Dos hijos del jefe del Cartel de Sinaloa Joaquín “El Chapo” Guzmán, presuntamente plagiados de un restaurante de Jalisco por una banda rival, fueron liberados sanos y salvos luego de negociaciones secretas. Aún hay incertidumbre en torno al hecho, así como sobre las implicaciones para el hampa en México.

El director del respetado medio de noticias de Sinaloa RioDoce afirmó que Iván y Alfredo Guzmán habían sido secuestrados y que ambos han sido liberados, informó El Universal, si bien las autoridades no han podido confirmar siquiera que Iván hubiera sido secuestrado.

La noticia sobre la liberación de los seis hombres que el 15 de agosto fueron sacados a la fuerza con rifles de asalto de un restaurante gourmet en una exclusiva zona del centro turístico mexicano de Puerto Vallarta fue difundida primero por RioDoce el 20 de agosto. Citando información de parientes de Guzmán, el informativo anunció la liberación de Alfredo. Pero en su entrevista con Radio Fórmula, el director de RioDoce Ismael Bojórquez dijo que el hermano mayor de Alfredo, Iván, también se encontraba entre los secuestrados.

Bojórquez señaló a la emisora de radio que los hijos de Guzmán fueron liberados después de negociaciones entre los secuestradores y el otro líder del Cartel de Sinaloa Ismael Zambada García, alias “El Mayo”. Fuentes de InSight Crime en México confirmaron la liberación de los cautivos.

La especulación sobre el motivo del secuestro se centró de inmediato en el mayor rival del cartel de Sinaloa en el narcotráfico mexicano, el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”. Esa versión de los hechos fue confirmada por el fiscal general de Jalisco, quien  afirmó casi inmediatamente después de ocurridos los hechos que operadores del CJNG estaban detrás del crimen. La razón por la cual el cartel rival secuestraría a los hijos de El Chapo y luego los liberaría sigue siendo un misterio. Se dice que Bojórquez también dijo que “El Mayo” negoció la liberación con miembros del CJNG.

Las autoridades estadounidenses afirman que Alfredo Guzmán, alias “Alfredillo”, ha sido un actor importante en el negocio de la droga para el Cartel de Sinaloa. Un acta de acusación federal actualizada en 2013 en la ciudad de Chicago acusa a Alfredo, junto con su padre y otras siete personas, de conspiración para la posesión y distribución de cocaína, heroína, metanfetaminas y marihuana en Estados Unidos. El documento afirma que el grupo importó cocaína en “cargamentos de cientos de kilogramos por vez”, desde mayo de 2005 hasta 2014 como mínimo.

El acta de acusación dice que Alfredillo trabajó muy de cerca con ambos jefes del cartel de Sinaloa: su padre El Chapo y El Mayo, para transportar narcóticos de Suramérica y Centroamérica a Estados Unidos pasando por México. Lo acusa de actuar como coordinador logístico para el contrabando de las drogas al otro lado de la frontera en Estados Unidos y para su distribución en todo el país. El menor de los Guzmán también es acusado de administrar el cobro de pagos por esos estupefacientes y de lavar el dinero y transferirlo a México. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos añadió a dos personas a su “lista de capos” (“kingpin list” en inglés) el 16 de agosto, bajo la acusación de lavar ingresos de narcóticos para el Cartel de Sinaloa. 

El rival CJNG es un relativo advenedizo en el hampa mexicano, pues surgió de las muertes, capturas y rupturas de carteles más antiguos. En abril de 2015, el Departamento del Tesoro añadió el CJNG a su lista de Narcotraficantes con Designación Especial (Specially Designated Narcotics Traffickers) en el marco de la Ley de Designación de Cabecillas Extranjeros del Narcotráfico (Foreign Narcotics Kingpin Designation Act), y los clasificó “entre las organizaciones narcotraficantes más poderosas de México”.

Análisis de InSight Crime  

Aunque la teoría más difundida es que hay una confrontación de poderes entre un cartel en ascenso y la mayor organización narcotraficante de México en los últimos años, mucho del plagio sigue sin aclararse y, para algunos analistas, es confuso. Por un lado, los enfrentamientos entre carteles rivales no suelen darse sin balas de por medio, y los secuestros por lo general terminan con cadáveres que a su vez muestran señales de tortura, antes que con liberaciones negociadas.

“No hubo ni siquiera un ‘balacito’”, dijo a los periodistas Ignacio Cadena Beraud, el propietario del restaurante donde ocurrió el secuestro. “¡Qué malo que pasó en mi lugar, pero qué bueno que no pasó más o peor!”. Cadena comentó que el grupo hizo una reserva normal por medio de un hotel y que “entraron como cualquier cliente”.

El comportamiento casi relajado y la visible falta de táctica de los plagiadores también suscitan dudas. Un experto militar que estudio el video del hecho dijo a InSight Crime que: “es un procedimiento muy malo y aficionado de despeje de lugares y combate cuerpo a cuerpo”. Una persona que parecía ser un cliente, cerca de la puerta del restaurante, siguió hablando por su celular mientras los hombres armados irrumpieron y pasaron junto a él.

De ser ciertos los informes convincentes de que Alfredillo, y ahora también su hermano Iván, fueron secuestrados y liberados tras una negociación, no queda claro a qué tipo de acuerdo pueda haberse llegado. Aunque se cree que el Cartel de Sinaloa quedó debilitado con la recaptura de El Chapo a comienzos de este año, es difícil imaginar que los plagiadores se atrevieran a secuestrar a los hijos de El Chapo a cambio de un rescate.

Una guerra por territorio parece más probable. Un reciente análisis de agentes de inteligencia mexicanos, difundido inicialmente por Animal Político, indica que los dos carteles no operan en los mismos estados mexicanos. Sin embargo, el Cartel de Sinaloa controla una amplia franja de territorio a lo largo de la frontera con Estados Unidos, lo que lo pone entre el CJNG —cuyos dominios están más hacia el sur— y el lucrativo mercado estadounidense. Esta distribución geográfica plantea al menos la posibilidad de que el CJNG se esté dirigiendo a abrir corredores por el territorio de Sinaloa hasta la frontera.

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Esa teoría está respaldada por informes de comienzos del año de que el CJNG estableció una alianza con restos de otro antiguo enemigo de El Chapo y el Cartel de Sinaloa: la Organización Arellano Félix (OAF), también conocida como el Cartel de Tijuana. Aunque se creía que la OAF había sido desarticulada por las autoridades mexicanas y estadounidenses, ha habido informes de reanudación de las confrontaciones violentas entre miembros de la OAF y el Cartel de Sinaloa en Tijuana desde comienzos de 2015.

En marzo de 2016, el secretario de seguridad pública de Baja California, Daniel de la Rosa Anaya, anunció que las autoridades habían detectado una alianza entre el CJNG y la Organización Arellano Félix, de acuerdo con El Diario. “Hemos detectado la llegada de sujetos provenientes de diferentes zonas de Jalisco quienes han sido descubiertos con drogas y armas”, dijo De la Rosa a los periodistas. “En sus declaraciones, ellos hicieron saber que tienen un pacto con los Arellano Félix para fortalecer su posición ante el Cartel de Sinaloa”.

Aunque no hubo confirmación oficial de la liberación de los hermanos Guzmán, miembros de la familia Guzmán nunca denunciaron el secuestro de los acusados de narcotráfico ante la policía en primer lugar. Dada la naturaleza clandestina de estas organizaciones ilegales, es razonable que las autoridades fueran las últimas en enterarse.

4 respuestas a “Liberados hijos de capo mexicano secuestrados”