Un nuevo video de una caravana de sicarios en el norte de México permite apreciar una escasa imagen de las fuerzas combatientes de las organizaciones criminales de México y puede reflejar la actual incursión del crimen organizado en la minería, la exploración de hidrocarburos y otros sectores industriales.
En el video subido a YouTube la semana pasada (vea abajo) se observa que un camarógrafo no identificado camina junto a un convoy de unos 15 camiones y camionetas, todos los cuales llevaban hombres bien armados. El camarógrafo repitió la frase “Ánimo, sicarios” varias veces, y el grupo parecía estar haciendo una pausa mientras se dirigían a un enfrentamiento.
En efecto, a eso se dirigían. Proceso informó que algunos de los vehículos del video, que fue filmado en una carretera en la región de la Sierra Tarahumara, estado de Chihuahua, fueron recuperados en la escena de un tiroteo en noviembre de 2014 en Samachique, Chihuahua, que dejó como resultado decenas de muertos, aunque sólo ocho cuerpos fueron recuperados por las autoridades. Al parecer algunos de los hombres que aparecen en el video también fueron asesinados en un tiroteo de marzo de 2015 en una hacienda cercana.
Aunque no está claro a qué grupo representaban los pistoleros, los enfrentamientos con los que se han vinculado apuntan a Gente Nueva, aliados locales del Cartel de Sinaloa, contra La Línea, la fuerza de combate alineada con el Cartel de Juárez durante la última década.
Análisis de InSight Crime
El video y los comentarios sobre el grupo llaman la atención por diversas razones. En primer lugar, muestran que La Línea, cuyo antiguo jefe fue detenido y que ha sufrido la persecución del gobierno por varios años, sigue siendo un actor importante en un área clave del país (las regiones montañosas del occidente de Chihuahua contienen áreas propicias para el cultivo de amapola y marihuana). Este grupo aún participa en combates masivos, a pesar de haber perdido su más importante base de operaciones en Juárez.
Aunque al Cartel de Sinaloa se le atribuye la derrota de La Línea y sus aliados en Juárez, este grupo, que también ha sufrido sus propios reveses, ha sido incapaz de acabar con todos sus rivales. Son comunes los informes de que el Cartel de Sinaloa se enfrenta a sus enemigos (a menudo adversarios debilitados, o en todo caso abandonados a su suerte, como la Organización Beltrán Leyva [OBL] y La Línea) en las áreas montañosas de Sinaloa, Chihuahua y Durango.
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El video también demuestra claramente el nivel de impunidad, sofisticación y poder armado de los grupos criminales mexicanos. Los casi 15 vehículos llevaban en total unos 50 individuos, lo que equivale a un pelotón del ejército. Como se señaló anteriormente, la mayoría estaban fuertemente armados. Uno de ellos parecía cargar una ametralladora calibre .50 equipada con un bípode, y el video parece indicar que uno de los grupos se dedicaba a guarnecer el arma.
A pesar de que un convoy de sicarios cargando ametralladoras y estacionados a lo largo de una carretera es bastante notorio, ninguno de los hombres parecía particularmente preocupado por ser detectado. Por el contrario, los hombres actuaban como si fueran los dueños del territorio, a pesar de estar en posesión de armas ilegales y cometer otras violaciones. Tal descaro demuestra la impunidad que consideran tener los grupos criminales y que se encuentra en el centro de su amenaza a México.
Algunos análisis de esta escena han sugerido que los incidentes están vinculados al creciente interés del crimen organizado en la extracción de recursos de la región. Shannon Young, corresponsal extranjera radicada en México, señaló que los intereses en la minería y los recursos energéticos de la Sierra Tarahumara, así como en gran parte del país, han presenciado un repunte considerable de la participación de las organizaciones criminales. Amplias demostraciones de fuerza y la connivencia de las autoridades locales —dos cosas que aparecen de manera implícita o explícita en el video— han sido vitales para la participación de estos grupos en los grandes negocios, con fuertes conexiones políticas, que tienden a administrar las concesiones de recursos.
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No está claro si los individuos del video y los combates posteriores tenían alguna relación directa con las disputas por los recursos naturales o con el problema de México, que se ha agravado en los últimos años. En una reciente entrevista con Wall Street Journal, Manuel Reyes, presidente de la Asociación de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México, dijo que el crimen organizado ha “sitiado” su industria. La recién formada gendarmería, una pieza central de la política de seguridad del presidente Enrique Peña Nieto, fue rediseñada específicamente para enfocarse en la minería y otras industrias estratégicas.
En muchas ocasiones, las tensiones entre grupos criminales y compañías mineras han llevado a la violencia o a algún tipo de acomodamiento. Uno de los casos más destacados fue el presunto asesinato, en 2013, de Virgilio Camacho, ejecutivo de ArcelorMittal, compañía productora de acero con una enorme planta en Lázaro Cárdenas, a manos de los Caballeros Templarios. Más recientemente, el propietario minero canadiense Rob McEwan, cuyas minas en Sinaloa fueron el blanco de un exitoso robo de oro por un valor de más de US$8 millones a comienzos de este año, habló abiertamente de la relación de colaboración de su empresa con los traficantes de drogas locales.
En Guerrero, una de las regiones más peligrosas de México actualmente, los ataques de los grupos criminales a las minas se han vuelto también más frecuentes. El 12 de febrero, empleados de la mina Media Luna fueron presuntamente secuestrados. Un mes después, cuatro empleados de la compañía canadiense Goldcorp, con sede en Guerrero, también fueron secuestrados. Uno de ellos fue liberado posteriormente, pero los otros tres fueron torturados y asesinados.