Las redes internacionales de tráfico de animales a menudo se aprovechan de la demanda mundial de especies más pequeñas y menos conocidas, como lo demuestra el desmantelamiento de una red mundial de contrabando que cazaba peces killi de Brasil y otros países.
A finales de abril, tras varias inspecciones en el estado de Maryland, el Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos y la policía brasileña incautaron cientos de peces killi vivos, los cuales se encuentran en peligro de extinción. También se llevaron a cabo redadas en el estado de Iowa y en la ciudad de Los Ángeles, informó Globo.
Según el medio de comunicación, en una casa de Maryland la policía encontró unos 200 tanques con peces killi junto con cientos de huevos.
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Según los informes, una investigación transnacional adelantada por autoridades de Brasil, Estados Unidos y Europa ha identificado una red de más de 80 sospechosos de 24 países dedicados al tráfico de especies del pez killi en peligro de extinción. Los involucrados están conectados mediante clubes de vida silvestre y grupos de redes sociales, reveló la policía brasileña.
Los traficantes capturan especies de peces amenazadas en parques nacionales y áreas protegidas en Estados Unidos, América del Sur, África y Europa. Según los funcionarios, los peces son vendidos a través de redes sociales y otras plataformas en línea, para luego ser contrabandeados por correo internacional.
A principios de 2019, un biólogo de la Fundación de Parques Municipales y Zoobotánica de la ciudad de Belo Horizonte, ubicada en el estado de Minas Gerais, al este de Brasil, fue suspendido de sus funciones durante un año, pues se sospechaba que enviaba huevos de pez killi al extranjero de manera ilegal.
Análisis de InSight Crime
Los traficantes ilegales han puesto durante mucho tiempo sus ojos en Brasil, con el fin de conseguir huevos y especies de pez killi en peligro de extinción, utilizando métodos que han sido bien validados y así abastecer un nicho de mercado global.
El pez killi se puede encontrar en todos los continentes, y se han reconocido unas 1.270 especies en todo el mundo. Se sabe que estos peces tienen la capacidad de adaptarse a condiciones extremas. Sin embargo, varias especies están en mayor riesgo de extinción, que se agudiza por el hecho de que su reproducción es demasiado difícil.
Por lo tanto, las especies más apetecidas rara vez se encuentran en las tiendas de mascotas y son sobre todo robadas para abastecer nichos de mercado de aficionados e investigadores. Cuando se venden legalmente, los peces se venden entre US$5-22 en tiendas de mascotas en los Estados Unidos.
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Las especies protegidas del pez killi suramericano, también conocido como "rivulideos" (rivulus), son extraídas de sus hábitats en Brasil. En las casas de los contrabandistas dedicados al tráfico internacional de especies en peligro de extinción se suelen encontrar acuarios con cientos de peces, así como huevos empacados y listos para ser enviados al extranjero.
Estos envíos se hacen a través del correo postal de Brasil, desde donde salen con frecuencia paquetes hacia países como China, Rusia, Argentina, Alemania y Gran Bretaña. Los huevos de pez killi pueden soportar largos períodos de deshidratación, lo que explica por qué este método sigue siendo beneficioso para los contrabandistas, quienes incluyen datos falsos del remitente en los paquetes.
En 2019, la policía brasileña reveló que, entre enero de 2018 y abril de 2019, en el aeropuerto de Guarulhos, en el estado de São Paulo, funcionarios de la agencia ambiental del país (Instituto Brasileiro do Meio Ambiente y dos Recursos Naturais Renováveis, IBAMA) incautaron 32 paquetes postales que contenían huevos de pez killi sin las licencias de exportación adecuadas.
Las redes sociales también son utilizadas para este comercio, una tendencia que se repite en el tráfico de especies exóticas en todo Brasil. El lucrativo comercio de peces ornamentales en el país ha abastecido por mucho tiempo los mercados internacionales. Pero el tráfico de peces killi de Brasil demuestra que incluso las especies poco costosas han llamado la atención de los contrabandistas.