento en los homicidios, ya sea el aumento sutil del SNSP o el incremento dramático de INEGI, es atribuible a los enfrentamientos entre diferentes grupos criminales operando en la región. El Edomex no ha sido conocido como territorio exclusivo de alguno de los principales carteles de México. En Ciudad de México, que está rodeada de muchos suburbios de los cuales muchos caen dentro del Edomex, los grupos han mantenido una tregua tácito, para que caga uno pueda tener acceso sin obstáculos a la capital del país. Como resultado, Ciudad de México y el Edomex, han sido escatimados de las batalles brutales para al control criminal como las que suceden en Acapulco y Juárez.

Por el contrario, los grupos más activos en el Edomex, han sido tradicionalmente distribuidores locales de droga. Entre los grupos más famosos se encuentran el llamado Cartel de Neza o la pandilla de Ma Baker, que solía dominar el suburbio de Nezahualcoyotl en Ciudad de México. Sin embargo, recientemente pandillas más grandes han intentado expulsar a sus enemigos y construir una presencia más sustancial en la región. La Familia Michoacana ha emergido como la pandilla más poderosa en gran parte del estado, incluyendo el municipio de Nezahualcoyotl.

Pero, la posición dominante del grupo no es indisputada. Edgar Valdéz Villareal, alias “La Barbie”, operó en la región a nombre de la Organización de los Beltrán Leyva por varios años, antes de su arresto en 2010. Algunos de sus subordinados se reagruparon formando La Mano con Ojos, grupo que por un tiempo en 2011 fue de los más notorios en el estado, decapitando personas asociadas a la Familia. Los Caballeros Templarios, una facción de la Familia que se opone a sus exaliados, opera en el estado también, al igual que existen reportes más frecuentes de presencia de los Zetas en el Edomex, enemigos perennes de todos los grupos mencionados anteriormente.

Ninguno de estos grupos ha sido capaz de expulsor a los otros, y el pacto tácito de no agresión que supuestamente existe en Ciudad de México parece tener poca validez en el resto de la región. De mantenerse esta dinámica, más data preocupante para la seguridad del Edomex es de esperarse.

3 respuestas a “Estado de México se calienta, ’30 Muertos’ en Tiroteo”