¿La unidad pacificadora sigue ahí? En teoría, sí. Eso es lo que un residente de una de las favelas detrás del barrio de Zona Sur de Leme dijo a RioRealblog, después de ver lo que él llamó una "invasión" de los miembros del grupo Comando Vermelho, en la madrugada del 20 de enero.
La policía dice que los residentes están exagerando los acontecimientos, porque tienen miedo de que las cosas vuelvan a ser como antes. Hay violencia esporádica en las favelas pacificadas, lo que resulta en investigaciones, búsquedas y más acciones policiales, dependiendo de la situación.
La cuarta UPP de Río de Janeiro ingresó a las favelas de Babilônia y Chapéu Mangueira, en junio de 2009. Desde entonces, éstas han sido consideradas un modelo de pacificación, que atrae a visitantes VIP como el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, durante la conferencia Río +20 de Naciones Unidas, y el actor Harrison Ford con su familia, hace apenas unos días.
En 2012, el Bar do David, localizado en Chapéu Mangueira y famoso por su famosa frijolada de mariscos, fue la primera favela; boteco o taberna en ganar el concurso anual de Comida de Buteco de Rio. Babilônia es también un ejemplo de lo que se puede hacer en términos de reforestación y eco turismo, una vez la pacificación se abre campo en un territorio de la ciudad, haciéndolo accesible a todos. Y el programa de mejoramiento urbano Morar Carioca se enfocó inicialmente en la zona, en 2009, con mejoras en el drenaje, recolección de aguas residuales, suministro de agua, reforestación, alumbrado público, prevención del deslizamiento de tierra y la creación de zonas de recreamiento.
Salvo que, de acuerdo con este informe y las entrevistas con los residentes, la violencia está volviendo a las favelas y en cierto sentido al mismo Leme, donde los precios inmobiliarios aumentaron mucho debido a la llegada de una unidad de pacificación de la policía al barrio.
Este no es un caso aislado. Según las fuentes citadas en el diario O Globo, la pacificación en la Zona Norte en Morro Mangueira todavía no se ha afianzado. Otra UPP problemática es responsable de las favelas de Coroa, Fallet y Fogueteiro, donde se está investigando un esquema de corrupción que salió a la luz en 2011.
Al parecer, los criminales de la pandilla Amigos Dos Amigos se quedaron en Chapéu Mangueira después de la pacificación, renunciando a las armas visibles. Esto no es noticia. El narcotráfico continúa por toda la ciudad, como es el caso de casi cualquier metrópoli. La pacificación no pretende poner fin al narcotráfico, sino más bien retomar territorios y reducir la violencia.
Lo que pasó ese 20 de enero, según los vecinos, es que los miembros de un segundo grupo, el Comando Vermelho, llegaron para quedarse. "Eran las 3 a.m. Muchachos que se sabía que eran narcotraficantes de Amigos Dos Amigos vinieron", dice un lugareño. "Corriendo. Tras de ellos, había un pequeño grupo de hombres encapuchados, armados. Volvieron después, para asegurarnos de que no estábamos en peligro."
Esta fuente caminó con un amigo desde ese punto hasta el asfalto, como los cariocas llaman a la ciudad como tal, pasando por el área donde la UPP se encuentra generalmente, frente al tribunal comunitario FAETEC en el camino de Ary Barroso que va hacia la colina. Pero ningún policía estaba allí.
Desde esa noche, los residentes dicen que no han dormido en paz. "Había un toque de queda para los residentes el pasado viernes, 22 de febrero, y el domingo, 24 de febrero, hubo un tiroteo a las 7 y a las 9 p.m, respectivamente", dijo uno de ellos.
"La noche ya no pertenece a los residentes", comenta otro.
Según ellos, la nueva competencia entre pandillas ha llevado a una carrera armamentista. Desde finales de enero, no es raro ver rifles AK-47, pistolas y ametralladoras en manos de los narcotraficantes. "El Comando Vermelho invade un día. Al siguiente, es el turno de ADA," dice uno de los residentes.
Según una fuente bien informada que desea permanecer en el anonimato, estas batallas nocturnas no son más que algunos tiros disparados desde la cima de la colina Chapéu Mangueira.
"Un chico de una banda salió de la cárcel", dice la fuente, y otro, de otra banda, ya estaba vendiendo drogas. "Uno amenazó con matar al otro."
Para saber lo que pasó en la cima de la colina, la estación de policía del distrito 12, en Copacabana, ha comenzado una investigación. Hoy, la policía militar y los perros buscaron en la vegetación de la zona armas y drogas, pero no encontraron nada.
El problema en Babilônia/Chapéu Mangueira surge en un momento difícil en la transformación de Río de Janeiro, una época de logros y desafíos. La alianza entre la ciudad y los gobiernos estatales no es tan estable como lo era hace cinco años, cuando ambos Eduardo Paes y Cabral Sérgio estaban en su primer mandato y la ciudad estaba empezando a darse vuelta.
Ahora, Paes va viento en popa en los preparativos de sus mega-eventos. Residentes y activistas que se oponen a las demoliciones y reubicaciones protestaron, pero él ya ha sido reelegido. Los que guardan una mirada crítica sobre la alcaldía están cada vez más preocupados por la falta de transparencia, diálogo y participación.
Cabral, responsable de la pacificación, se está convirtiendo en funcionario saliente, a medida que Río se acerca a las elecciones a gobernador de 2014. La alianza entre el PMDB y el PT a nivel federal está mostrando grietas, ya que cada parte tiene su propio candidato para esta sucesión.
Mientras tanto, el Metro sigue en pie, lo mismo que la revitalización del puerto; Río se queda sin agua debido a que la compañía eléctrica cortó la energía a la empresa de agua aunque la compañía eléctrica culpa a la compañía de agua; el internamiento forzoso de los adictos al crack ha comenzado; las tarifas del ferry y el metro aumentan; el gobierno del estado se prepara para privatizar el estadio de fútbol de Maracaná; el primero de una serie de nuevos museos se prepara para su inauguración; el sistema de cable Providência, también; Eike Batista puede hacer lo que quiera con la Marina de la Gloria; la bahía de Guanabara está contaminándose, al parecer, cada vez más; un nuevo Papa está en camino, (junto con millones de jóvenes peregrinos); y el ayuntamiento, ah y el Concejo de la ciudad... en realidad redujeron sus propios ingresos. Y, en el centro de todos estos cambios, buenos o malos, está la política de pacificación, ahora con treinta unidades e ingresando al Complexo da Maré. En este punto, las UPP tienen que funcionar. Al menos eso es lo que los aterrados residentes de Chapéu Mangueira y Babilonia piensan.
Publicado con el permiso de *Julia Michaels, una reportera que lleva viviendo en Rio de Janeiro por más de diez años. Vea su blog, RioReal, el cual se encuentra en inglés y en portugués. Lea el original aquí.