Las inesperadas sanciones financieras impuestas por Estados Unidos contra la pandilla callejera MS13, la cual tiene filiales a través de los Estados Unidos y Centroamérica, podría tener que ver más con la presión sobre los líderes de la pandilla para hacer la paz en El Salvador, que con una verdadera intencion de afectar sus operaciones financieras.
La designación, anunciada por el Departamento del Tesoro el 11 de octubre, permite a las autoridades de Estados Unidos congelar los activos de los miembros de la pandilla en este territorio, y hace ilegal para los ciudadanos de Estados Unidos hacer negocios con ellos. La lista original, de sólo cuatro organizaciones transnacionales señaladas bajo una ley de 2011, incluye a los Zetas de México y a la Yakuza de Japón, y está dirigida a atacar el “poder económico” de estas organizaciones.
La presencia de MS13 en la lista, junto a estas organizaciones, es un poco incongruente. Los Zetas, por ejemplo, es una de las organizaciones criminales más poderosas en Latinoamérica; ejecutando operaciones internacionales de narcotráfico, y controlando todas las actividades criminales en los territorios que se encuentran bajo su control. Además de operar fuera de Guatemala, tienen estructuras financieras en Estados Unidos, como lo reveló el negocio de carreras de caballos en el cual habría estado lavando grandes sumas de dinero para el grupo.
La MS13, por el contrario, es una pandilla callejera que opera en los barrios y en las cárceles de Estados Unidos, El Salvador, Honduras, Guatemala y México. A pesar de que se extiende sobre más países que los Zetas, es altamente descentralizada y dividida en diferentes grupos o células (“clicas”), que a menudo tienen poca comunicación entre ellas, incluso dentro de un mismo país.
El comunicado de prensa del Departamento del Tesoro, señala que MS13 está involucrada en “actividades criminales trasnacionales”, incluyendo narcotráfico, trata de personas, y extorsión. Sin embargo, no es claro que el grupo esté seriamente implicado en el movimiento internacional de drogas. Células individuales pueden ser contratadas por narcotraficantes transnacionales, para llevar a cabo asesinatos por encargo, o para proteger y almacenar un cargamento de drogas, pero ellas mismas no ejecutan estas operaciones. Como InSight Crime encontró en una investigación el año pasado, los miembros "mara" son vistos generalmente por estos grupos más grandes, como personal disponible, que no tienen el entrenamiento o la disciplina para encajar en sus estructuras organizadas y jerárquicas.
Las células de MS13 obtienen sus ingresos, principalmente, de la extorsión a nivel local, cobrando “impuestos” a pequeñas empresas, a conductores de autobuses, y a hogares dentro de su territorio. La policía salvadoreña ha estimado que los miembros encarcelados de la pandilla en el país, ganan unos $9.6 millones al año, provenientes de la extorsión. Esto contrasta con un líder de los Zetas recientemente capturado, conocido como “el Talibán”, quien dijo a las autoridades que él había estado tomando $30 millones al mes; 70 por ciento de lo que se gastó en los costos operacionales del negocio. Samuel Logan de Southern Pulse, dijo a InSight Crime que MS13 no es una organización muy sofisticada, cuyos miembros simplemente “toman lo que pueden conseguir” sin tener estructuras bien desarrolladas para contabilidad o para el lavado de dinero.
No está claro, entonces, si las sanciones financieras de Estados Unidos en contra del grupo, van a afectar sus operaciones en Centroamérica, las cuales son de pequeña escala y localizadas. Los fondos de la mayoría de las células, probablemente no pasan al sistema financiero. Un libro de contabilidad que presuntamente pertenecía a una estructura en San Miguel, El Salvador, mostró ingresos de unos $200 a la semana, provenientes de extorsiones a conductores de autobuses, algunas de las cuales se pagaron de nuevo como los pasajes de bus de los miembros y sus familias. Douglas Farah, del Centro de Evaluación Estratégica Internacional (CSIS), dijo a InSight Crime que era poco probable que la designación tuviera un gran impacto en Centroamérica, porque ‘los matones’ en El Salvador no tienen activos reales en los Estados Unidos”.
Aunque para Logan es poco probable que la designación tenga un gran impacto en las operaciones de la pandilla en El Salvador, las conexiones internacionales de MS13 no se pueden subestimar. A pesar de que MS13, como un conjunto, funciona como una red poco rígida y sin jerarquía, las células tienen una fuerte estructura piramidal, señaló. Esto permite importantes transferencias internacionales de dinero dentro de cada estructura. La designación del Departamento del Tesoro también destaca este aspecto, diciendo que las filiales de MS13, basadas en Estados Unidos, siguen órdenes desde El Salvador y envían dinero allí.
Del mismo modo, una reciente investigación de InSight Crime sobre las actividades del grupo en Estados Unidos encontró que hay significativas transferencias de dinero desde las células que se encuentran en Estados Unidos, hacia El Salvador, con un oficial de la unidad policial de Maryland reportando que las células en la Costa Este a menudo basan sus acciones a partir de órdenes que provienen desde El Salvador.
Incluso si no tiene un mayor impacto en las finanzas de MS13, la designación puede ayudar al gobierno salvadoreño en sus relaciones con el grupo. La rama salvadoreña de MS13 se encuentra actualmente en medio de un acuerdo con el gobierno, en el cual esta pandilla y la pandilla rival Barrio 18, han reducido los asesinatos a cambio de concesiones, como prisiones de baja seguridad. Es posible que esto tenga algo que ver con la decisión de la administración de Obama, de actuar en contra del grupo, y de que los Estados Unidos esté tratando de poner más presión sobre los líderes de la pandilla para dar concesiones al gobierno salvadoreño y mantener la paz actual.
Algunos funcionarios salvadoreños, por su parte, dijeron que la designación no tendrá ningún efecto sobre la tregua, mientras que uno de sus principales mediadores, Raul Mijango (en la foto), dijo a La Página que no estaban sorprendidos por la designación. “Nadie ha negado que sea una estructura delincuencial, pero estamos trabajando para que deje de serlo. Estamos en ese camino".
Sin embargo, el presidente El Salvador, Mauricio Funes, aseguró que Estados Unidos ha "sobredimensionado" el impacto económico de la Mara Salvatrucha, poniendo en duda el nivel de sofisticación financiera del grupo.