El grupo guerrillero ELN se esta alistando para entrar en dialogos de paz con el gobierno colombiano, lo cual podría ser crucial para negociar una paz duradera con la otra organización rebelde de Colombia, las FARC.
[Lea el perfil completo de InSight Crime sobre el Ejército de Liberacion Nacional (ELN)]
El Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda insurgencia más grande de Colombia, publicó un comunicado en su página de internet el 12 de noviembre, afirmando que habían conformado un equipo que se encontraba listo para comenzar un diálogo exploratorio con el gobierno. En la misma declaración, el grupo “saludó” las conversaciones que se están llevando a cabo con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y llamó a un cese al fuego durante las negociaciones.
El gobierno respondió pidiendo públicamente la discreción del ELN, la cual es un prerrequisito del Presidente Juan Manuel Santos para seguir adelante, según reportó El Espectador.
“En su debido momento le responderemos por los canales adecuados, lo peor que podemos hacer es comenzar a responder o a dialogar a través de los medios de comunicación”, dijo Santos.
No obstante, la guerrilla reafirmó su interés en negociar algunos días después. En una entrevista con el comandante Nicolás Rodríguez Bautista, alias “Gabino”, publicada en su sitio de internet el 15 de noviembre, dijo que el grupo estaba listo para comenzar las conversaciones sin ningún tipo de exigencias previas.
Análisis de InSight Crime
Las FARC y el gobierno lanzaron las conversaciones formales el mes pasado en la ciudad de Oslo, Noruega, e iniciaron la discusión de la agenda de cinco puntos el 19 de noviembre en La Habana. La participación del ELN podría ser crucial para lograr que estas conversaciones sean exitosas.
Parece haber incentivos para todas las partes para asegurar la participación del ELN. Si las FARC se desmovilizaran, el ELN podría tomar el control de los territorios y los intereses económicos y de su antiguo rival, incluyendo el narcotráfico y la extorsión. El ELN podría constituirse también como un refugio para renegados de las FARC que no quieran dejar las armas.
Sin embargo, el ELN está debilitado. Cuenta con entre 2.000 y 2.500 combatientes en todo el territorio colombiano, en comparación a los 8.000 o más de las FARC. Unirse con las FARC en la mesa de negociación podría ser la mejor opción del ELN para que sus intereses sean tomados en cuenta.
Estos intereses difieren en cierta medida a los de las FARC. El ELN ha buscado tradicionalmente la participación de la sociedad civil en las negociaciones de paz. También ha puesto más énfasis en el tema de la soberanía, particularmente en relación al uso de los recursos naturales del país. Las FARC se han sumado a esta causa también, y juntos, los dos podrán lograr que sea un tema central en las conversaciones.
León Valencia, director de la Corporación Nuevo Arco Iris y exguerrillero del ELN, señaló que los dos grupos tienen territorio en los departamentos de Arauca, Catatumbo, Cauca, Nariño, Bolívar y la región del Bajo Cauca antioqueño. Dijo que las agendas políticas de ambos grupos no serán muy distintos, pero que se podría ver unas diferencias en los énfasis.
No obstante, la combinación de dos grupos diferentes con intereses que podrían entrar en conflicto puede complicar el proceso, e incrementar el riesgo de que sea dilatado por alguna de las partes. Como mencionó el International Crisis Group en un reporte reciente, una negociación conjunta “podría reducir los riesgos de fallas en la coordinación, pero podría tener efectos adversos, incluyendo demorar la paz”.
Los dos grupos han participado juntos de negociaciones anteriores. En 1991, llevaron a cabo conversaciones con el gobierno de César Gaviria en Venezuela y México, bajo una federación guerrillera conocida como la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar. Estas conversaciones llegaron a un punto de inflexión, ya que las partes fueron incapaces de llegar a un acuerdo.
El ELN también participó en una serie de reuniones con el gobierno de Andrés Pastrana, luego del fracaso del proceso de paz con las FARC en 2002. El más reciente intento de llevar a cabo negociaciones de paz culminó sin éxito, luego de que varios años de discusión terminaran durante el gobierno de Álvaro Uribe. Como señaló el Crisis Group en un informe de 2007, el ELN sintió que el gobierno estaba usando las conversaciones para legitimar sus negociaciones controversiales con los paramilitares.
En la entrevista publicada la semana pasada, el comandante del ELN conocido como Gabino, reconoció las conversaciones de paz fallidas, pero dijo que éstas muestran que el ELN ha estado abierto a la paz por más de 20 años.
“Somos conscientes que cada nuevo fracaso en el intento de alcanzar la paz, tiene graves repercusiones para el futuro de Colombia”, señaló.
La reacción inicial del gobierno de Santos, fue una declaración pública en la que estableció que está abierto a que otros grupos guerrilleros se unan a las negociaciones. Aparentemente, las FARC también están a favor. Los dos grupos guerrilleros establecieron una tregua entre ellos en diciembre de 2009, dándole fin a la guerra que había escalado entre ambos grupos en algunas partes del país durante los años anteriores.
Las conversaciones entre el gobierno de Santos y el ELN podrían ya haber empezado. Valencia ha dicho públicamente que el ELN está tomando parte de unas conversaciones preliminares con el gobierno y que enviaron una delegación para observar las negociaciones con las FARC.
Y el apoyo internacional a estas negociaciones va más allá de Cuba y Noruega. El Tiempo reportó la semana pasada que las posibles conversaciones entre el gobierno y el ELN tienen otro defensor: el presidente venezolano, Hugo Chávez.