La ONU confirma que el cartel del Pacífico, una especie de federación que reúne a los carteles mexicanos de Sinaloa y el Golfo, afianzó alianzas con los Perrones en El Salvador, lo que confirma la información que ha estado circulando en los informes de inteligencia salvadoreños, la cual no ha sido abordada durante años.
Bajo el apartado “Relaciones con otros grupos”, esto es lo que dice el informe de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen al describir a los Perrones: “Alianzas con organizaciones criminales mexicanas, en particular con el Cartel del Pacífico. ‘El Chapo’ Guzmán contrató a Reynerio Flores para traficar cocaína a Guatemala y llevar dinero a Panamá. El grupo tiene alianzas con políticos locales y nexos con empresarios”.
Este artículo fue publicado originalmente en La Prensa Gráfica. Ver el original aquí.
La sentencia anterior fue escrita seis años después de que en un despacho de la PNC en San Salvador, el subinspector Luis Ernesto Anaya Martínez, jefe interino de la División Financiera de la División Antinarcóticos (DAN), estampara su firma en el oficio 346/DIDF/DAN/06 antes de remitirlo a la Fiscalía General. Así, aquel informe de cinco párrafos: “Informantes hablan de una organización relacionada al narcotráfico, compuesta por una señora de nacionalidad mexicana conocida como ‘la Patrona’... En el año 2003 (ella) vino a El Salvador a reunirse en una hacienda en Sonsonate con varios empresarios de oriente; se presentó como jefa de la organización y habló de buscar representantes de la organización aquí en el país”.
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De ese oficio se desprendió una investigación que rescató otra, engavetada en la misma DAN desde 2004, alrededor de un grupo de transportistas que estaban moviendo cocaína desde la frontera de Peñas Blancas, entre Costa Rica y Nicaragua, hasta Guatemala. Al grupo de empresarios se les conocería como los Perrones y, según la ONU, uno de sus miembros, Reynerio Flores Lazo, establecería contacto con “el Chapo” [jefe del Cartel de Sinaloa].
Tras dos intentos fallidos de captura, truncados por filtraciones desde la Policía, según fiscales que investigaron a los Perrones, Flores fue detenido en mayo de 2009 en Honduras. Hoy está preso en Zacatecoluca, con una pena de 80 años.
Las autoridades salvadoreñas aseguran que con la condena de Flores la estructura de los Perrones quedó golpeada de muerte. Sin embargo, un informe de la inteligencia policial, que según un oficial salvadoreño compartieron con la DEA, indicaba que para noviembre de 2011 la banda estaba operando con toda normalidad; más aún, que sus vínculos se habían afianzado allende las fronteras salvadoreñas. Esto último lo valida la ONU: “(los Perrones) están presentes en Honduras, Guatemala, Nicaragua y Costa Rica a través de compañías de transporte”.
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“Desde Pasaquina se están movilizando hacia Nicaragua a sostener comunicación con el prófugo Joaquín Archivaldo (sic) Guzmán Loera, ‘el Chapo’ Guzmán, quien según dos informantes se mueve entre Nicaragua y Honduras”, dice el informe salvadoreño, que más adelante agrega datos sobre supuestas reuniones entre “el Chapo” y José Natividad Luna, “Chepe Luna”, otro narcotraficante asociado a los Perrones, en una casa en el bulevar Morazán de Tegucigalpa. También se consigna otra reunión en un pueblo conocido como La Brea, en el Atlántico hondureño, el 24 de noviembre de 2011.
Cinco meses después de escrito ese informe, el 14 de abril de 2012, el exdirector de la policía salvadoreña, el general Francisco Salinas, aceptaba ante reporteros que sí había indicios de que la banda de oriente se estaba reagrupando.
En su informe, UNDOC destaca otra peculiaridad de los Perrones: uno de sus miembros, Juan María Medrano, llamado “Juan Colorado”, demostró que “el contrabando aéreo a través de rutas comerciales también ocurría”.
Medrano regentaba una red de encomenderos que, gracias a la alianza con agentes de la DAN en el aeropuerto internacional en Comalapa, movía hasta 30 kilos mensuales a Nueva Jersey y Maryland. Aunque la red fue desbaratada en 2010, cuando según las autoridades salvadoreñas la banda los Perrones había recibido el tiro de gracia, los policías que operaban el paso de coca en la terminal aérea siguieron en lo suyo: a principios de este año otro grupo de agentes de la DAN enfrentó cargos por lo mismo.
El informe de la ONU termina confirmando todas esas conexiones, de las que la PNC había sido informada por la DEA al menos desde 2002, según consta en un memo firmado en septiembre de ese año por José Jaime Cabrera Soriano, entonces jefe del centro de inteligencia conjunta antinarcóticos de la DAN: “Una nota de Danny Dalton, agregado de la DEA, informa de una organización criminal dedicada al tráfico internacional de droga y arraigada desde el norte de Nueva York, en Nueva Jersey y con contactos en Guatemala y El Salvador”.
*Este artículo fue publicado originalmente en La Prensa Gráfica. Ver el original aquí. Héctor Silva Ávalos es un periodista salvadoreño e investigador asociado del Centro de Estudios Latinoamericanos de American University (CLALS), que patrocina el trabajo de InSight Crime. Leer más de la obra de Silva aquí.