Un reciente informe pone de relieve los principales cambios en el mercado de las drogas en Europa, incluyendo la diversificación de las rutas de cocaína y la creciente importancia de los grupos de Europa del Este en el tráfico de drogas.
El Informe Europeo sobre Drogas 2014 (pdf), publicado anualmente por el Observatorio Europeo de las Drogas y las Toxicomanías (OEDT), analiza los 28 países de la Unión Europea (UE), además de Noruega y Turquía. Los cambios en las tendencias regionales de incautación de cocaína que el estudio describe señalan a la diversificación de las rutas de cocaína y a cambios en la dinámica criminal de la región.
En 2012 las autoridades reportaron la incautación de 71 toneladas de cocaína latinoamericana en Europa. Esto representa 9 toneladas más que el año anterior, pero significativamente menos que el récord de 120 toneladas encontradas en 2006. Según el OEDT, esta variación es explicada por la diversificación de las rutas y los métodos de tráfico de los grupos del crimen organizado.
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La Península Ibérica tradicionalmente ha sido la ruta de tráfico europeo donde la mayor parte de cocaína es incautada, y experimentó las reducciones más significativas en la cantidad de la droga incautada en el período de tiempo, pasando de 84 toneladas en 2006 a 25 en 2012. Mientras tanto, Francia reportó la incautación de 5,6 toneladas en 2012, casi la mitad que en 2011, mientras que Italia incautó 5,3 toneladas, una tonelada menos que en 2011.
Las incautaciones aumentaron o se mantuvieron estables en algunos países de Europa Occidental. Bélgica incautó un récord de 19 toneladas de cocaína en 2012, 11 toneladas más que el año anterior; los Países Bajos incautaron 10 toneladas, la misma cantidad que en 2011 (vea el mapa del OEDT, a la derecha).
Según el informe, la concentración de las fuerzas de seguridad en Europa Occidental podría ayudar a explicar la elevada cantidad de cocaína incautada en esa región, en comparación con otros países de la UE que históricamente han tenido un menor consumo y menores tasas de incautación.
Sin embargo, la cantidad de cocaína incautada en algunos países de Europa del Este ha aumentado, a lo que el OEDT se refiere como una tendencia "preocupante". Esto incluye a Turquía, que incautó casi media tonelada de cocaína en 2012, y Bulgaria, donde las incautaciones de cocaína aumentaron de 4 kilos en 2011, a 115 en 2012. Rumanía y Grecia también han asumido un papel cada vez mayor en el comercio de cocaína en la región, lo que según el OEDT proporciona un indicio de la reciente diversificación de las rutas de tráfico de cocaína en Europa.
Análisis de InSight Crime
Esta diversificación de las rutas de la droga en la región ha sido señalada en los últimos años por Europol, la agencia de policía europea, que puso de relieve una tendencia similar en un informe de 2013 sobre los mercados de drogas en la UE.
Europol también destacó el creciente papel de los países de Europa del Este en el comercio, y cómo los grupos allí se han beneficiado de los cambios en las estructuras criminales monolíticas tradicionales de los carteles de Colombia y México, que se han dividido en facciones más pequeñas, que a menudo se convierten en rivales. Esta fragmentación ha sido un factor decisivo en la formación de alianzas entre las nuevas estructuras resultantes y los grupos de Europa del Este.
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Además, la aparición de nuevos mercados ha abierto el camino para que los grupos del crimen organizado de Europa y África establezcan nuevas alianzas y aumenten su participación en el mercado; una dinámica que según Europol ha beneficiado a los grupos criminales de Europa del Este y los Balcanes.
En un ejemplo de esta creciente participación, en febrero de este año las fuerzas de seguridad francesas incautaron 1,4 toneladas de cocaína en un camión de rally Dakar, que había sido traído de Chile por una red internacional dirigida por búlgaros. Mientras tanto, una operación de tráfico de cocaína dirigida por un rumano, que enviaba droga a Europa escondida entre grandes cantidades de piña, fue desmantelada en Costa Rica en mayo de este año.
Otro caso notable es el del traficante de drogas más buscado de los Balcanes, Darko Saric, quien ha sido acusado de dirigir una red que traficó más de 5,7 toneladas de cocaína desde Latinoamérica hacia Europa y lavó un estimado de US$30 millones. Fue detenido por las autoridades serbias en marzo de este año como resultado de una investigación que comenzó en 2009 a raíz de la interceptación de toneladas de cocaína en aguas uruguayas.
Mientras tanto, un informe de la UE y la Comunidad de Policías de América (Ameripol) resaltó la aparición de nuevas rutas de tráfico, ilustrando el creciente papel de Europa del Este en el tráfico de cocaína (vea el mapa de Ameripol). En particular, sobresalen dos rutas: a través de los Balcanes (incluyendo Turquía, Rumania, Bulgaria, Italia) y el Canal de Suez (que rodea Sudáfrica, a través del canal y hacia Rumanía).
Otros países europeos, que no son analizados en el informe del OEDT, también parecen estar aumentando su participación en el tráfico de drogas. Un ejemplo es Albania, que acaba de recibir el estatus de candidato para pertenecer a la UE y que, según Europol, sirve como punto de almacenamiento para la cocaína. Esto podría indicar que la infraestructura ya establecida para el tráfico existente de heroína, órganos humanos, cigarrillos y personas, ahora está siendo utilizada para traficar grandes cantidades de cocaína.
El desarrollo de nuevas rutas de cocaína hacia Europa, y el posterior crecimiento del crimen organizado en los países involucrados en este comercio, puede ser explicado por varios factores. Estos incluyen la creciente presión de las fuerzas de seguridad en los puntos de llegada de las rutas de tráfico de cocaína tradicionales, la fragmentación de las estructuras criminales tradicionales, la asociación de nuevos grupos con estructuras preexistentes, y la apertura de nuevos mercados de cocaína en los países de la UE.