Un reciente testimonio filtrado, de un ex líder del Cartel de Tijuana, ofrece una visión de las operaciones de la que otrora fue una de las organizaciones criminales más importantes de México.
Según El Universal, las declaraciones de Francisco Javier Arellano Félix (quien fue arrestado por oficiales estadounidenses cerca a la costa de México en 2006) fueron tomadas de una entrevista con funcionarios de la Procuraduría General de México (PGR) en febrero de 2012 en San Antonio, Texas. El ex líder del Cartel de Tijuana, y hermano menor de los famosos capos Benjamín y Ramón Arellano Félix, dijo a sus interlocutores cómo su organización busca corromper las actividades judiciales para frenarlas. Como dice el artículo:
(…) en repetidas ocasiones y a voluntad propia, obstruyeron e impidieron la investigación y procesamiento judicial de actividades del CAF, pagando millonarios sobornos a autoridades judiciales y militares, asesinando informantes, testigos potenciales y miembros de la autoridad judicial.
Arellano Félix también mencionó a tres funcionarios públicos que trabajaban para su organización (comúnmente conocida como el Cartel de Tijuana, y como la Organización Arellano Félix). Los funcionarios incluyen a Víctor Zataráin Cedano, ex jefe de la policía de Tijuana bajo el alcalde Jorge Hank Rhon; Francisco Castro Trenti, ex jefe de la unidad de investigación forense de Tijuana y hermano de un político que se postuló para gobernador de Baja California a principios de este mes; y Narciso Agúndez Montaño, ex gobernador de Baja California Sur, el estado que ocupa la mitad sur -escasamente poblada- de la península del Pacífico.
Análisis de InSight Crime
Con una excepción, hay poco en el informe sobre las declaraciones de Arellano Félix que sea particularmente sorprendente. Hace una década, justo antes de la muerte de Ramón y el arresto de Benjamín Arellano Félix, el grupo fue sin duda la organización criminal más poderosa de México, por lo que no hay nada inusual en el hecho de que ellos hayan matado testigos, corrompido a funcionarios y pervertido el sistema de justicia criminal.
Las partes más destacables del informe filtrado parece haber sido lo que fue dejado de lado. Seguramente Arellano Félix tiene información acerca de más funcionarios públicos sucios que los tres mencionados por El Universal; no obstante, sólo fueron mencionados estos tres personajes relativamente poco conocidos. Las razones bien pueden ser políticas: el clan Arellano Félix alcanzó su cénit mientras el Estado estaba bajo el control del Partido Acción Nacional (PAN), al que pertenece Felipe Calderón. Sin embargo, ningún funcionario del PAN fue identificado por Arellano Félix. Por el contrario, los tres mencionados están vinculados a destacados miembros de la oposición bajo el mandato de Calderón. Dado que altos mandos de la Procuraduría General de Calderón fueron acusados de llevar a cabo la entrevista, existía un interés político claro en restarle importancia al papel de los gobiernos estatales del PAN, y en ayudar a la empresa criminal de Arellano Félix.
Más aún, la falta de claridad en cuanto a las circunstancias de la entrevista confunden el asunto y plantea más preguntas sobre los motivos del gobierno para establecer un diálogo con los Arellano Félix. Zeta, un semanario de Tijuana famoso por sus investigaciones sobre el Cartel de Tijuana, informó que la misma Marisela Morales, ex fiscal general de Calderón, interrogó a Arellano Félix en otra entrevista en San Diego.
Zeta, el cual señaló que ni Estados Unidos ni el gobierno mexicano han confirmado la veracidad del informe filtrado, también cuestiona la relativa falta de información sobre la estructura actual del grupo de los Arellano Félix. Un cierto grado de incertidumbre rodea la percepción pública del actual liderazgo, con Francisco Arellano Sánchez y Enedina Arellano Félix (hermana de Francisco Javier) siendo descritos a menudo como sus líderes. No obstante, se sabe poco acerca de cualquiera de estos personajes, o la forma en que interactúan entre sí, cómo ha evolucionado el modus operandi o qué tipo de relación tiene el Cartel de Tijuana con Joaquín "El Chapo" Guzmán y el Cartel de Sinaloa. Las horas de interrogatorios a un ex jefe de Tijuana eran una gran oportunidad para responder a algunas de estas preguntas y tener una mejor comprensión pública del grupo, pero la PGR parece haberla dejado escapar.
La sorprendente revelación de Arellano Félix fue que en 1989, Ismael "El Mayo" Zambada autorizó los planes del Cartel de Tijuana de matar a Guzmán, su socio por más de una década. Estos planes de matar a Guzmán llevaron a algunos de los más espectaculares actos de violencia en los últimos años en México, en particular el asesinato del Cardenal Juan Jesús Posadas Ocampo, luego de que en 1993 sicarios de Arellano Félix confundieran los vehículos del séquito del líder religioso con los Guzmán.
Asumiendo que la historia es verdadera, todo ha cambiado desde entonces. No sólo son Zambada y Guzmán aliados y socios, sino que el clan Arellano Félix y el Cartel de Sinaloa parecen coexistir en Tijuana (una razón importante por la tasa de homicidios más baja registrada en los últimos años).
Este es otro ejemplo de la volatilidad que caracteriza al crimen organizado. La compleja red de odios y alianzas está en constante cambio, y no es sólo Zambada y Guzmán, o Sinaloa y Tijuana. Por ejemplo, la Organización de los Beltrán Leyva y Guzmán fueron una vez famosos aliados con profundos lazos familiares, hasta que de pronto, en 2008, se volvieron enemigos acérrimos. Abundan ejemplos similares.
Debido a esta volatilidad, las redes del crimen organizado de México han carecido de la estabilidad necesaria para funcionar sin derramamientos de sangre. En lo alto de esta frágil red de alianzas, establecer un conjunto permanente de condiciones para garantizar la seguridad pública es sin duda casi imposible.