La violencia de las pandillas aumenta los niveles de homicidios en el Caribe, atizados por armas estadounidenses; según un informe publicado recientemente, mientras que los líderes de la región buscan incrementar la cooperación contra el tráfico de armas.
El informe, publicado el 26 de abril por la Comunidad del Caribe (CARICOM) y el centro de investigación Small Arms Survey, llega en un momento de altos niveles de violencia en toda la región. Como respuesta a esta violencia, los líderes de los países caribeños anunciaron una “guerra contra las armas”, que entre otras cosas busca prohibir las armas de asalto y apoyar a México en sus demandas legales contra los fabricantes de armas estadounidenses.
InSight Crime analiza las conclusiones del informe y la relación entre las armas de fuego y la violencia de las bandas en el Caribe.
Las armas estadounidenses impulsan la violencia
Las armas fabricadas en Estados Unidos contribuyen significativamente a la violencia de las bandas en el Caribe, pero la falta de datos precisos dificulta estimar el verdadero alcance del papel estadounidense.
Los datos de rastreo de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos de Estados Unidos (ATF, por sus siglas en inglés) muestran que entre el 80 y el 99% de las armas incautadas en Bahamas, República Dominicana y Haití en 2021 y enviadas a la ATF para su rastreo eran de origen estadounidense.
Sin embargo, estas conclusiones no ofrecen un panorama completo. Solo las armas de fuego que son incautadas por las autoridades pueden ser rastreadas, y aun así no todas son enviadas para su rastreo, le dijo a InSight Crime uno de los coautores del informe, Matt Schroeder, investigador sénior de Small Arms Survey.
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“Lo que se tiene al final es un subconjunto de un subconjunto de un subconjunto de una población de la que hay que sacar la mayoría de las conclusiones sobre el tráfico [de armas]”, afirma Schroeder.
Como solución, el informe propone un sistema estandarizado para compartir datos sobre armas de fuego entre los países de CARICOM. Esto ayudaría en las tareas de rastreo y facilitaría las investigaciones criminales.
“A medida que mejore la transparencia, entenderemos mucho mejor el fenómeno, y así nos podremos hacer a una mejor idea de la manera como se mueven estas armas”, agrega el investigador.
A pesar de los vacíos estadísticos, el informe afirma que “no hay duda de que Estados Unidos es una fuente importante de armas de fuego ilícitas en el Caribe, y quizá es la principal fuente en algunos estados y territorios”.
Los líderes caribeños también han culpado a su vecino del norte. Algunos se han comprometido recientemente a apoyar las batallas legales de México contra los fabricantes de armas estadounidenses, quienes son acusados de vender negligentemente armas utilizadas por delincuentes violentos.
Métodos sencillos, pero poca acción policial
Los traficantes emplean diversos métodos para introducir armas de contrabando en el Caribe.
Ellos suelen ocultar armas en contenedores de carga, o las contrabandean a través de los aeropuertos. Además, utilizan conexiones con funcionarios de aduanas, así como lagunas en las políticas aduaneras.
Muchos países del Caribe están mal preparados para detener el tráfico debido a la poca capacidad de interdicción en los puertos de entrada y los limitados recursos de fuerza pública.
“Todo lo que hay que hacer como traficante es asegurarse de que las armas estén relativamente bien escondidas para que se mezclen con el flujo constante de mercancías que pasa por las fronteras”, dijo Schroeder a InSight Crime.
Incluso, cuando las autoridades toman mayores medidas en los puertos de entrada, los traficantes aprovechan las cortas distancias entre las islas del Caribe, utilizando lanchas rápidas y yates para llevar armas a cualquier punto de las extensas costas de las islas. En el intercambio de armas por drogas entre Haití y Jamaica, los barcos de pesca se mueven entre los dos países, llevando marihuana jamaiquina a Haití y regresando con armas.
El informe sugiere implementar herramientas de análisis de riesgos en los puertos, a través de las cuales las autoridades pueden identificar cargamentos con alto riesgo de tráfico, mediante el uso de datos de incautaciones previas. También recomienda la imposición de controles más estrictos para las armas de fuego en las embarcaciones de recreo que llegan de visita, o embarcaciones privadas.
Las pistolas son prevalentes
Las pistolas son prevalentes en toda la región, y representan el 88% de las armas incautadas según bases de datos facilitadas a los autores por INTERPOL, EE.UU. y las autoridades caribeñas. Asimismo, el 91 por ciento de los cartuchos de munición revisados se usaron sobre todo en pistolas.
Esta situación contrasta con la de México, donde los datos de rastreo indican que hay una prevalencia mucho mayor de armas largas, como los rifles, que representan alrededor del 30 por ciento de las armas incautadas en México y enviadas a la ATF para su rastreo entre 2014 y 2019.
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La diferencia en el tipo de arma entre regiones quizá tiene que ver con las diferencias en recursos y tácticas.
Los grupos del crimen organizado mexicano son grandes, sofisticados y están bien conectados, lo que les permite gastar dinero en armas de alto poder. Las incautaciones de armas y municiones de alto poder en República Dominicana, Haití y Jamaica indican que estas armas de fuego también juegan cierto papel en la violencia.
Las armas fantasma, una amenaza incipiente
Los delincuentes del Caribe utilizan cada vez más armas de fuego de fabricación privada, como las "armas fantasma", construidas con piezas de fábrica parcialmente acabadas que suelen venir en kits.
Las armas de fabricación privada resultan atractivas para los delincuentes porque son más difíciles de rastrear que las armas fabricadas comercialmente, pero el uso de estas armas en el Caribe sigue siendo incipiente, según el informe.
“Todavía no se ve una abundancia de estas armas. Han venido aumentando, pero de manera gradual. Este es un fenómeno a más largo plazo, y creo que es bastante impredecible”, le dijo Schroeder a InSight Crime.
Asimismo, los grupos delictivos mexicanos han empezado a utilizar armas fantasma. Pero el fácil acceso a las armas de fuego comerciales ha hecho que las armas caseras sigan siendo una pequeña parte de los arsenales de los grupos. Es probable que muchas de estas armas provengan de Estados Unidos, aunque aún hay poca evidencia exhaustiva al respecto. El informe menciona tres docenas de casos de receptores, marcos y otras partes similares que desde 2020 iban hacia al Caribe y que fueron incautadas por funcionarios de aduanas de Estados Unidos.
Según el informe, la formación puede ayudar a las autoridades a aprender a identificar diversos tipos de armas de fuego, incluidas las armas de fabricación privada. También sugiere la creación de un equipo regional de expertos forenses que pueda procesar e identificar decomisos importantes de armas para complementar los esfuerzos de cada país.