Un antiguo abogado de carteles, que dirigió el Cartel de Los Zetas antes de huir a México, fue una excepción a la “norma” que dice que los grandes capos no intentan esconderse en Estados Unidos. Los tres hombres que mataron a Juan Jesús Guerrero Chapa se presentarán a juicio en Texas a finales de abril.
Un hombre que cayó abatido en un exclusivo centro comercial de un suburbio de Dallas fue identificado en documentos de un juzgado federal como líder interino de un notorio cartel mexicano, aseveración que va en contravía a la creencia arraigada de que es raro que los capos de la droga busquen escondite en Estados Unidos.
Juan Jesús Guerrero Chapa se mudó a una mansión en Southlake, Texas, en 2011, dos años antes de ser fatalmente abaleado por tres hombres que, según los fiscales del caso, llevaban meses acechándolo.
Este artículo apareció originalmente en El Daily Post y se republica con autorización. Vea el original aquí.
Según un expediente judicial reciente enviado por los abogados de Jesús Gerardo Ledezma Cepeda —uno de los tres sospechosos elegidos para comparecer por el homicidio de Guerrero —quien llegó a ser jefe interino del Cartel del Golfo—, una de las redes narcotraficantes más violentas de México, luego del arresto de su predecesor Osiel Cárdenas Guillén, quien fue extraditado a Estados Unidos en 2007 y luego sentenciado a 25 años de cárcel.
Como cabecilla del Cartel del Golfo, "(Guerrero) Chapa dirigió una gran empresa criminal, cuyas actividades incluían homicidios, tráfico de estupefacientes, secuestro, extorsión, soborno, lavado de dinero y tortura”, dice el expediente.
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Al parecer, al mudarse al área metropolitana de Dallas Guerrero Chapa buscaba en parte el anonimato con su familia. Los registros de la corte señalaron que vivía con un temor constante, porque "había sido hallado por personas que querían matarlo".
Los funcionarios federales afirman que no es habitual ver a cabecillas de pandillas de alto rango como Guerrero Chapa en Texas, y en particular en el Norte de Texas, una región que los carteles han usado durante años como punto de partida para extender su red de distribución de drogas. La región de Dallas, a la que afluyen varias autopistas de libre circulación y pequeños aeropuertos, permite tomar rutas directas al Medio oeste y más allá.
Cubrimiento de la televisión local el día del asesinato. Foto: Associated Press.
Ledezma Cepeda y los otros dos acusados deberán comparecer ante el juez a finales de este mes por acusaciones que incluyen: conspiración para cometer homicidio por encargo y persecución interestatal.
Uno de los abogados de Ledezma Cepeda, Wes Ball, declaró que Guerrero Chapa dirigió el Cartel del Golfo de manera transicional o interina. Las autoridades federales han señalado que Guerrero Chapa era abogado de Cárdenas Guillén y figura principal en la operación del cartel.
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Los carteles acostumbran mantener a miembros del menor rango viviendo en Estados Unidos para ampliar las operaciones de narcotráfico, indicó mediante un comunicado Russ Baer, portavoz de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos. Estos elementos se encuentran por lo general por periodos de tiempo limitados en los estados y luego vuelven a México para evitar el escrutinio de las autoridades.
Sin embargo, los cabecillas de alto rango no suelen vivir en Estados Unidos, debido a la alta probabilidad de captura, comentó Baer.
Ball añadió que el juicio de los tres acusados de la muerte de Guerrero Chapa puede ofrecer una rara mirada a las operaciones de los carteles.
"La mayor parte de sus cabecillas de carteles nunca llegan a juicio, casi indefectiblemente se declaran culpables", indicó Ball. "Así que los juicios públicos donde se presentan todos los detalles son en realidad muy raros".
La muerte de Guerrero Chapa cerca de Dallas en 2013 se dio el mismo mes en que fue condenado en Austin el hermano de los dos principales cabecillas de un cartel rival.
José Treviño Morales y otros usaron las ganancias obtenidas de la venta de narcóticos en Estados Unidos para comprar caballos estadounidenses de cuarto de milla y así lavar el dinero. Los expedientes judiciales muestran que la operación se encontraba en los suburbios de Dallas, y se halló que Treviño Morales había invertido US$16 millones de dólares de dinero de la droga en la compra, el adiestramiento y carreras de caballos en el suroeste de Estados Unidos.
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Treviño Morales es hermano de dos antiguos cabecillas de Los Zetas, una organización que se ha expandido más allá del negocio de la droga para convertirse en el mayor grupo criminal de México. Uno de los hombres fue capturado en 2013 por las autoridades mexicanas y el otro, dos años después.
En otro caso, Juan Francisco Sáenz Támez fue arrestado por agentes federales en 2014, mientras estaba de compras en la ciudad de Edinburg, al sur de Texas. La Agencia Antidrogas de Estados Unidos informó que Sáenz Támez era cabecilla del Cartel del Golfo.
*Este artículo apareció originalmente en El Daily Post y se republica con autorización. Vea el original aquí