El aumento de los decomisos de armas de asalto de grado militar en República Dominicana despiertan preocupación sobre la posibilidad de que los grupos criminales tengan acceso a armas de grueso calibre traídas de contrabando desde Estados Unidos y otros países.
El 26 de mayo, autoridades de la Policía y Aduanas dominicanas lanzaron una operación encubierta para desarticular una red de tráfico de armas que introducía ilegalmente armas de contrabando en la nación caribeña desde Estados Unidos, según un comunicado emitido por la autoridad aduanera del país.
Durante el operativo en Haina Port, cerca de la capital de Santo Domingo, las autoridades confiscaron 11 rifles, seis pistolas y municiones, además de dinero en efectivo y un vehículo.
Otro gran decomiso de armas ocurrió en el puerto el 15 de marzo, cuando se interceptó un cargamento de rifles de grueso calibre, pistolas y explosivos. Los agentes aduaneros señalaron en un comunicado que las armas estaban avaluadas en millones de dólares y que el decomiso se logró gracias a un nuevo escáner, instalado recientemente con el propósito de reforzar los protocolos de seguridad en el puerto.
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Una semana después del decomiso, el presidente Luis Abinader expresó su preocupación por el gran número de armas ilegales en el país, y lo calificó como un problema de salud y seguridad pública. Declaró que existen hasta tres armas ilegales por cada una de las 238.000 armas registradas en el país.
En total, las autoridades dominicanas decomisaron casi 5.000 armas entre abril de 2019 y marzo de 2022. En el mismo periodo, la policía registró unas 1.800 armas robadas.
En 2017, la Encuesta de Armas Pequeñas (Small Arms Survey), una plataforma que brinda cifras sobre armas de fuego, estimó el número total de armamento en manos de civiles en República Dominicana en 795.000, una proporción de 7,4 armas de fuego por cada 100 ciudadanos.
Análisis de InSight Crime
Además de la creciente demanda, el flujo de armas en República Dominicana, en especial las de asalto, pone de relieve la importancia de las redes criminales dominicanas asentadas en Estados Unidos —combinadas con un abundante flujo de armas estadounidenses— en la agudización de la inseguridad en el país.

La mayoría de los decomisos de armas importadas ilegalmente se dan en Puerto Haina y proceden de Estados Unidos. En 2020, casi tres cuartas partes de todas las armas rastreadas por la Oficina Estadounidense de Alcohol, Tabaco, Explosivos y Armas (US Bureau of Alcohol, Tobacco, Firearms and Explosives, ATF) hacia República Dominicana habían sido producidas o importadas por primera vez de Estados Unidos.
El tráfico se realiza gracias a una red internacional de dominicanos en Estados Unidos, quienes envían las armas a Santo Domingo, según relató el analista de seguridad Kelvin Jiménez a InSight Crime.
“Hay muchos migrantes dominicanos en Estados Unidos y muchas empresas especializadas en el despacho de mercancía como vestuario y alimentos hacia República Dominicana. Por esa vía ingresan las armas de fuego al país”, explicó.
Parte de la demanda de armas de fuego está motivada por una cultura de la tenencia de armas entre la población civil, algo que la actual administración está intentando reducir mediante un programa de recompra de armas no registradas.
Sin embargo, son los grupos criminales los que usan armas de grueso calibre, no los civiles, según dijeron varios analistas de seguridad en República Dominicana a InSight Crime.
“Los ciudadanos quieren pistolas y revólveres, pero nadie va a comprar un AK-47 para tener en su casa. Esos [AK-47] son adquiridos por grupos del crimen organizado exclusivamente”, señaló el experto en seguridad Daniel Pou.
Un reciente robo cinematográfico en una estación de gasolina en Santo Domingo, perpetrado por seis hombres armados con armas de asalto y portando chalecos antibalas, apoya la hipótesis de Pou.
“Es probable que los narcotraficantes dominicanos financian y envían estas armas a la República Dominicana para armar a su gente”, comentó Jiménez.
El gobierno de la República Dominicana también cree que las armas llegan al país desde el vecino Haití, donde las bandas criminales están en guerra. Argumentos como este hicieron parte de los planes de construcción de una barrera de 164 kilómetros de extensión a lo largo de la frontera entre ambos países. La barrera está prevista para completarse en noviembre.
Pero el flujo también puede revertirse. Algunas armas traficadas en República Dominicana terminan realmente en Haití. Se estima que en Haití circulan 500.000 armas ilegales, según informó el Miami Herald.
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“Tiene sentido: República Dominicana tiene la infraestructura y la actividad comercial con otros países de la que Haití simplemente carece”, anotó Pou.
En julio de 2021, una autoridad haitiana dijo al Centro de Investigación Económica y de Políticas (Center for Economic and Policy Research) que al menos una parte de las armas que ingresan al país llegan de contrabando desde República Dominicana. Varias fuentes confirmaron esta ruta a InSight Crime durante una visita en septiembre de 2021.
Hasta el momento, el ingreso de armas ilegales no se ha traducido directamente en un incremento pronunciado de la violencia letal en República Dominicana. Aunque la tasa de homicidios perpetrados con armas de fuego se duplicó entre 1996 y 2019, esos números aún no se equiparan a otros países caribeños, como Jamaica y Barbados. Pero las naciones caribeñas con altos índices de violencia también reportan la entrada de grandes volúmenes de armas ilícitas procedentes de Estados Unidos.