En los próximos meses, Ecuador terminará de poner en funcionamiento una moneda digital que se podrá usar con teléfonos celulares, una ventaja potencial para el 40 por ciento de la población que carece de cuentas bancarias; sin embargo, siguen las dudas acerca de si existen suficientes precauciones para evitar que los criminales la usen para lavar dinero.
Promocionado como una forma electrónica de dinero, el Banco Central del Ecuador (BCE) creó el Sistema de Dinero Electrónico, una moneda virtual centralizada que busca ampliar el acceso a servicios financieros (cerca del 40 por ciento de los ecuatorianos económicamente activos carecen de cuentas bancarias). Para obtener el dinero digital, los usuarios deben acercarse a un Centro de Transacción, presentar su identificación y entregar dinero físico, que luego puede ser enviado por teléfono móvil a otras personas y empresas.
Desde que las inscripciones se abrieron en diciembre, el BCE ha registrado más de 11.000 cuentas, destinadas exclusivamente a ciudadanos ecuatorianos y vinculadas a sus números de identificación nacional. Aunque la cantidad de inscripciones es actualmente bajo (se espera tener 500.000 usuarios para finales de 2015), se siguen implementando nuevos servicios en línea, y el Banco Central dice que para mediados de 2015 los usuarios podrán pagar facturas de servicios públicos, impuestos y cuentas de tarjeta de crédito desde sus teléfonos móviles.
Los temores iniciales acerca de que el sistema podría ser utilizado para lavar dinero llevaron al gobierno a anunciar que las transacciones se limitarían a US$2.000 al mes y US$300 al día por persona (las empresas tendrían topes mayores), según el diario El Comercio. “Tenemos un departamento que se dedicará sólo a monitorear eso [las transacciones inusuales]. Es muy fácil rastrear el dinero electrónico en este sistema”, dijo en octubre Faustio Valencia, supervisor del programa del Banco Central.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre Ecuador
En una conversación con InSight Crime, el exviceministro de finanzas Luis Mejía Montesdeoca expresó una opinión más cautelosa. Según Mejía, aunque Ecuador se ha esforzado por cumplir con normas internacionales sobre lavado de dinero, “aún es muy temprano para saber si [el sistema de dinero electrónico] va a tener un efecto positivo con respecto a la lucha contra el lavado de dinero. No podemos saberlo en este momento”.
Muchos ciudadanos son escépticos frente a este proyecto, aunque muchos más lo desconocen, informó The Guardian. Abunda la desinformación sobre el sistema, como las especulaciones según las cuales Ecuador intenta remplazar al dólar como su moneda oficial, posibilidad que los analistas anuncian pero el gobierno niega vehementemente (pdf).
Análisis de InSight Crime
Que este sistema llegue a utilizarse o no para la actividad delictiva es algo que está por verse, pero sin duda puede evitar las estafas que se han presentado en otros programas de moneda digital, como el Sistema Unitario de Compensación Regional (SUCRE virtual) o Bitcoin. Los lavadores de dinero han utilizado el SUCRE, una moneda digital creada por los países de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA), para facilitar sus transacciones. Y Bitcoin, una moneda descentralizada virtual cuyos usuarios utilizan criptografía para crear nuevas monedas y verificar las transacciones, ha experimentado un uso ilegal rampante y altamente conocido.
Según un informe (pdf) del Grupo de Acción Financiera en Contra del Lavado de Dinero (FATF por sus iniciales en inglés), las monedas virtuales son vulnerables al blanqueo de capitales porque les permiten a los usuarios realizar transacciones de forma anónima. Otras debilidades incluyen la falta de claridad en cuanto al cumplimiento de normatividad contra el lavado de dinero y la ausencia de supervisión central, señala el informe.
Pero la centralización no es totalmente efectiva cuando se trata de evitar transacciones ilegales. El SUCRE puede ser utilizado solamente por los bancos nacionales de los países miembros del ALBA, no por individuos. Aun así, el cinco por ciento de las transacciones en sucres fueron consideradas sospechosas en 2013.
Si un importador venezolano quiere comprar un producto de un exportador ecuatoriano usando bolívares, el banco central de Venezuela convierte la moneda doméstica en sucres y se los envía al banco central de Ecuador, que le paga al exportador en dólares estadounidenses. Los estados financieros del BCE (pdf) muestran que Ecuador recibió US$431 millones de sucres en 2014, la gran mayoría provenientes de Venezuela.
El problema surge cuando empresas estafadoras usan una táctica de blanqueo de dinero llamada comercio con facturación falsificada (en inglés misinvoicing). Según el Wall Street Journal, una empresa en Ecuador exportó carbonato de calcio a US$US1.000 el kilo, lo cual llama la atención por el hecho de que un kilo de carbonato de calcio sólo cuesta 17 centavos de dólar. Dicha empresa puede alegar que los US$999,83 extra son ingresos legítimos.
Aunque el nuevo sistema ecuatoriano no tiene ninguna prohibición definida en las transacciones internacionales, el hecho de que sus usuarios deban ser ciudadanos del país, y que enviar y recibir dinero requiere de un servicio celular ecuatoriano, elimina eficazmente la posibilidad de flujos digitales de efectivo ilegales internacionalmente.
VEA TAMBIÉN: Cobertura sobre el lavado de dinero
Bitcoin, que se suele comparar con el sistema de dinero electrónico de Ecuador, es ampliamente utilizado para comprar drogas ilegales en mercados de internet en línea. Silk Road, el primer y más grande de dichos mercados, fue desmantelado en 2013 y la Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus iniciales en inglés) incautó un cargamento de bitcoin de unos US$33,6 millones. Esta moneda también recibió críticas por temores relacionados con lavado de dinero (en abril de 2014, un empresario que usaba Bitcoin fue condenado por facilitar un millón de dólares en pagos ilegales).
En sus informes, el BCE ha intentado establecer diferencias entre su dinero electrónico y monedas criptográficas como Bitcoin y hace hincapié en que el sistema electrónico no es anónimo. Y a diferencia de Bitcoin, que puede ser imposible de rastrear si se usa correctamente, Ecuador podrá rastrear cada transacción hecha en el sistema, lo cual ha llevado también a cuestionar el asunto de la privacidad. Un experto le dijo a The Guardian que el sistema “tiene el potencial de ser un programa de vigilancia”.
El lavado de dinero en Ecuador es un grave problema debido a su economía dolarizada. Grandes cantidades de dinero físico salen ilegalmente del país, y según un informe de Global Financial Integrity, Ecuador registró US$1,9 mil millones en flujos financieros ilícitos en 2012. La Economist Intelligence Unit demostró que grupos venezolanos crean empresas falsas en Ecuador, declaran las exportaciones inexistentes y luego llevan dólares al necesitado mercado venezolano —en cuyo mercado negro valen muchísimo más—.
El sistema de dinero electrónico no puede resolver estos problemas (no es una herramienta para evitar otras formas de blanqueo de dinero), pero su diseño puede reducir los usos ilegales.