Guyana está en riesgo de ser incluida en una lista negra internacional de lavado de dinero después de que, a pesar del aumento del crimen organizado en este remoto país de Suramérica, el gobierno no ha logrado aprobar una legislación pertinente.
El Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) -un organismo de control de crímenes financieros globales- actualmente se encuentra revisando la situación de Guyana, para determinar si incluir o no al país en su lista negra internacional. Guyana ya había sido incluida en la lista negra por la filial regional de la organización, el Grupo de Acción Financiera del Caribe (GAFIC), y se enfrenta a sanciones severas si el Parlamento del país no aprueba una legislación más exhaustiva.
A pesar de que en Guyana ha existido una legislación básica contra el lavado de dinero desde 2009 (pdf), el país carece de la legislación necesaria para implementar estas medidas, y todavía no ha adoptado las herramientas legales para enfrentarse al lavado de dinero. Por ejemplo, Guyana no ha establecido los programas adecuados para que las instituciones financieras reporten operaciones sospechosas, y para el 10 de junio todavía estaba pendiente la investigación de un solo crimen de este tipo.
La primera vez que el GAFIC identificó a Guyana como un país con agujeros en su legislación contra el lavado de dinero en 2011, desarrolló un plan de acción para abordar estas cuestiones con las autoridades del país. En abril de 2013, el gobierno de Guyana presentó un proyecto de ley para alinear su legislación contra el lavado de dinero con los estándares internacionales, pero los partidos de oposición en el Parlamento han utilizado la necesidad que tiene el gobierno de aprobar estas leyes para presionar por varias concesiones políticas -incluyendo la aprobación presidencial de proyectos de ley que han pasado- que se deben cumplir antes de que estén dispuestos a apoyar la legislación. Mientras el presidente y el primer ministro presionan por medidas más estrictas contra el lavado de dinero, los partidos de oposición continúan reteniendo el proyecto de ley.
Después de meses de esfuerzos fallidos, en noviembre de 2013, el GAFIC incluyó en su lista negra a Guyana, afirmando que en el país había "lavado de activos y financiamiento al terrorismo”.
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Una vez que un país ha estado en la lista negra, ya sea a nivel regional o internacional, se alienta a que los demás países exijan a su sector financiero la imposición de medidas de diligencia debida más estrictas al completar transacciones financieras con los bancos del país y con otras instituciones.
Diana Firth, subdirectora ejecutiva del GAFIC, dijo a InSight Crime que, además de los sistemas de información mejorados, las medidas podrían incluir que algunas instituciones extranjeras se negaran a completar transacciones financieras que impliquen a Guyana, o negarse a establecer filiales o sucursales de instituciones financieras en el país.
Aunque se esperaba que el GAFI incluyera a Guyana en la lista negra a finales de junio, durante una sesión plenaria, Alexandra Wijmenga-Daniel, una asesora de gestión de comunicaciones del GAFI, dijo InSight Crime que la organización todavía estaba revisando el caso de Guyana.
Análisis de InSight Crime
El fracaso de Guyana en el fortalecimiento de su legislación contra el lavado de dinero se presenta en medio de la creciente preocupación por la presencia de organizaciones criminales, y por su papel como país de tránsito de drogas.
A principios de este año, un líder de la oposición política señaló que "Guyana está caminando dormida, paso a paso, hacia un narco-Estado" y afirmó que el narcotráfico estaba alimentando la guerra entre pandillas, el lavado de dinero y los asesinatos en el país. Sus comentarios hacen eco de los informes sobre la presencia de organizaciones de tráfico de drogas a gran escala, que utilizan al país como punto de transbordo para la cocaína con destino a Europa y Estados Unidos.
En febrero, las autoridades de Estados Unidos e Italia, desmantelaron una multimillonaria red de tráfico ligada a la mafia italiana ‘Ndrangheta, que supuestamente involucraba a un grupo criminal mexicano con presencia en Guyana, así como a una empresa de transporte marítimo guyanesa que traficaba cocaína y heroína en envíos de frutas y de pescado congelado.
El creciente problema del narcotráfico en Guyana se agrava por la falta de recursos y voluntad política para combatir el crimen. Después de la redada antidrogas de febrero, el presidente guyanés Donald Ramotar solicitó la presencia de fuerzas de seguridad internacionales en la investigación de la red de tráfico de drogas. El gobierno de estadounidense anunció recientemente que abrirá una sucursal de la Administración para el Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) en Guyana.
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Ignacio Álvarez, un abogado que especializado en la lucha contra el lavado de dinero y en el cumplimiento de leyes corporativas, señaló a InSight Crime que el débil sistema de justicia penal de Guyana y su papel en el tráfico de drogas están facilitando el lavado de dinero. "Guyana tiene un historial pobre en reformas de la justicia penal", explicó. "Cuando [un país] tiene un sistema de justicia penal débil, el crimen organizado y el dinero sucio tienen la tendencia de entrar a ese país."
El riesgo que Guyana representa para el sistema financiero internacional está limitado por el pequeño tamaño del sector financiero del país. Sir Ronald Sanders, expresidente del GAFIC, escribió en un artículo que el GAFIC estaba "exagerando" la amenaza que Guyana plantea. Dijo que los activos y transacciones de todos los bancos del Caribe juntos representan menos del 1 por ciento del sistema financiero internacional, y añadió que en Guyana probablemente la cifra es inferior al 0,1 por ciento.
Sin embargo, Álvarez no está de acuerdo, y argumenta que Guyana ofrece a los grupos criminales la oportunidad de lavar dinero e introducir fondos ilícitos al mercado global. "El sector financiero es tan fuerte como su eslabón más débil", explicó. "Si usted tiene un país con un sector financiero muy débil y está recibiendo dinero sucio, el dinero sucio está ingresando en el sector financiero de todo el mundo."
En teoría, incluir al país en una lista negra obligaría al gobierno a hacer frente a los agujeros del sistema de justicia penal a través de la presión económica. Según Álvarez, las listas negras representan un golpe especialmente grave para la economía de Guyana, que en gran medida depende de la exportación de recursos naturales.
"Hoy en día en los bancos, especialmente en los bancos de Estados Unidos, el nivel de tolerancia es muy bajo", explicó. "Así que cuando usted trata con países que están en la lista negra, la mayoría de los bancos sólo van a decir 'no quiero tratar con usted, yo no te necesito para los negocios’ [...] Y un montón de bancos han cerrado sus relaciones de corresponsalía bancaria con Guyana". Agregó que también las empresas de recursos naturales pronto podrían decidir irse a otra parte.
Sin embargo, a pesar de la intensa presión económica y política, el país no parece estar nada cerca de aprobar una legislación integral contra el lavado de dinero. Mientras que los partidos políticos se pelean por asuntos que no están relacionados, el sector financiero del país continúa ofreciendo amplias oportunidades para que las organizaciones criminales laven fondos ilícitos.