El ministro de defensa de Honduras cree que el cartel mexicano de los Zetas ha establecido una presencia significativa en esta vulnerable nación Centroamericana, contribuyendo a la tasa de homicidio más alta del mundo.
El ministro de defensa Marlon Pascua dijo que había indicios de que los Zetas estaban operando en Honduras, y que las fuerzas de seguridad estaban investigando. Afirmó que los Zetas no eran la única organización criminal trasnacional operando en territorio hondureño.
"Hay varias organizaciones, no sólo hondureñas, sino también con personas infiltradas de otros países, los carteles mexicanos que tienen relaciones con criminales hondureños y carteles colombianos, que también tienen relaciones con los criminales aquí”.
Esta declaración sigue a la incautación el mes pasado en Honduras de vehículos y armas que presuntamente pertenecían a los Zetas, entre ellas, una AK-47 chapada en oro.
Honduras es uno de los países más peligrosos del mundo, con una tasa de homicidios de más de 85 homicidios por cada 100.000 habitantes.
Análisis de InSight Crime
Esta no es la primera vez que las autoridades hondureñas han reconocido la presencia de carteles mexicanos en su territorio. En abril de 2011, el entonces Ministro de Seguridad Óscar Álvarez dijo que tanto el Cartel de Sinaloa como el Cartel de los Zetas habían sido detectados en las cuatro provincias del norte de Ocotepeque, Copan, Colón, y Atlántida. Las observaciones de Pascua también han hecho eco por el comandante de la policía regional en el departamento de Colón, en Honduras, quien dijo que hombres jóvenes en la zona estaban siendo reclutados y llevados a México a trabajar para los Zetas.
Honduras no es la única nación Centroamericana con presencia de los Zetas. La banda mexicana “invadió” Guatemala en 2011 (vea el especial de InSight Crime "Los Zetas en Guatemala”). El ex Presidente de Guatemala Álvaro Colom hizo un llamado a los países Centroamericanos a unir esfuerzos en repeler a los Zetas. El Presidente Mauricio Funes, de El Salvador, también ha expresado su preocupación sobre la expansión de los Zetas en su país, afirmando que ellos estaban buscando alianzas con grupos criminales locales.
Honduras se ha convertido en el principal punto de transferencia de cocaína entre los carteles colombianos y mexicanos. El crimen organizado trasnacional sigue el camino de menor resistencia. Debido a la inestabilidad política y la desenfrenada corrupción de las fuerzas de seguridad y el sistema judicial, Honduras se ha convertido en ese camino de menor resistencia. A esto se suma el hecho de que Honduras es el principal puente aéreo para la cocaína desde Suramérica, siendo Venezuela el punto de salida. Toneladas de cocaína están llegando a esta vulnerable nación centroamericana por tierra, mar y aire. Las rutas marítimas pasan por el Caribe en lachas rápidas y submarinos, con los cargamentos de cocaína descargando en la poco protegida costa hondureña. Envíos terrestre llegan a la Carretera Panamericana desde Panamá.
También se cree que los rivales de los Zetas, el Cartel de Sinaloa, se han establecido en Honduras, manejando no sólo cocaína, sino también drogas sintéticas.
Los Zetas se crearon inicialmente como un escuadrón de protección y de ataque para el Cartel del Golfo, y estaban compuestos por ex agentes de las fuerzas especiales mexicanas. Hay evidencia de que han llegado a ex militares hondureños, y que pueden estar incluyendo a estos hombres, y sus envidiables habilidades, en su organización.
Hay una diferencia entre tener representantes en un país, y una presencia establecida con capacidad militar. Los Zetas han tenido durante mucho tiempo representantes en Honduras, supervisando la recepción y el transporte de cargamentos de cocaína desde Suramérica. Lo que estas últimas declaraciones sugieren es que el grupo ha establecido una presencia más formal, y junto a la incautación de armas, una presencia militar.
Es casi cierto que este sea el caso, y esta tendencia de las células de los Zetas apareciendo no sólo en Honduras, sino también a través de Centroamérica, es probable que continúe a medida que aumente la presión sobre el grupo en su lugar de origen en México. Los Zetas se están extendiendo hacia el sur, más y más cerca a los países andinos que cultivan coca y producen cocaína. La evidencia de los vínculos de los Zetas con la organización criminal transnacional colombiana de los Urabeños, es ahora indiscutible. Cuanto más cerca puedan llegar los carteles mexicanos a los centros de producción, más barato pueden comprar la cocaína, y más altas son sus ganancias.