El 9 de abril pasado, la justicia de la provincia de Santa Fé, en Argentina, sentenció a los líderes de la banda criminal conocida como Los Monos, y a nueve policías, a penas de cárcel bajo cargos de asociación ilícita y homicidio en lo que fue definido como un golpe contra el crimen organizado en el país.
Las sentencias fueron el resultado de un juicio oral –producto de una investigación iniciada en 2012– que involucró a más de 100 testigos y 200 horas de escuchas telefónicas.
El caso dejó al descubierto el complejo entramado de las organizaciones criminales en la Argentina, y las conexiones entre la organización criminal más notoria de la provincia y las élites de poder en el país.
Pero el proceso judicial también abrió interrogantes sobre los desafíos a la hora de llevar al crimen organizado a las cortes.
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Luis Schiappa Pietra, uno de los fiscales de la causa, habló con InSight Crime sobre los detalles del mega juicio y el futuro del crimen organizado en la Argentina.
InSight Crime (IC): ¿Cuáles fueron los principales desafíos de llevar a miembros de Los Monos a la justicia?
Luis Schiappa Pietra (LSP): Este fue un caso muy complejo. En general, en las agencias de justicia no estamos acostumbrados a llevar a cabo investigaciones y preparar juicios de esta magnitud con tantas personas involucradas y con el nivel de conflictividad que esta investigación traía atrás. La presentación de un juicio oral también tiene muchos desafíos. Teníamos 200 horas de escuchas que había que presentar de una forma que se entendiera. Todo el tema de los testigos fue arduo también, muchos tenían temor de declarar.
IC: ¿Ha sufrido presiones o amenazas?
LSP: Personalmente no he recibido ninguna muestra de amedrentamiento. Obviamente sabemos que son casos con mucha presión y las personas involucradas no son cualquier imputado. Aquí (en Rosario) hay una causa abierta por amenazas a un juez que investigó a miembros de Los Monos y es cierto que algunos testigos tenían mucho temor. Por eso creo que hay que consolidar modelos de investigación que tengan en cuenta esto. Hay que generar herramientas para estos casos porque estas situaciones se reiteran en muchos juicios de este tipo.
Así como digo esto, también digo que este caso demuestra que estamos en condiciones, que se pudo llevar a cabo una investigación muy grande contra una organización muy compleja donde de alguna forma el sistema de justicia pudo intervenir en medio de un nivel de conflictividad que no es el habitual.
IC: ¿Qué hace falta para llevar a cabo un juicio de estas características?
LSP: Se necesita voluntad política y un sistema organizativo que permita llevar a cabo este tipo de juicio, en términos de los recursos, de la preparación de los testigos, de la organización de las investigaciones. Creo que se está avanzando en eso. Este fue un caso que comenzó con mucho debate sobre si era de competencia provincial o federal y creo que hay que avanzar en el trabajo coordinado entre agencias provinciales y federales.
Hay que pensar un modelo más coordinado de abordaje de la problemática vinculada a la narco criminalidad.
IC: ¿Qué lugar ocupa la causa de Los Monos en el mapa de la lucha contra el crimen organizado en la Argentina?
LSP: Esta causa fue muy importante porque se tocó a una organización muy grande. Entre los condenados hay personal policial, lo que demuestra que esta investigación caló en muchas esferas no habituales de las investigaciones del sistema de justicia. Ahora tenemos que avanzar como provincia y como sistema penal hacia figuras penales más complejas. Ojalá podamos tener más investigaciones y juicios de esta envergadura.
IC: Los líderes de Los Monos ya estuvieron en la cárcel y siguieron operando desde allí. ¿Por qué las cosas serían diferentes ahora?
LSP: Hace muy poco se llevó a juicio la causa que se llama “Los Patrones” a nivel federal, donde algunos miembros de la organización (Los Monos) están imputados por hechos que cometieron supuestamente desde la cárcel. Pero el hecho es que (ahora) esta organización no está funcionando dentro de los parámetros en los que funcionaba hace unos años. Hoy está muy desarticulada e independientemente de que tuvieron posibilidad de llevar a cabo alunas actividades desde dentro de la cárcel no son lo que fueron en Rosario en 2013.
De todos modos, también creo que esa es otra de las cuestiones que tenemos que estudiar porque hay que tomar nota de que las personas que ingresan en los penales ya son otro tipo de delincuentes, que cometen otro tipo de crímenes y con otro tipo de conexiones adentro y afuera de la cárcel.
IC: ¿Este juicio ha sido el final de Los Monos?
LPS: No sé si diría que es el final. Creo que no se puede ver el tema de crimen organizado desde la óptica de esta banda porque lo que hemos visto en muchos lugares es que cuando estas bandas más organizadas sufren este tipo de impacto aparecen otros actores secundarios que ocupan sus lugares. Todo es muy volátil.
IC: ¿Qué significó esta causa en cuanto a la lucha contra el crimen organizado en general en Rosario y en Argentina?
LSP: Esta investigación visibilizó a muchos de los integrantes de esta organización y muchos terminaron presos. Haber sentenciado a las cabezas de esta organización sin duda tiene un impacto en las formas de reorganización de estas estructuras. Para ver el impacto en términos empíricos, habría que hacer un estudio más fino y medir algunas de las variables vinculadas a la seguridad pública y a otro tipo de medidas.
IC: ¿Por qué es tan inusual ver a estos grupos frente a la justicia?
LSP: Creo que en la Argentina hemos avanzado lentamente en algunos aspectos de la organización de los sistemas de justicia, investigación e inteligencia criminal. Pero las organizaciones criminales han ido mutando a una velocidad mucho más rápida de lo que ha pasado con muchas de las agencias del Estado. Ese es uno de los grandes desafíos: sofisticar nuestros sistemas de investigación y juzgamiento para poder enfrentar a esa criminalidad. Creo que tanto las áreas policiales como las áreas de justicia, fiscalías y tribunales tenemos que avanzar hacia modelos mucho más ágiles, de coordinación entre agencias.
Creo que como fiscales tenemos que empezar a alejarnos de la idea de ver exclusivamente los casos de forma individual y empezar a tener una visión más general sobre las cuestiones delictivas más generales que nos permitan ver esos entramados más complejos.
* La transcripción de la entrevista fue editada para mayor claridad y brevedad.