Un nuevo proyecto de dos medios de información en línea en México presenta una nueva perspectiva del rol del crimen organizado y su evolución en el transcurso de las últimas décadas.
El mes pasado El Daily Post y Animal Politico —dos medios informativos de México fundados en años recientes— lanzaron Narcodata, lo que es en sus palabras un "sitio web interactivo que ofrece un estudio en profundidad de las últimas cuatro décadas del crimen organizado en México".
El sitio ofrece una imagen completa de los grupos criminales que operan en el país. Usando información de la Procuraduría General de la República, en México (PGR, por sus iniciales en español) por medio de solicitudes de instrumentos públicos, Narcodata ha creado una lista de células criminales y de los carteles de mayor tamaño a quienes las primeras sirven, en los tres últimos periodos presidenciales. El contenido de estos documentos oficiales permite a los espectadores comparar los cálculos del gobierno sobre el crimen organizado, desde la administración de Vicente Fox (2000-2006) hasta el mandato de Felipe Calderón (2006-2012) y en el actual gobierno de Enrique Peña Nieto.
Además de sus solicitudes de instrumentos públicos, Narcodata toma información de muchas otras fuentes de dominio público. Enumera dos libros de Luis Astorga, prominente académico, cuya investigación se centra en el crimen organizado, y uno de Guillermo Valdés, exjefe del organismo de inteligencia de México, CISEN, como fuentes. También afirma que usa información de comunicados de prensa del gobierno sobre arrestos e incautaciones del crimen organizado.
No es claro si esto refleja cambios en los métodos de tabulación y clasificación, o si es consecuencia de un cambio genuino en el panorama. Es decir, una nueva tendencia hacia la consolidación criminal después de años de fragmentación.
Una de las características más notables de Narcodata es su mera existencia, pues refleja una tendencia emergente: el crecimiento de grupos de la sociedad civil muy sofisticados en el desarrollo de sus propios análisis sobre la seguridad y otros aspectos claves. Estos grupos, como el Instituto Mexicano de la Competitividad y Lantia Consultores, sirven como contrapeso más fidedigno a los recuentos del gobierno. Con esto, ayudan al gobierno a ser coherente con su propio análisis y lo obligan a operar con mayor transparencia y competencia.
Aunque México ha tenido una prensa independiente sin inhibiciones, el grado de especialización de proyectos como Narcodata trasciende la producción diaria de un periódico. Fomenta una sociedad civil más informada y revierte la tendencia posterior a la Revolución Mexicana de ciudadanos pasivos satisfechos con los dictados del gobierno.
Análisis de InSight Crime
A primera vista, lo más impactante que queda de la búsqueda es el absoluto aumento en el número de organizaciones criminales existentes en México. Durante la administración Fox, la Procuraduría General de la República (PGR) al parecer dividió el mundo criminal del país en siete grupos diferentes, denominados según sus respectivos líderes: la familia Arellano Félix, la familia Carrillo Fuentes, Osiel Cárdenas, Joaquín "El Chapo" Guzmán y Héctor Luis Palma Salazar, la familia Amezcua Contreras, la familia Díaz Parada, y la familia Valencia.
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En el más reciente informe del gobierno, con fecha de 2014, cuatro de los grupos anteriores básicamente habían desaparecido o se habían reestructurado radicalmente bajo un jefe distinto, mientras que otros dos eran mucho más débiles. Sólo la organización del Chapo Guzmán se mantiene en gran medida similar a su ciclo pasado. Además, los siete principales grupos durante el mandato de Fox se han expandido drásticamente. El equipo de Peña Nieto informó de la existencia de nueve organizaciones básicas, bajo cuya dirección operan 45 células distintas.
La atomización del panorama criminal en México es un cambio fundamental, que InSight Crime ha comentado ampliamente, al igual que muchos otros medios informativos. Sin embargo, la imagen que presenta Narcodata es un poco más matizada. Hay sin duda muchas más organizaciones en el radar del gobierno hoy que hace diez años, durante el periodo final de la administración Fox.
Pero las cuentas oficiales actuales de las organizaciones que actúan en Ciudad de México son sustancialmente menores que las de la administración Calderón, cuando el gobierno informó de la presencia de 80 células distintas. No es claro si esto refleja cambios en los métodos de tabulación y clasificación, o si es consecuencia de un cambio genuino en el panorama. Es decir, una tendencia renovada hacia la consolidación criminal luego de años de fragmentación.
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Ambas explicaciones son plausibles, pero las implicaciones de las dos posibles versiones exhiben profundas diferencias. Si es la primera, se trata simplemente de otro caso de manipulación gubernamental de las versiones sobre la seguridad para acomodarse a sus intereses. Pero si los grupos del crimen organizado han iniciado un proceso de consolidación, quiere decir que se ha revertido una de las tendencias más destacadas de la última década, y los desafíos de seguridad para México están evolucionando a una nueva fase.
Como señalan los analistas de Narcodata, el análisis del gobierno se refiere a las actividades de las organizaciones criminales de mayor tamaño en Ciudad de México. En público, figuras de diferentes órdenes del gobierno han negado esto durante mucho tiempo, ciñéndose a una imagen de la capital del país como inmune al caos de la Tierra Caliente de Michoacán o la región fronteriza entre Estados Unidos y México. Esto, junto con la evidencia cada vez mayor recopilada sobre el terreno, indica que la versión del gobierno no busca describir los hechos, sino simplemente tranquilizar a la región más populosa del país.