El asesinato de ocho personas, en una sola noche, en manos de la policía de São Paulo, podría apuntar a un ciclo de asesinatos por venganza entre la policía y miembros de pandillas, amenazando los avances recientes de la ciudad en materia de seguridad.
Los asesinatos tuvieron lugar en seis incidentes separados en la noche entre el 14 y 15 de julio. Según informó Jornal Floripa, en cada uno de los casos, los policías dijeron que estaban patrullando cuando se encontraron con un vehículo sospechoso, cuyos ocupantes se negaron a detenerse, lo que resultó en un tiroteo. No se informó de agentes de policía heridos en ninguno de estos tiroteos. Según EFE, la Secretaría Pública de Seguridad de São Paulo dijo que los asesinatos ocurrieron cuando la policía respondió a la resistencia de los presuntos delincuentes, y que una investigación interna estaba en curso.
Los tiroteos se produjeron luego de una serie de ataques en São Paulo en junio, cuando siete agentes de policía fueron asesinados, cinco comisarías de policía fueron atacadas, y 15 autobuses de la ciudad que fueron incendiados, lo que sugiere que el fin de semana de la violencia policial podría haber sido una retaliación. Uno de los muertos era sospechoso de haber protagonizado un tiroteo en una estación de policía, lo que podría explicar por qué fue atacado.
Hay razones para creer que el Primer Comando Capital (PCC), una banda de narcotraficantes, es responsable de al menos algunos de los asesinatos de junio, y que algunos de los muertos por la policía eran miembros del grupo. Un informe del periódico Estadao, dijo que una grabación de inteligencia de la policía mostró a un presunto miembro del PCC dar instrucciones de "soltar a los muchachos" sobre la policía, y que los residentes de un barrio de São Paulo dijeron que las quemas de los autobuses fueron en respuesta a la brutalidad policial. El número similar en términos de los muertos de cada lado, también apunta a un asesinato por venganza.
Según algunos informes, el grupo había amenazado con atacar a los policías en represalia por los asesinatos de mayo de seis de sus miembros en São Paulo. Un preso de la cárcel en Marilia, en el estado de São Paulo, supuestamente le dijo a un oficial de policía que el PCC se disponía a matar a alrededor de 60 policías civiles y militares en todo el estado a principios de este mes, informó Rede Bom Dia. El funcionario envió un correo electrónico a sus colegas advirtiendo de la amenaza y terminó de la siguiente forma:
Vamos a ver si este mensaje es cierto el 9 de julio (este lunes). Por razones de seguridad, mientras enfrento a los criminales del PCC, voy a enviar a mi familia fuera de São Paulo. Que Dios tenga misericordia de todos nosotros.
Sin embargo, el Jornal Floripa informó que fuentes de inteligencia de la policía también sospechan que las organizaciones rivales de tráfico de drogas, o elementos de la propia policía, podrían estar detrás de los asesinatos de los oficiales en junio.
Vale la pena señalar que el PCC ya protagonizó una masacre de gran escala de policías en São Paulo. En mayo de 2006, miembros del grupo asesinaron a más de 40 agentes de policía y guardias de prisión en una rebelión coordinada en las cárceles de São Paulo y en las calles, quemando autobuses, lanzando granadas desde automóviles y patrullando las calles en bandas armadas. Cuando cesaron los disparos y las explosiones, había más de 180 muertos, y la violencia se había extendido a un puñado de otras ciudades, evidencia de la presencia del grupo en todo el país. Durante los enfrentamientos también se presentaron muertes de innumerables presuntos pandilleros por parte de la policía.
Hay indicios de que el ciclo de abusos de la policía y las represalias está comenzando a calentarse. En comparación con el mismo período del año pasado, el uso de la fuerza letal por parte de la policía ha aumentado un 5% en lo que va corrido del año.
Otro brote de asesinatos sería aún más preocupante, ya que debilitaría las ganancias de São Paulo en materia de seguridad en los últimos años. La última vez que São Paulo quedó paralizado por una guerra entre el PCC y la policía fue en 2006. Según un estudio (ver pdf) realizado por el centro de investigación Instituto Sangari la ciudad tenía una tasa de homicidios de 25 por 100.000. Ahora, la tasa ha disminuido a menos de 16.
"Es difícil decir con certeza lo que está sucediendo", dijo Guaracy Mingardi, ex director de la Secretaría Nacional de Seguridad Pública, a Jornal Floripa. "Pero lo que sí está claro es que la policía está matando más y esto podría indicar una falta de control dentro de la Policía Militar". Las autoridades deben mirar de cerca las circunstancias en las que ocho personas perdieron la vida, y así tratar de evitar dar inicio a un ciclo sangriento de venganza que podría poner en peligro los avances en seguridad recientes en la ciudad.