El asesinato de un alto mando de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (AGC) a manos de sus propios hombres revela la discordia dentro de la organización criminal mientras se prepara para negociar con el gobierno colombiano como parte de la estrategia "Paz Total".
Wilmer Antonio Giraldo Quiroz, alias "Siopas", miembro de la cúpula de las AGC, también conocidos como los Urabeños, fue encontrado muerto el 1 de marzo en una carretera del municipio de Dabeiba, al occidente de Antioquia, según informó la Policía Nacional. Su cuerpo fue arrojado desde un carro en movimiento a la vía.
Desde mediados de febrero, las autoridades colombianas buscaban confirmar la muerte de Giraldo, luego de que en comunicaciones interceptadas a su familia se alertara sobre el desconocimiento de su paradero.
Se cree que Siopas fue asesinado luego de ser citado por Jobanis de Jesús Ávila Villadiego, alias "Chiquito Malo", máximo líder de las AGC, a una reunión en la selva del Chocó.
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Entre los motivos detrás de la muerte de Siopas parece estar su intención de formar un grupo criminal independiente con injerencia al norte de Antioquia. La ruptura tendría lugar mientras los gaitanistas y el gobierno de Colombia avanzan hacia el diálogo como parte de "Paz Total", una iniciativa para el desarme de muchos de los grupos armados de Colombia.
El asesinato de Siopas parece no ser el único motivado por el plan disidente al interior de las AGC. El 28 de febrero en Galeras, Sucre, al norte de Colombia, fue encontrado el cuerpo de Omar Noguera Camacho, alias “Boyaco”. Camacho, un alto mando financiero de las AGC, fue asesinado, aparentemente, por apoyar el plan de Siopas.
Análisis de InSight Crime
Los recientes asesinatos dentro de la cúpula de las AGC envían un mensaje claro a las filas: el grupo llegará unido a las negociaciones de sometimiento con el gobierno, y quién contradiga esta orden pagará las consecuencias.
Las rivalidades entre alias Siopas y Chiquito Malo no son una sorpresa. Desde octubre de 2021, tras la captura y extradición de Dairo Antonio Úsuga, alias "Otoniel", máximo líder de las AGC, hasta la muerte de Siopas, ambos hombres competían por el poder al interior del grupo, según dijo el General Jorge Luis Vargas, director de la Policía de Colombia, al medio El Espectador
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Sin embargo, las fracturas se intensificaron una vez el grupo expresó su voluntad de paz en el marco de los procesos de sometimiento del gobierno colombiano. Siopas fue el único miembro de la cúpula de antaño de las AGC que no fue incluido como vocero del grupo frente al gobierno.
El plan disidente de ‘Siopas’ significó una amenaza directa para los intereses de las AGC, quienes han buscado mostrarse fuertes interna y externamente de cara al proceso con el gobierno colombiano.
“Lo que vemos es una organización armada que está tratando de alinear a sus liderazgos en torno al eventual proceso de sometimiento a la justicia, para evitar hechos que contradigan o pongan en duda su voluntad de sometimiento o negociación”, comentó a InSight Crime Luis Fernando Trejos, profesor de la Universidad del Norte.
“La muerte de ‘Siopas’ no es un mensaje al gobierno o a las comunidades, es un mensaje a aquellos que simpatizaban con la idea de ‘Siopas’”, mencionó Trejos.