Por tercera vez en su historia, a finales de este mes la Organización de las Naciones Unidas celebrará una sesión extraordinaria para analizar la política global de drogas. Varios países latinoamericanos con mucho en juego se aprestan para hacer valer sus posiciones sobre la revaluación de la llamada “guerra contra las drogas”.
La sesión extraordinaria, programada para los días 19-21 de abril en la sede de la ONU en Nueva York, incluirá mesas redondas sobre temas que van desde la puesta en práctica de convenciones internacionales sobre drogas hasta la discusión sobre estrategias para tratar el consumo como problema de salud. En parte, la ONU realizará el evento como resultado de la presión de México, Colombia y Guatemala en la Asamblea General de la ONU en 2012.
Muchos grupos de la sociedad civil han instado a sus gobiernos a que usen la sesión extraordinaria como una oportunidad para sentar las bases para una futura reforma a la política de drogas.
Aun cuando no es probable que la sesión dé lugar a una postura tan radical como el abandono de la Convención Única de 1961 sobre Estupefacientes —que impuso un enfoque prohibicionista sobre el consumo de drogas en todo el mundo— aún existe una posibilidad de cambiar el tono del debate en torno a la política sobre drogas.
Estos son algunos de los argumentos que según se dice varios gobiernos latinoamericanos están preparados para defender en dicha reunión.
Colombia
Según El Tiempo, el presidente Juan Manuel Santos y la delegación colombiana argumentarán que debe permitirse a los gobiernos nacionales adoptar una estrategia más "flexible" hacia la política de drogas. Esto es, los gobiernos deben tener la facultad de "formular y aplicar" sus políticas nacionales sobre drogas según sus "prioridades y necesidades", aun cuando algunas de esas estrategias —incluyendo la propuesta por largo tiempo debatida en Colombia de crear "centros de consumo", donde los adictos tengan la libertad de consumir— puedan entrar en conflicto con las convenciones internacionales sobre estupefacientes.
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La delegación de Colombia ante la ONU también defenderá la necesidad de que las leyes nacionales de drogas adopten una posición más flexible al tratar con pequeños contrabandistas de droga, conocidos como "mulas", y con productores de droga.
Durante una cumbre de la ONU, celebrada en marzo pasado en Viena, Colombia abogó por incluir en la reunión de abril un debate especial para prohibir la cadena perpetua o la ejecución de mulas, pero no tuvo éxito en lograr la inclusión en la agenda, según informó El Tiempo.
Otras fuentes informaron a El Tiempo que la delegación colombiana de la ONU también está preparándose para presionar a ese organismo para que emita declaraciones más contundentes para que se trate el consumo de estupefacientes como problema de salud. Colombia también presionará a la ONU para que asuma una postura más firme en el enfoque adecuado de las medidas de orden público, es decir, dirigir más esfuerzo al desmantelamiento de los grupos criminales que se llevan la mayor tajada del negocio de la droga antes que centrarse en el sometimiento de los consumidores.
México
El presidente Enrique Peña Nieto ha confirmado que no asistirá a la sesión extraordinaria, lo que en cierta forma no sorprende aun cuando su país tiene una participación importante en el narcotráfico. Peña Nieto ha buscado hacer de los temas económicos el centro de su gestión. El secretario de gobernación de México asistirá en su reemplazo, y ha anunciado que México presentará una posición "firme y clara" ante la ONU.
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México ya ha adoptado una postura más liberal en sus leyes sobre drogas. El Congreso del país debate un proyecto de ley para el uso de la marihuana en aplicaciones terapéuticas que, según un senador que la defiende, tiene una buena posibilidad de convertirse en ley a mediados de mayo.
También ha habido algún debate sobre la legalización del opio para aplicaciones médicas en el estado de Guerrero, donde hay una de las mayores concentraciones de cultivos ilícitos de amapola en el país. Entre tanto, otros miembros del Congreso señalaron que la delegación mexicana presionará con fuerza para que se reposicione la política global de drogas en la cumbre de abril.
Guatemala
Aunque el expresidente Otto Pérez Molina hizo sentir su presión para que se reforme la ley internacional sobre drogas, su sucesor Jimmy Morales se ha mantenido al margen del asunto. Morales es un excomediante de televisión sin experiencia previa en política; hay un amplio consenso en que su llegada a la presidencia se debió al descontento generalizado por el escándalo de corrupción que forzó la renuncia de Pérez Molina. Morales asistirá a la sesión extraordinaria en Nueva York, y a una reunión adicional donde participarán funcionarios de la ONU y el jefe de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), que tiene el aval de la ONU. Está por verse si Morales aprovechará las sesiones extraordinarias sobre drogas para seguir las huellas de su predecesor y si expresará su descontento por las leyes internacionales sobre drogas.
Perú
El presidente peruano Ollanta Humala no hará parte de la delegación nacional en la sesión extraordinaria de la ONU. Se dice que la delegación presentará las experiencias de Perú en la creación de programas de cultivos alternativos, y otras políticas antidrogas. En general, la administración Humala ha enviado señales contradictorias en términos de políticas de drogas, y el país ha mostrado pocas señales de mostrarse tan firme como Colombia en términos de abogar por una reforma.
Bolivia
La delegación boliviana en la sesión extraordinaria de la ONU estará conformada por una mezcla de líderes de la sociedad civil y funcionarios antidrogas del gobierno, según El Diario. Además de presentar la posición alternativa de Bolivia sobre las políticas de la coca, la delegación se pronunciará contra la criminalización inherente a la actual política de drogas, lo que da lugar al hacinamiento en las prisiones, según declaró un delegado a El Diario.
Uruguay
Después de aprobar la creación de un mercado legal para la marihuana en 2013, Uruguay se convirtió en uno de los países más liberales del mundo en lo concerniente a las políticas alternativas sobre la droga. El país ya sentó su posición para la sesión extraordinaria de la ONU, y en su delegación habrá prominentes funcionarios a favor de la reforma sobre las drogas, como el exembajador ante la Organización de Estados Americanos (OEA) Milton Romani Gerner
Ya sea que adopten una postura de activismo o no, es claro que muchos países latinoamericanos tienen mucho que ganar o mucho que perder en lo que toca a la política global sobre estupefacientes.
Los países consumidores como Estados Unidos y los integrantes de la Unión Europea están haciendo frente a los nocivos efectos asociados con el abuso de las drogas y el auge del crimen como resultado del abuso y la distribución de estupefacientes. No obstante, los países latinoamericanos cargan un fardo mucho más pesado en la lucha contra la producción a gran escala y el tráfico internacional que alimenta el voraz apetito del Norte por las sustancias ilegales.